Entrevista | Guillermo García de la Riega Escritor

“En la novela se ve toda la humanidad de De la Riega, su bondad, sus ideas, su cultura”

El bisnieto del artífice de la hipótesis del Colón galego presenta “Historia de un descubrimiento” en el 125 aniversario de la teoría

Guillermo García de la Riega, que presentará mañana una obra en la que novela la vida de su bisabuelo.

Guillermo García de la Riega, que presentará mañana una obra en la que novela la vida de su bisabuelo. / Gustavo Santos

El Museo Manuel Torres de Marín será escenario mañana a partir de las 20 horas de la presentación de “Historia de un descubrimiento”, una obra en la que Guillermo García de la Riega Bellver novela la vida y el trabajo de su bisabuelo, Celso García de la Riega, artífice de la teoría del Colón gallego.

–¿Cómo surgió la idea de escribir esta obra?

–Surgió hace ya mucho tiempo, incluso desde que yo era pequeño, con las amistades cuando hablabas de este tema del Colón gallego había burlas, sornas, ciertas cosas típicas de los 15 años, por otra parte. Y luego ya me empecé a poner más en serio a finales de los 90, empecé a recopilar información, a recoger todo lo que había, sobre todo desde que leí la Enciclopedia Gallega, en la cual leí un artículo publicado por Emilia Rodríguez Solano, ahí me di cuenta de muchas cosas.

–¿Qué aspectos de la novela cree que van a sorprender más al lector?

Lo que pretendía con ella, primero, es presentar al personaje. Es una novela dividida en tres partes, la primera es la biografía del personaje, desde 1876 hasta 1914 en que murió, y ahí se ve toda la humanidad de De la Riega, su bondad, sus ideas, su cultura… Creo que se descubre una personalidad importante, que evidentemente fue ocultada tras ser acusado de falsificador, porque con esa acusación no solo se elimina su personalidad y lo que pueda representar, sino que toda su intelectualidad, todas las ideas y proyectos en los que trabajó se eliminaron de raíz. Yo presento al personaje en primera persona, con lo cual en esta novela tienes acceso a toda la intimidad y los pensamientos de De la Riega. Y además está muy documentada, porque en la novela, en los diálogos, en los pensamientos, logré integrar la documentación real que hay sobre distintos puntos. Y parece ser que lo integré bastante bien y que aparece de forma muy natural, de modo que ya no solo es la opinión del escritor, sino que tienes unos datos objetivos, con lo cual presentas al personajes con mucho más acierto y que nadie pueda pensar que cómo el autor es el bisnieto pues (risas) cómo lo va a poner si no es defendiéndolo.

Creo que se descubre una personalidad importante, que evidentemente fue ocultada tras ser acusado de falsificador, porque con esa acusación no solo se elimina su personalidad y lo que pueda representar, sino que toda su intelectualidad, todas las ideas y proyectos en los que trabajó se eliminaron de raíz

–¿Quién fue Celso García de la Riega?

–Un alto funcionario, se quedó sin padre a los 15 años, comenzó a trabajar en el Gobierno Civil de pasante, luego aprobó las oposiciones. Y a partir de ahí fue trabajando en el Tribunal de Cuentas, como alto funcionario del Ministerio de Ultramar, de Gobernación. También fue Gobernador Civil de León, donde hizo un gran trabajo porque solicitó la declaración de Monumento Nacional para inmuebles del patrimonio leonés como lo que hoy es el monasterio de Gradefes o el Hostal San Marcos.

–¿Cómo surgió su interés por la figura de Colón?

–Hay varias leyendas sobre quién fue el primero que se preocupó y el primero que relacionó los documentos con Colón, pero en realidad el primero fue Luis de la Riega, tío de Celso. Pertenecía a la Real Academia de la Historia y haciendo un libro sobre el río Lérez, en el que va recorriendo todos los pueblos desde el nacimiento hasta la desembocadura comentando sus leyendas, curiosidades y paisajes, hubo un señor, que se llamaba Telmo Vivo, que le dio un documento en el que aparecían Juan de Colón y Constanza de Colón, formalizando un alquiler al monasterio de Poio por una finca que se llamaba Andurique, alquiler que en aquella época se denominaban aforamientos. Luis de la Riega se lo comentó a su sobrino, y éste empezó a investigar, pero Luis de la Riega ya en ese libro relaciona el documento con el almirante, se pregunta si tendría que ven. Entonces realmente quien primero lo relacionó fue Luis de la Riega y quien comenzó a estudiarlo fue Celso García de la Riega a partir de 1892, con el descubrimiento de otros documentos del siglo XV con el apellido Colón.

