El nuevo retraso del arreglo de A Mosqueira impide descargar mejillón en su cara exterior

El sector alerta de que pierden al menos seis amarres y sitúan el mayor contratiempo en la campaña de exportación | Por segunda vez, ninguna empresa se interesó por la inversión de Portos

El tramo dañado y con los amarres restringidos.

El tramo dañado y con los amarres restringidos. / Gonzalo Núñez

El sector mejillonero de Moaña acogió con decepción la nueva paralización de las obras de rehabilitación y mejora estructural del muelle mejillonero de A Mosqueira en Moaña. Al menos hasta el próximo año los bateeiros con su puerto base en el centro urbano moañés tendrán que sufrir el cierre por precaución de un tramo de unos 30 metros de la cara exterior de la dársena. La razón está en la rotura de los faldones laterales de protección de cara al exterior. La compleja obra de arreglo quedó desierta, este martes en el segundo intento de licitación por parte de la Consellería do Mar a través de Portos de Galicia. Todo ello a pesar de que, con respecto al primer intento el pasado verano, la Xunta incrementó la inversión desde 384.291,47 hasta 650.900 euros.

Los bateeiros explican que en el espacio que tienen ahora cerrado pueden atracar entre seis y siete barcos abarloados en dos hileras. “Nos resta espacio y casi todos tenemos que atracar ahora por el interior del muelle” apuntan. Indican que el principal problema de que esta reforma se retrase al menos hasta el 2025 llegará a finales de verano, cuando se intensifique la descarga de molusco para su exportación al sur de Italia y a Francia. La histórica falta de espacio en A Mosqueira para los más de 30 balandros que operan en este muelle hace que la pérdida de capacidad y atraque en primera línea limite las descargas que se puedan realizar al mismo tiempo y retrase por lo tanto el trabajo diario de muchos profesionales de un sector clave.

Los bateeiros temen que el hecho de que ninguna empresa constructora parezca interesada en esta obra se deba a que “es un trabajo muy complejo. No parece que haya riesgo de derrumbe pero se cayeron los muros laterales del muelle en esta zona. Con el oleaje que sufre, es posible que tras una reconstrucción vuelva a tener problemas y se exigirían responsabilidades a las empresas constructoras”.

La Xunta había incrementado la inversión hasta los 650.900 euros

Esto se suma al problema que surgió en la primera licitación, y es que la inflación disparó el coste de los materiales. Esto obligó a subir el precio de licitación. En este segundo intento también jugó en contra de Portos de Galicia la crisis de mano de obra que sufre el sector de la construcción y que lleva a las empresas a priorizar los trabajos con mayor rendimiento económico.

Los trabajos iban a consistir en la reconstrucción de la longitud del muelle mediante elementos modulares prefabricados de características similares a los existentes en el resto de los vanos. Se mejoraría y reforzaría preventivamente el resto de la estructura y se instalarían nuevos elementos de defensa para el amarre de buques en todo el muelle.

La falta de espacio es una situación grave en A Mosqueira hasta el punto de que Portos de Galicia trabaja desde hace años en una solución para incrementar la capacidad del muelle. Descartada la ampliación directa por la cantidad de fango acumulado en los fondos del entorno, se decidió instalar un pantalán flotante en el interior que deberá tener una capacidad de al menos 40 amarres y para el que todavía no hay fecha de ejecución. Los planes se paralizaron en un primer momento al quedarse la Xunta sin una zona para depositar los áridos de los dragados en las Rías Baixas, pues es necesario incrementar el calado dentro del muelle moañés.

La primera fase de toda la mejora ya está lista desde hace años y consistió en la construcción de un dique de abrigo flotante para disminuir el oleaje que afecta al muelle los días de temporal.

El Concello exige soluciones “urgentes” y pide el abrigo en Domaio

La alcaldesa, Leticia Santos, reconoció ayer que el Concello está “preocupado” por el hecho de que la reforma del muelle de A Mosqueira quedase desierta por segunda vez. Asegura que es “un problema que sufre un sector muy importante y que emplea a muchas personas en Moaña” como es el mejillonero. Reclama, por lo tanto, una solución urgente ante el riesgo de una larga espera para que se retome la tramitación. En este sentido, la nacionalista pide a Portos que acelere también los trámites para construir el pantalán flotante que permitirá incrementar los amarres para los bateeiros e insiste en que se acelere el prometido abrigo del muelle de Domaio, la otra instalación del municipio que emplea el mismo sector. Los temporales del invierno obligan a trasladar, sistemáticamente, los mejilloneros de Domaio a San Adrián (Vilaboa). Desde el Concello argumentan que el sector del mar de Moaña “paga las mismas cuotas que en el resto de Galicia”.

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