El depósito de restos vegetales supera el millón de kilos y los concellos buscan vías para su reducción

La Mancomunidade reconoce que supone un problema de imagen y económico | Los técnicos denuncian que algunas de las zonas habilitadas para este fin se han convertido en auténticos vertederos incontrolados

Uno de los puntos para la recogida de restos vegetales en Moaña, en el lugar de A Paradela, en el que también se depositan otros residuos.

Uno de los puntos para la recogida de restos vegetales en Moaña, en el lugar de A Paradela, en el que también se depositan otros residuos. / Fdv

La imagen de los restos vegetales amontonados a los lados de los contenedores hace tiempo que supone un problema para la Mancomunidade do Morrazo y para los concellos. Un problema por la mala imagen que se ofrece puesto que estos lugares con el tiempo se han convertido casi en vertederos incontrolados. Y un problema económico por el coste económico que supone su recogida y tratamiento. Este asunto centró ayer una reunión de responsables de los ayuntamientos de Cangas, Moaña y Bueu, un encuentro en el que la gerencia de la Mancomunidade puso algunas cifras encima de la mesa. La más llamativa es que durante el año 2022 se recogieron más 1.000 toneladas de restos de fracción vegetal. Dicho de manera más contundente: más de un millón de kilos de depósitos procedentes de podas, jardines y huertos. Son casi 300.000 kilos más que en el ejercicio anterior y todo indica que ese volumen continuará en aumento.

Los servicios técnicos de la Mancomunidade plantearon en la reunión de ayer –celebrada en las instalaciones del complejo ambiental de A Portela– la posibilidad de poner en marcha un servicio de recogida puerta a puerta similar al que se emplea ahora mismo con los enseres voluminosos: se pondría a disposición de la ciudadanía un teléfono para concertar una fecha y un lugar de recogida. No obstante, esta propuesta no generó consenso entre los responsables de los tres municipios, que abogan por explorar más alternativas para hacer frente a este problema.

El asunto se tratará en una próxima junta de gobierno de la Mancomunidade y el presidente del ente supramunicipal y alcalde de Bueu, Félix Juncal, solicitó a los técnicos un informe más completo sobre la evolución de la recogida de restos vegetales y su impacto económico. “En su día se implantaron espacios para el depósito domiciliario o doméstico de estos restos, pero con el paso del tiempo estos puntos se convirtieron en vertederos incontrolados, en los que proliferan todo tipo de residuos”, admitía ayer Juncal.

El incremento exponencial de este tipo de depósitos queda patente a través de otro dato: ahora mismo la fracción vegetal es la tercera en volumen de kilos dentro de los residuos que trata la Mancomunidade do Morrazo. La fracción más abundante es la del contenedor verde, donde todavía confluyen la fracción resto y orgánica, con 23,3 millones de kilos que se envían a Sogama. A continuación aparecen prácticamente empatados, con una diferencia mínima, el vidrio y los restos vegetales, que superan ligeramente el millón de kilos. En ambos casos se emplea el mismo vehículo para su retirada: un camión de caja abierta y con una grúa incorporada.

Una jaula habilitada en Moaña para el depósito de podas y restos agrícolas.

Una jaula habilitada en Moaña para el depósito de podas y restos agrícolas. / Gonzalo Núñez

El volumen de los restos vegetales supera ampliamente a la recogida selectiva del contenedor amarillo (708.410 kilos) o la del cartón y papel (931.360 kilos). En este último caso, si se sumasen los 92.640 kilos cartón comercial sí que el volumen sería superior al del vidrio y a la fracción vegetal. Pero por muy poco (1.024.000 kilos).

Los servicios técnicos reconocen que el volumen de restos vegetales tratados es enorme y supone un grave problema para la Mancomunidade. A pesar de la apuesta por el compostaje la planta de A Portela no tiene capacidad para tratar y dar salida a semejante volumen. Desde la presidencia apuntan que una de las alternativas a estudiar es la reducción desde el punto de origen. En este sentido recuerdan que los tres concellos disponen de una serie de biotrituradoras eléctricas que son de préstamo gratuito entre los vecinos. La Mancomunidade también acaba de dotarse de una nueva biotrituradora con un motor de combustión y mayor capacidad, que se pondrá a disposición de la ciudadanía de forma gratuita.

“Desde hace años contamos con sistemas complementarios, como los composteros individuales, los comunitarios y el tratamiento en la propia planta. Quizás debamos apostar por potenciar la reducción en origen, con un sistema similar al que utilizan los madereros en los montes”, deslizaba ayer Félix Juncal. En todo caso aboga por encontrar cuanto antes solución a un problema que se agrava año a año y que “repercute en una imagen nada agradable”.

El camión portacontenedores de la Mancomunidade a la salida del taller tras su reparación.

El camión portacontenedores de la Mancomunidade a la salida del taller tras su reparación. / Fdv

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El camión portacontenedores vuelve a estar por fin activo en la planta de A Portela. El vehículo estaba fuera de servicio desde el mes de julio y finalmente fue entregado a finales de la semana pasada después de una compleja reparación. Su avería impedía desplazar dentro del complejo ambiental los grandes contenedores compactadores en los que depositan los residuos que se trasladan a Sogama. Una situación que obligó a los camiones de O Morrazo a descargar en otras plantas de transferencia de la provincia en pleno verano, que es la época en la que se genera más basura debido al aumento de población vinculado al turismo.

Por otro lado, la Mancomunidade do Morrazo licitará de nuevo el contrato para el suministro de contenedores compactadores con 40 metros cúbicos de capacidad, que acaba de quedar desierto. En la nueva licitación se mantendrá el presupuesto de caso 115.000 euros, pero en lugar de comprar los cinco previstos inicialmente se adquirirán tres, pero todos ellos compatibles con el tranporte por carretera y ferrocarril.

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