Los caseros endurecen aún más el acceso al alquiler: ya piden hasta tres meses de fianza

Propietarios de pisos en la ciudad que piden tres mensualidades como depósito pese a las dudas sobre su legalidad | Al menos en la mitad de los arrendamientos también se le reclama un seguro de impago

Una mujer mira anuncios de viviendas en el escaparate de una inmobiliaria de Vigo.

Una mujer mira anuncios de viviendas en el escaparate de una inmobiliaria de Vigo. / Marta G. Brea

Comprar una vivienda supone un desembolso inicial descomunal, aunque se pida una hipoteca. Y es que por regla general los bancos solo cubren el 80% de la operación, pero es el usuario el que tiene que aportar el 20% restante en forma de entrada del piso, apartamento o casa que vayan a adquirir. Es decir, deben tener unos ahorros muy importantes para decidir embarcarse en una aventura financiera de este tipo. Pero lo cierto es que cada vez se está poniendo también más difícil el acceso a una vivienda de alquiler y, aunque a menor escala, el desembolso necesario y los requisitos que exigen los propietarios a los inquilinos para poder entrar en un piso son muy elevados. Los dueños de los pisos, en la actualidad, piden un mes por adelantado, y en algunos casos, en Vigo, están pidiendo incluso tres meses de fianza, a lo que habría que sumar otras cantidades como el seguro de impago, que se abona en muchos alquileres. Es decir, para entrar en un piso que cuesta seiscientos euros de alquiler, hay que pagar 2.400 euros por adelantado.

La ley de arrendamientos urbanos establece que la fianza debe ser de un mes, pero que el arrendador puede reclamar otras dos por adelantado siempre y cuando esas dos sean como garantía adicional, y no como fianza. Ahí reside las dudas sobre la legalidad de algunos contratos sobre fianzas de tres meses que se están firmando en los últimos tiempos en la ciudad. Es más, algunas inmobiliarias han trasladado a FARO su preocupación por el hecho de que algunos caseros han querido aprovechar la temporada estival para subir los precios por encima del mercado y también para endurecer las condiciones del acceso a la vivienda.

Precisamente, el encarecimiento en el precio de los alquileres y el aumento de las exigencias para el acceso a la vivienda llega en un momento del año crítico, cuando centenares de estudiantes están buscando piso en Vigo para mudarse de cara especialmente al inicio del curso universitario, que están tendiendo serios problemas para encontrar alojamiento.

Los desorbitados precios de los pisos de alquiler provocan que los estudiantes decidan buscar directamente habitaciones en viviendas compartidas con otras personas, aunque sean desconocidas. Pero esta opción tampoco es tan viable económicamente como pensaban. Las rentas mensuales que reclaman los propietarios para alquilar una habitación también están por las nubes: más de cuatrocientos euros por ejemplo en algunos casos y una media que ronda los trescientos. Cantidades prohibitivas para gran parte de los universitarios y también para sus familias, que les ayudan a afrontar los pagos.

Encontrar una vivienda para los universitarios: misión imposible

Pero los precios desorbitados no son el único problema. También lo es la falta de oferta, que viene motivada a su vez por varias causas. La principal, según apuntan agencias inmobiliarias y también varios administradores de fincas de la ciudad, es que cada vez son más los caseros que deciden no alquilar sus inmuebles a estudiantes durante el curso docente. Es decir, “vetan” a los universitarios por miedo a los daños que puedan ocasionar en la vivienda o por los problemas que puedan tener con los vecinos, especialmente derivados de fiestas o ruidos.

Hay que apuntar, no obstante, que lo más normal es que los propietarios demanden un mes de fianza, que es “obligatorio por ley” en el caso de los pisos, así como las últimas nóminas, información que se envía al seguro para que considere si dar luz verde o no. Respecto a los seguros de impago, precisamente, las inmobiliarias apuntan que más de la mitad de los propietarios exigen su contratación y es el inquilino el que debe pagarlo de forma general. Además, a la hora de alquilar un piso también se tiene en cuenta que la nómina del arrendatario sea de al menos el doble del importe de la mensualidad que debe pagar por la vivienda. 

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La inflación, el encarecimiento de las materias primas, el auge de los pisos turísticos, el atranco del Plan Xeral de 2008 o la Guerra de Ucrania. Sean cual fueren las causas, los datos no mienten: el precio medio de la vivienda en venta en Vigo acaba de llegar a su máximo en casi una década. Desde comienzos de 2013 no se alcanzaban los 2.054 euros por metro cuadrado que al cierre del mes de julio marcaba la media del mercado inmobiliario de la ciudad. Los datos los reporta Idealista, el portal de compra venta online más grande del Estado y el que más propiedades tiene indexadas en su base de datos. La subida es de un 1,4% respecto al mes de junio y de un 5% si se compara con el mismo mes del año anterior.

  • 1. El seguro de impago, muy habitual

    Más de la mitad de los propietarios exigen firmar un seguro de impago. Por lo general, lo suele abonar el inquilino.

  • 2. La nómina, el doble que una mensualidad

    Para acceder a un piso, el inquilino debe demostrar que tiene una nómina de al menos el doble de la mensualidad que pagará.

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