El principal valor del bosque gallego no es su madera: la captura de carbono supone el 45%

De los 43.000 millones de euros en que se calcula su riqueza, la contribución contra el cambio climático equivale a 19.000 millones, mientras que la madera aporta 7.500

X. A. Taboada

X. A. Taboada

Se podría pensar que el principal valor de los montes arbolados es su madera o, ahora que cada vez aumenta más la demanda de combustible para estufas o calderas, su biomasa, pero no es así. El activo más importante de los bosques gallegos es su capacidad para absorber carbono, que supone casi la mitad del valor que se le asigna a la superficie arbolada de Galicia. Esta contribución contra el cambio climático se puede monetizar y su valoración sería de casi 19.440 millones de euros, lo que equivale al 45,2% de la riqueza que se calcula que aportan los bosques de la comunidad autónoma.

La cifra no responde a cuentas o conjeturas discrecionales, sino a las operaciones realizadas en base a la metodología oficial VANE, elaborada por la Universidad de Alcalá junto con el (en su día) Ministerio de Medio Ambiente para facilitar la identificación y la valoración económica de las funciones y servicios ambientales en el territorio español. De su aplicación a Galicia se encargó la Escuela de Ingeniería Forestal de la Universidade de Vigo, cuyo equipo, dirigido por Juan Picos, determinó que el valor del bosque gallego es de 42.986 millones de euros.

En esta captura de carbono la especie que más contribuiría sería el eucalipto, debido a su rápido crecimiento, más lento en el caso de las coníferas y de las frondosas. Evidentemente, como advierte Juan Picos, esa estimación de casi 19.440 millones de euros no se puede convertir directamente en dinero, pero es el valor económico que se le asigna al bosque gallego por su aportación al aire limpio.

La Escuela de Ingeniería Forestal de la Universidade de Vigo, cuyo equipo, dirigido por Juan Picos, determinó que el valor del bosque gallego es de 42.986 millones de euros

Lo que sí se puede monetizar es la materia prima: madera, sobre todo, y luego en volúmenes mucho más modestos, productos como castaña o setas. Su valor sería de 7.482 millones de euros y supondrían el 17,4% de la riqueza total del monte arbolado, según el informe de la Escuela de Ingeniería Forestal.

Pero por encima de este activo habría otro. El valor añadido del agua, entendido como tal la aportación en calidad y cantidad del suministro a las cuencas hidrográficas derivado de la presencia de árboles en los montes. En euros serían 10.578 millones, el 24,6% del valor total de los bosques gallegos.

La contención de la erosión del suelo que suponen los árboles también es otro factor que contribuye a generar riqueza. En el caso gallego representaría el 7,6% y su valor sería de 3.268 millones de euros. Por debajo, con 2.021 millones, estaría la conservación de la diversidad biológica y ya, finalmente y con cifras poco más que testimoniales, figuran el servicio recreativo (0,2%) y la caza (0,3%).

Según el inventario forestal de Galicia, presentado el pasado mes de junio y que ha servido para calcular el valor de los bosques, la comunidad cuenta con cerca de 620.000 hectáreas de frondosas caducifolias, 420.000 de coníferas –pinares en su gran mayoría– y 409.000 de eucaliptales.

En comparación con el contexto nacional e internacional, en el año 2018 la cadena forestal-madera de la Unión Europea aportaba el 1,4% de su PIB. En España, esta cadena supone cerca del 0,9% del PIB, mientras que en Galicia este valor asciende a cerca de 1,9%.

El pasado año, el volumen de facturación fue de 2.715 millones de euros, de los que 1.055 correspondieron a la fabricación de tablero y pasta da celulosa; 501 al sector rematante; 607 a la segunda transformación; 467 al aserrado y 85 a la biomasa. Y casi la mitad de la producción forestal acaba en el exterior, pues es una de las patas en que se asienta la actividad exportadora de Galicia. El pasado año ascendió a 1.300 millones de euros, ocupando el primer puesto en valor el material mobiliario, seguido de la madera y la pasta.

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