Gallegas a la vanguardia

“La ciencia es mi pasión y en la moda me divierto”

La viguesa Jimena Zulueta Mosquera, que ha desfilado en la London Fashion Week, trabaja como científica asociada en la New York Stem Cell Foundation, donde investiga la esclerosis

Sandra Penelas

Sandra Penelas

Debutó en la moda siendo una niña y desfilaba en las principales pasarelas españolas mientras estaba en el instituto, pero Jimena Zulueta Mosquera (Vigo, 1999) creció bajo la “inspiración” de su abuelo materno, un médico “maravilloso” que fue jefe de Cirugía en Povisa, y siempre tuvo claras sus prioridades. Puso rumbo a Londres para estudiar Biomedicina en el King’s College London, donde descubrió la neurociencia y las células madre. Después cursó un máster en el Imperial College y desde hace un año trabaja como científica asociada en la New York Stem Cell Foundation (NYSCF), una institución sin ánimo de lucro que persigue acelerar la curación de enfermedades como la esclerosis, el cáncer o la diabetes a través de la investigación en este ámbito, que tiene un enorme potencial para explicar los mecanismos que las generan y buscar tratamientos.

“Es una mezcla de academia e industria. Me pareció el sitio perfecto para ganar experiencia y prepararme para el doctorado que empezaré el año que viene en la Universidad de Copenhague. El NYSCF está centrado en células madre y tiene tecnología punta. Y me permite estar en contacto con grandes expertos, lo cual es una auténtica maravilla. Me siento como una niña pequeña rodeada de los mejores profesores”, celebra.

Su jefa, Valentina Fossati, ha desarrollado varios protocolos para obtener diferentes tipos de células cerebrales a partir de células madre, entre ellas, los oligodendrocitos. “Son los responsables de la mielinización, que es lo que permite que las neuronas tengan actividad eléctrica. Y cuando este proceso no funciona se desarrollan enfermedades como la esclerosis múltiple, además de tener implicaciones en el alzhéimer o el párkinson”.

En el grupo utilizan las células madre de pacientes para obtener oligodendrocitos y así poder estudiar en el laboratorio qué función cumplen en el cerebro y los mecanismos que conducen a la enfermedad en cada una de esas personas, además de compararlos e intentar identificar si hay alguno principal. Jimena está enfocada en la esclerosis, dolencia que padece su jefa.

Jimena en Londres

Jimena Zulueta, en Londres, donde estudió Biomedicina. / Cedida

“Es un tema bastante personal y motivador en nuestro equipo. Todavía no se ha podido reproducir la mielinización in vitro, lo que dificulta conocer qué falla en la esclerosis. Es un trayecto muy complicado, pero mi función es básicamente crear una plataforma con células madre para intentar entender estas dolencias, replicar ese proceso en el laboratorio y buscar un camino que nos acerque a algún tipo de tratamiento”, explica la científica viguesa, que también colabora con un investigador de Harvard que estudia la atrofia multisistémica, una enfermedad rara y devastadora con síntomas parecidos a los del párkinson y la esclerosis.

“La neurociencia es un campo muy complejo. Hay muchísimas enfermedades a las que solo se les pone nombre, pero no tienen tratamiento. Es difícil entender el cerebro y además estos trastornos son diferentes en cada paciente porque su material genético es distinto. Las células madres son una manera superpoderosa de acercarte un poco más a lo que está pasando y en estas plataformas podemos testar medicamentos antes de llevarlos a ensayos clínicos. En el NYSCF ya han iniciado uno en el que convierten células madre de personas sanas en células dopaminérgicas, que sufren degeneración en el párkinson, y después las inyectan en el cerebro de pacientes. Parece muy futurista, pero está funcionando. Es muy prometedor”, revela.

Cuando se traslade a Copenhague, Jimena seguirá trabajando en este ámbito bajo la dirección del investigador Steven Goldamn, uno de los descubridores de los oligodendrocitos. “Estudia el proceso de mielinización pero tiene un espectro más grande de enfermedades como la esquizofrenia o el autismo”, comenta la viguesa, cuyo sueño sería volver algún día a nuestro país.

“Llevo siete años fuera de España y cada vez me cuesta más, pero es muy importante formarse en los mejores centros para volver luego con la mochila llena. En ciencia hay que hacer en algún momento una estancia en EE UU porque es el país donde hay un mayor esfuerzo inversor en investigación. Y España necesita un impulso en este sentido porque hay mucho talento fuera y el Gobierno debería hacer un esfuerzo en recuperarlo. Pero soñar es gratis y a mí me encantaría volver a Galicia para crear mi laboratorio y hacer un poco de puente con EE UU e Inglaterra. Sería increíble. ¡Y la alegría que le daría a mi madre!”, apunta entre risas.

Mientras se esfuerza en apuntalar el camino para lograrlo, Jimena disfruta del contraste entre dos de las principales metrópolis del mundo –Londres y Nueva York– y su Vigo natal. “Me encanta la adrenalina de vivir en dos ciudades tan grandes y luego tener mi casa, un lugar al que volver para desconectar”, reconoce.

“Aquí todo va muy rápido y los primeros meses te sientes como en una película, pero es una auténtica maravilla de ciudad. En el grupo somos todas mujeres, lo cual es bastante motivador y empoderador, y hacemos mucha piña. También el centro fomenta las relaciones y hay un buen ambiente de trabajo. Los españoles que estamos aquí también hacemos pandilla. Y hay millones de eventos. La semana pasada acudí al festival en homenaje a Paco Lucía. Quién me diría a mí que iba a disfrutar de un espectáculo flamenco en Nueva York y a hablar con Farruquito”, comenta divertida.

Aunque en EE UU todavía no ha hecho ningún trabajo, Jimena sigue vinculada al mundo de la moda. La había dejado un poco de lado cuando llegó a Londres, pero la directora de casting de Dior la sorprendió un día por la calle, le ofreció volver y empezó a hacer campañas y a desfilar en la London Fashion Week en su tiempo libre.

Campaña de moda en la que Zulueta fue modelo

Campaña de moda en la que Zulueta fue modelo. / Cedidas

La ciencia es mi pasión, mi vida, me enriquece a nivel intelectual y me encanta. Es un privilegio absoluto. Y el mundo de la moda es donde aflojo y me divierto. Es una puerta para conocer a gente diferente. Sé que es difícil que la gente lo vea así porque en la moda hay muchas presiones y es inestable, pero para mí es un hobby”, reflexiona.

Su trayectoria causa sorpresa y, sobre todo, rompe muchos prejuicios. “No dejas de ser un maniquí y asumen que eres cero interesante o una mujer vacía. Y cuando les digo que me dedico a la neurociencia no lo ven posible. Pero cada vez más modelos tienen sus carreras. Cuando llegué a Londres conocí una industria más experimental y abierta en la que había más compañeras como yo, que eran fotógrafas, artistas o estudiaban astronomía. De hecho, cada vez se busca más la personalidad, no solo una cara bonita”, destaca Jimena, que también está acostumbrada a generar caras de asombro al otro lado, en el ámbito académico. “Al principio, incluso me daba un poco de vergüenza decirlo”, admite, “pero sí es cierto que noto más aceptación en EE UU que en Reino Unido porque son más extrovertidos. La ciencia y la moda son como dos mundos opuestos, pero a mí me encantan ambos y lo paso fenomenal ” .

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