Celso Emilio Ferreiro reabre al tráfico tras 7 meses de obras y dos millones de inversión

“Por fin podemos respirar. Fue duro aguantar estos meses con la calle cortada, con problemas de carga y descarga y menos público”, explicaba ayer uno de los hosteleros de Celso Emilio Ferreiro, cerrada al tráfico desde mayo a causa de un inoportuno reventón de la red de agua, que ha mantenido esa vía levantada y sin tráfico rodado durante siete meses”. Algunos negocios reconocían pérdidas de hasta el 40%, por no hablar de algún garaje que tuvo que adelantar el cierre que tenía previsto, porque no podían entrar los coches a ese taller de reparaciones”, indica la misma fuente hostelera. Al fin reabre al tráfico antes de Navidad.

El alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, y su teniente de alcalde, Armando Ojea, levantaban ayer en plan testimonial la valla de cierre de una obra que se realizó por contrato urgente y que superó, según el concejal de Urbanismo, Francisco Lorenzo, los dos millones de euros, dado que se aprovechó para hacer una renovación integral de infraestructuras y para humanizarla en superficie.

“Tuvimos que hacer la obra por la vía de urgencia, por eso se remató en siete meses, sino tardaríamos al menos dos años”, indicó el alcalde, quien señaló que “hoy abrimos al tráfico para que dé servicio, aunque continúan todavía los trabajos con la instalación de luces led y jardineras, tras lo que quedará totalmente remozada y moderna”, avanzó.

Algunos de los comerciantes de la zona señalan que están a la espera de la resolución de las obras de aceras y se quejaban ayer de que “se gana sitio para carga y descarga, pero se quitan plazas de estacionamiento; no sabemos si eso puede provocar que quede más como una vía de paso, cuando aquí también hay gente que viene a hacer gestiones a la oficina de Fenosa, a los restaurantes o a clínicas que hay en este tramo”, indicaban.

En todo caso, el gran problema de los reventones de la obsoleta tubería están solucionados. El concejal Fran Lorenzo señalaba que “tuvimos que hacer una obra hidráulica considerable. Metimos un colector a la mitad de la calle, hasta llegar a un gran pozo en el cruce con Manuel Pereira, y luego realizar una excavación subterránea para conectar con el tanque de tormentas que está frente a la Policía Nacional”.

Asegura que, con esta intervención, “la parte hidráulica de toda esta calle, que recoge agua prácticamente desde la zona de A Milagrosa, queda totalmente resuelta y aquí no va a haber ningún problema de tema hidráulico nunca más”, aseguró.

El trabajo bajo tierra se completó con la humanización de la superficie. “Como había que abrir toda la calle, aprovechamos para hacer una humanización, en la que reducimos zona de aparcamientos, dejamos carga y descarga, ganamos espacio para peatones y habrá zonas verdes”, relató.

Muchos edificios de la calle vertían al subsuelo sin conexión a la red de residuales

La lamentable sorpresa que ya habían descubierto hace siete meses los concesionarios del proyecto de reparación de esta calle fue la aparición de muchos edificios de Celso Emilio sin conectar a la red de saneamiento. Algo impensable, pues las aguas residuales estaban vertiendo libremente en el subsuelo y filtrándose al casco urbano. Esos vertidos tuvieron parte de la culpa del reblandecimiento del subsuelo. El próximo pliego del concurso para la renovación de la red de aguas y alcantarillado ya detecta e implementa las muchas necesidades de renovación y mejora de este servicio municipal.

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