Lucila Bravo Bosch | Médica de familia en el Sergas y de medicina naturista en el Policlínico Casiano

“Hay que ir al origen de la enfermedad y no tratar de ocultarla con medicamentos”

-Desde hace semanas, dedica parte de su agenda a una consulta de medicina naturista

-Aplica sus concimientos, con uno de los mejores currículos formativos internacionales en la materia

Lucila Bravo Bosch, en su nueva consulta en Policlínico Casiano de Progreso, en Ourense.

Lucila Bravo Bosch, en su nueva consulta en Policlínico Casiano de Progreso, en Ourense. / Iñaki Osorio

M.J.Álvarez

La ourensana Lucila Bravo Bosch, hija de una conocida saga de médicos, es a su vez licenciada en Medicina por la Facultad de Navarra, con décadas de experiencia como médica de familia en la sanidad pública gallega. Pero su formación añadida y su debilidad es el abordaje del paciente a través de la medicina naturista, para lo que se formó durante años en las mejores clínicas internacionales de Múnich o Berlín y en disciplinas como la antropofísica, medicina tradicional china o acupuntura entre otras. Ahora regresa a su ciudad para abrir consulta de medicina naturista en el Policlínico Casiano, en Progreso, 161. Tratar de curar al paciente yendo al origen de su dolencia, y evitando disfrazar con farmacología ha sido siempre una de sus aspiraciones.

–¿Cuál es la diferencia básica entre la medicina convencional que debe aplicar como médico del Sergas y la medicina naturista?

– Se aborda el inicio de la enfermedad y los procesos, de forma distinta. La medicina tradicional, cuando el cuerpo manifiesta un problema, lo que hacemos es suprimir esa expresión con farmacología, pero el problema a veces queda ahí e incluso puede ir derivando en otras patologías. Nosotros lo que hacemos es tratar de ir al origen de ese problema.

–¿La clave entonces no es disfrazar la enfermedad si no buscar su origen para atajarla?

–En medicina naturista el proceso de la enfermedad va de afuera adentro, y por lo tanto el proceso de curación tiene que ir de adentro afuera. La farmacología suprime los síntomas Si una enfermedad se cura, no existirían tantos enfermos crónicos. Con los fármacos, en ocasiones, alargamos la vida de la gente, pero a costa de graves efectos secundarios. Algo falla.

–¿Cuál es entonces el abordaje naturista para tratar de vivir más, pero evitar esas mesillas de abuelo atiborradas de fármacos?

–La medicina naturista tiene dos pilares fundamentales. Uno es la desintoxicación. En la sociedad actual los procesados con aditivos, el agua, los alimentos, pueden estar contaminados. Hay muchas fórmulas para desintoxicar y limpiar al paciente, distintos tipos de ayuno dietas, detox, según lo que cada caso. El otro pilar es la nutrición celular.

–¿En qué consiste la nutrición celular?

–Tras esa desintoxicación del paciente, hay que fortalecerlo, partiendo de las carencias de cada uno, fortalecer defensas o sistema inmune, regular el aparato digestivo. En medicina naturista no se compartimenta todo esto, y el equilibrio físico y mental se trabajan juntos. El médico naturista intenta restablecer el equilibrio en general. El paciente debe de aprender a relajarse, reorganizar su tipo de vida, fijar prioridades, acabar con el estrés. Si el problema que se detecta es mental se deriva también al especialista correspondiente

.–¿La medicina pública le permite conocer tanto al paciente como para poder ir al foco de su dolencia en lugar de atacar con fármacos?

Bueno, supongo que muchas consultas de la ciudad –yo ahora cubro una baja en Cea– no lo tienen fácil por el gran número de pacientes. Siempre trato de guardar un equilibrio y si veo que puedo ayudar con algún medicamento natural o infusión en patologías leves lo hacía y lo hago también en la pública. En el tratamiento ya integro de medicina naturista que yo solo puedo llevar a la privada, llegan muchos tipos de pacientes con diferentes expectativas. Pero la máxima es que hace falta un mes de abordaje, por cada año que lleva sufriendo esa enfermedad.

–¿La medicina preventiva en la pública, podría ser el mejor antídoto de muchas dolencias crónicas?

Desde luego, y me encantaría ser educadora de salud en medicina pública. Cambiar conductas erróneas ayudaría a prevenir. Cuando algún compañero tiene 50 pacientes al día es normal que no pueda escuchar detenidamente a cada uno.

Dice que le llamaban cariñosamente la doctora “hierbas” por tratar de conciliar ambas medicinas en el Sergas .¿Ha tenido problemas por ello?

Claro, siempre hay críticas, pero aprendí a ser prudente. Siempre escribía, cuando prescribía alguna cosa natural para que, al llegar otro médico supiera qué era lo que le había funcionado al paciente. Me llegaron a dar algún diploma afectuoso y co mucho cariño como “doctora cebolleta” .

–Pero es un lujo que le llamen la doctora “hierbas” por tratar de no “intoxicar” al paciente.

Bueno para mi sí. Mi intención es dar cosas que no dañen. Lo malo es que la mayoría de las cosas ahora tienen que pagarlas, ya no entran por el seguro. No les puedo recetar vitamina C, y otras, porque no entran, pero son gratis fármacos que, según el prospecto, tienen graves efectos adversos.

–Y lo de llamarle doctora “cebolleta”, aunque fuera cariñosamente ¿por qué ?

Ja, ja, ja. Bueno en catarros o congestiones receto caldos o jarabes de cebolla por sus grandes propiedades. Es un apelativo cariñoso y son terapias que funcionan.

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