Suero para niños: cuándo y cómo utilizarlo para rehidratar a los más pequeños

El doctor Miguel Ángel Monroy Tapiador, pediatra de la Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla la Mancha desaconseja rotundamente los sueros caseros

Cuando hay deshidratación no se deben consumir bebidas isotónicas

Cuando hay deshidratación no se deben consumir bebidas isotónicas

La deshidratación en bebés y niños puede llegar a ser bastante peligrosa. Sobre todo, en edades tempranas.

Es una complicación muy frecuente en pediatría, no solo por pérdida excesiva de líquidos, como es el caso de la gastroenteritis, sino también por falta de ingesta de agua o alimentos.

Para evitar que la deshidratación empeore, lo más eficaz es utilizar sales de rehidratación oral (SRO). Para ello, el doctor Miguel Ángel Monroy Tapiador, pediatra de la Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla la Mancha aporta una serie de claves y consejos.

La deshidratación es una complicación muy frecuente en pediatría

La deshidratación es una complicación muy frecuente en pediatría

¿Qué es el suero infantil de rehidratación?

El suero de rehidratación oral, también conocido como sales de rehidratación, es una fórmula, normalmente líquida que favorece la reposición de líquidos y sales minerales.

Contiene sales de sodio, potasio, cloro, glucosa… minerales necesarios para mantener la correcta hidratación.

En caso de los sueros infantiles, tienen saborizantes para disimular el sabor salado, y que sea mucho más fácil de tomar para los más pequeños.

En la farmacia podemos encontrar diversos formatos y sabores, “el que más suele agradar a los niños es el sabor cola”, apunta el doctor Monroy.

Síntomas de deshidratación

“La deshidratación es una complicación muy frecuente en pediatría” explica Monroy. Y los síntomas más preocupantes son los siguientes:

  • Boca y lengua seca
  • Mucha sed
  • Ausencia de lágrimas
  • Disminución de la orina

Junto a estos síntomas, también podemos observar que el niño está decaído, falto de ánimo y con un aspecto ojeroso.

Sacudir a un bebé solo unos segundos puede provocar importantes lesiones neurológicas, ceguera, e incluso la muerte.

Llorar sin lágrimas o tener la boca seca son síntomas de deshidratación

¿Cuándo es necesario utilizar sales de rehidratación? Dosis y pautas

Es aconsejable utilizar suero de rehidratación cuando exista una pérdida excesiva de agua. Por ejemplo, cuando el niño presenta vómitos o diarrea.

Pero también en casos en los que no se estén consumiendo líquidos suficientes:

  • “Hay infecciones de garganta que producen gran dolor al tragar, y hacen que el bebé se deshidrate porque se niega a ingerir nada”, indica el doctor.

El proceso de rehidratación se divide en dos fases:

Fase de rehidratación. Es la que se lleva a cabo en las primeras 4 horas. El SRO se debe administrar en pequeñas cantidades, cada 2 o 3 minutos.

  • Deshidratación leve debe administrarse SRO a un ritmo de 50 ml/kg
  • Deshidratación moderada, la solución se administrará a un ritmo de entre 75-100 ml/kg día.

Fase de mantenimiento. El objetivo es compensar las pérdidas de líquido.

  • 10 ml/kg de SRO por cada deposición que efectúe, y entre 2-5 ml/kg por cada vómito que efectúe, sin sobrepasar los 150 ml/kg/día.

El doctor insiste en que, en casos moderados, este proceso debe realizarse siempre bajo la supervisión del pediatra, para evitar que empeore.

¿Es aconsejable hacer suero casero?

El doctor Miguel Ángel Monroy desaconseja rotundamente utilizar sueros caseros:

  • “Los pediatras no recomendamos jamás que el suero se haga de forma casera, porque no garantizamos que las concentraciones de agua y electrolitos sea la adecuada”.

Por lo tanto, el ‘remedio de abuela’ de limonada alcalina que se solía hacer antiguamente no es lo adecuado estos casos.

Tampoco las bebidas “para deportistas” o isotónicas, ya que el alto contenido de azúcar en estas bebidas puede favorecer la pérdida de agua y empeorar la situación.

Gastroenteritis o deshidratación en lactantes

Los casos de deshidratación en bebés muy pequeños, es preciso acudir al médico para que evalúe al pequeño.

Generalmente, en lactantes estos casos suelen resolverse aumentando la frecuencia con la que se alimenta.

Si existe gastroenteritis, la lactancia materna debe mantenerse durante todo el periodo. En algunos casos, el pediatra puede recomendar el uso de SRO en bebés de más de un mes, siempre en cantidades pequeñas y controladas.