Hay varias leyendas sobre quién fue el primero que se preocupó y el primero que relacionó los documentos con Colón, pero en realidad el primero fue Luis de la Riega, tío de Celso... Un señor, que se llamaba Telmo Vivo, le dio un documento en el que aparecían Juan de Colón y Constanza de Colón, formalizando un alquiler al monasterio de Poio por una finca que se llamaba Andurique, alquiler que en aquella época se denominaban aforamientos

–Presentó su teoría unos años después en la Sociedad Geográfica de Madrid

–Sí, en 1898, en diciembre.

–¿Cómo siguió en adelante la historia?

–Publicó un libreto sobre esa conferencia, que tiene 42 páginas, la verdad es que ya incluye bastante de lo que después sería el libro “Colón español”, y ya apuntaló bastantes cosas. Prácticamente los documentos que presentó ahí eran los mismos que incluyó después en el libro. Y luego apuntaló más cosas hasta 1913 en que presentó a la editorial el manuscrito y se publicó. Por el medio hizo diferentes artículos en varios medios sobre Colón y siguió trabajando pero en otras actividades, porque era una persona bastante culta, le preocupaba la historia, e hizo un estudio sobre la historia de Galicia y otro sobre el Amadís de Gaula.

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–Fue muy denostado

–Sí, la verdad es que mientras vivió era una persona que en Pontevedra era muy querido, porque no solo tenía las ideas sobre el origen de Colón, sino que también participó en la actividad económica. Él propuso la creación de una lonja en Pontevedra, propuso la línea de ferrocarril entre esta ciudad y Madrid pasando por Ribadavia, y por eso lo felicitaron bastante y le dieron su nombre a una plaza, un reconocimiento que le hicieron en vida, algo que es bastante raro. Y después también tuvo otras ideas, como ser el primero que propuso que la fiesta de los maios se relacionase con el Día de los Trabajadores.

–¿Quiso que su legado permaneciese oculto?

–No, no fue el, sino la familia. Porque la familia tuvo una experiencia muy mala, hay que pensar que en 1914, cuando te acusan de falsificador de una teoría, es una losa muy difícil de levantar en aquella época en la que se fingía mucho e iba mucho de apariencias, ahora también, pero entonces más. A la familia la acusación de falsario la hundió, ellos y otros personajes pontevedreses sabían que no, que los documentos no habían sido falsificados, pero es más fácil aumentar y darle impulso a una mentira que decir la verdad.

–Presenta la novela en un momento de plena actualidad de la teoría del Colón gallego, en su 125 aniversario y tras ser incluida en las<strong> investigaciones sobre el ADN del navegante </strong>

Coincidió así, lo del ADN no sé si saldrá adelante o no, a mi me parece bastante complicado, pero como historia y como investigación queda ahí y a ver qué sale. De todas formas a mi en esta novela lo que me gustaría es presentar al personaje y todo lo que sucedió después de su muerte, porque la primera parte es la biografía, pero la segunda y la tercera es todo lo que ocurrió a partir de 1914, es una búsqueda de la verdad de lo que ocurrió, y con la documentación que hay la verdad es bastante llamativa.

–Porque ¿qué sucedió tras su muerte?

–A los dos meses de su muerte, en una publicación que se llamaba Biblioteca, Archivos y Documentos, en un artículo escrito por Serrano Sanz, se lo acusa de falsificación documental, pero sin tener los documentos delante, lo hizo a través de los fotograbados del libro. Es un error muy grave en un paleógrafo, y más aún con las fotos de 1913. Y ese artículo sirvió de base para los informes de la Real Academia Galega y la Real Academia de la Historia, a mayores de otros intereses y rencillas personajes y políticas que estuvieron detrás de la acusación de falsedad documental.

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