Oxiuros o lombrices en niños: cómo detectarlas, como confirmarlas y cómo tratarlas

Existen distintos parásitos que pueden habitar nuestro organismo, pero los más frecuentes son los oxiuros (Enterobius vermicularis). Una infección parasitaria intestinal, comúnmente denominada como ‘lombrices’ y que es muy frecuente en los niños.

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Pero tranquilidad, porque el doctor Pedro Viaño, miembro de la Asociación Española de Pediatría (AEP) y pediatra en el Hospital do Salnés, explica:

• "Si descubres que tu hijo tiene lombrices no debes preocuparte ya que, aunque son molestas, no causan daños a la salud del pequeño” .

Además, que un niño tenga lombrices no tiene nada que ver con falta de higiene o suciedad.

Y tampoco pueden ser transmitidos por animales domésticos porque el único reservorio es el ser humano.

¿Cómo se contagian las lombrices?

1. Las lombrices adultas viven en el intestino grueso de una persona. Cuando las hembras están gestando se desplazan al exterior y ponen los huevos en la región anal del huésped.
2. Al rascarse, estos huevos pueden quedar en manos y uñas, que a su vez pueden pasar a otros objetos.

Los huevos pueden vivir de dos a tres semanas en el exterior, por lo que cualquier persona se puede contagiar si está en contacto con sábanas, toallas, o incluso juguetes o arena.

¿Cuáles son los síntomas de oxiuros en niños?

El pediatra explica que el principal síntoma de un niño con oxiuriasis es el picor y dolor en la región anal o en los genitales.

Este síntoma se manifiesta sobre todo por la noche ya que, como hemos mencionado, es cuando las lombrices salen al ano.

• Este hecho suele provocar irritabilidad, un sueño intranquilo, bruxismo (apretar y rechinar los dientes) y trastornos como pesadillas e incluso sonambulismo.

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El picor se puede extender también al área de los genitales, que se irritan e inflaman por el rascado. Alguna vez también hay sobreinfección de las pequeñas heridas que se hacen con las uñas.

• En las niñas pueden llegar a la vagina o a la uretra. Da lugar a irritación vaginal con picor, flujo o molestias al orinar.

¿Cómo se diagnostican los oxiuros?

La mayoría de las veces no se necesita ninguna prueba de laboratorio. La visualización de los oxiuros en las heces o en la zona perianal es suficiente para su diagnóstico.

“El diagnóstico de lombrices es fácil. Si vemos en el culete o en las heces de nuestro hijo unos gusanos móviles pequeños, como hilos blancos del tamaño de una grapa, no hay que hacer más pruebas”, señala Viaño.

Solo en alguna ocasión, el pediatra le mandará realizar una prueba llamada ‘test de Graham’. Se utiliza cuando hay sospecha, pero no se han detectado lombrices.

1. Consiste en cortar un trozo de cinta adhesiva transparente de unos 5 cm de largo y pegarla sobre la zona del ano a primera hora de la mañana.
2. Inmediatamente, se despega y se coloca en un cristal que habrá proporcionado el laboratorio.
3. Los huevos se quedan adheridos y serán fácilmente detectables.

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¿Cuál es el tratamiento para las lombrices en niños?

“El tratamiento es muy eficaz. El pediatra le recomendará un tratamiento con una dosis única de un antiparasitario que se debe repetir al cabo de 2 semanas”.

Es aconsejable que todos los miembros de la familia se traten para evitar recaídas, así como lavar a alta temperatura sábanas, fundas de sofás o toallas, entre otros.

Además, si en el hogar hay mascotas es recomendable acudir al veterinario para que confirme si existen lombrices y, en caso positivo, aplicar un tratamiento al animal.

¿Se pueden prevenir?

Es fundamental una buena higiene, acostumbrando a los niños a realizar un buen lavado de las manos y las uñas antes de las comidas o después de usar el retrete.

• “Las uñas deben estar cortas dado que se pueden quedar bajo ellas los huevos de los oxiuros y hay que tratar de evitar que los niños se las muerdan o se chupen los dedos”, sentencia Viaño.