Diez meses de obras para la rampa y las escaleras mecánicas que salvarán la pendiente al barrio de San Francisco

El plan ‘Ourense vertical’, que modifica la movilidad de la ciudad aliviando los trayectos a pie en varias zonas en las que la pendiente supone un obstáculo para personas mayores o con la capacidad de movimiento reducida, incorpora un nuevo proyecto en obras, desde la próxima semana, que permitirá salvar con dos escaleras mecánicas y una rampa la cota entre el entorno del parque de las Mercedes, en el centro de la ciudad, y el barrio de San Francisco.

La inversión asciende a 1,68 millones y el plazo previsto es de diez meses. La intervención conllevará las habituales molestias de tráfico ligadas a las reformas de calles. Desde el próximo lunes, 8 de enero, habrá modificaciones del tráfico y de acceso a los garajes.

El Concello de Ourense informa de que se cortará el tráfico rodado de la calle Arturo Pérez Serantes, desde la Avenida de Buenos Aires. El acceso a los garajes por parte de las personas residentes se realizará a través de la calle San Francisco. En el tramo de la Avenida de Buenos Aires que va desde el cruce con Pérez Serantes hasta la intersección con las calles Celso Emilio Ferreiro y Xoán de Novóa, se habilitará un carril en sentido contrario al habitual, para que puedan circular por él los vehículos de obra.

Además, el Ayuntamiento avisa de que se eliminarán plazas de aparcamiento en la calle San Francisco, desde la calle de la Amargura hasta la de Emilia Pardo Bazán. La finalidad de esta decisión es facilitar el doble sentido de la circulación para el acceso a los garajes de Pérez Serantes.

El Concello de Ourense pretende "recuperar el mayor espacio público posible para los ciudadanos, en conexión con el centro histórico"

El presupuesto total de estas obras asciende a 1.683.570 euros. El Concello de Ourense ha recurrido a financiación del Ministerio de Transportes para ejecutar el proyecto. El gobierno municipal destaca que la intervención tiene dos objetivos. Por una parte, mejorar el acceso y la conexión “entre dos zonas principales de la ciudad”, como son el centro histórico y el complejo cultural de San Francisco, donde se encuentran el claustro, la biblioteca pública y el archivo histórico.

El objetivo es que el recorrido entre ambas zonas “sea más cómodo, directo y reúna mejores condiciones de movilidad”. Por otra parte, “se pretende recuperar el mayor espacio público posible para los ciudadanos, en conexión con el centro histórico”, completa el Concello. Cuando esté completo este proyecto, la transformación de la movilidad vertical permitirá salvar una larga y pronunciada pendiente, condicionada por la orografía de Ourense, desde el inicio de la calle Concordia, junto a Juan XXIII, hasta el barrio de San Francisco.

El proyecto contempla la redistribución del tráfico y de las circulaciones en la zona, que se limitarán. Se instalarán dos escaleras mecánicas y una rampa mecánica. Esta última se desplegará en el tramo más largo, mientras que las escaleras mecánicas se instalarán donde actualmente hay una de piedra, en la cima de la calle Arturo Pérez Serantes. Además, también se humanizarán y recuperarán para uso peatonal espacios urbanos.

Más iniciativas de movilidad vertical en Ourense

Hay varios proyectos del plan ‘Ourense vertical’ que avanzan. Entre ellos está el ascensor que unirá el Progreso con la calle Concejo, a través de la Alameda do Cruceiro, una obra con un presupuesto de 427.000 euros, que comenzó en febrero y suma meses de retraso, aunque está a punto. El 22 de diciembre se estrenaron los ascensores que salvan la gran pendiente entre las calles Xoán de Nóvoa y Nuño de Ousende, un acceso cómodo a los vecinos de la Cruz Alta.

En marcha el elevador de Cruz Alta

Otro de los proyectos en marcha es el ascensor inclinado que salvará las actuales escaleras de la calle Rosalía de Castro, en el barrio de A Ponte, cuyas obras comenzaron en mayo 2023. Tienen un coste de 1,8 millones de euros y, si se cumplen los plazos previstos, estarán listas en mayo de 2024. La idea es instalar un ascensor panorámico para 25 personas, que una Ribeira de Canedo con la calle Vicente Risco, separadas ambas por una empinada escalera.

Está ya muy avanzada también la rampa mecánica de la calle Nicomedes Pastor Díaz, en A Carballeira, que aliviará la pendiente que separa el barrio de la Avenida de Portugal. La obra fue adjudicada por 1,5 millones de euros, comenzó en febrero de 2023 y tiene un plazo de ejecución de 12 meses. La diferencia de esta rampa sobre otras del plan ‘Ourense vertical’, ya ejecutadas o o sobre el papel, es que en este caso los dos tramos de la obra contarán con un techo translúcido, una cubierta que ya está instalada. Ejecuta esta obra la misma empresa que se encargó de las rampas mecánicas de la Gran Vía, en Vigo.

En agosto se retomaron las obras para construir un ascensor que unirá la calle Avilés de Taramancos –paralela al río Barbaña–, con el puente de Ervedelo, como alternativa a la empinada escalera. Estas obras estuvieron paralizadas por la aparición de una línea de alta tensión, que obligó a revisar el proyecto y causó un doble problema a los usuarios del parque ribereño y vecinos, pues se quedaron sin escalera durante meses.

En 2022 el Concello de Ourense hizo público que había contratado un proyecto para diseñar un ascensor entre la carretera de A Granxa y la calle 501. Continúa en proceso el de la escalera mecánica para unir la Plaza de San Cosmede con Pena Trevinca, con un coste de 495.989 euros.