fútbol - Primera Federación

El Arenteiro confirma su peor presagio

Diego García, el guardameta, ha sido operado del tendón de Aquiles y será baja

El arquero, Diego García, durante uno de los entrenamientos de la temporada. |  // IÑAKI OSORIO

El arquero, Diego García, durante uno de los entrenamientos de la temporada. | // IÑAKI OSORIO / l.G.

l.G.

El Club Deportivo Arenteiro se desplazó este fin de semana para medirse en el Johan Cruyff al Barça Atlétic, un partido que sí en lo deportivo salió como esperaban los verdes en la enfermería ha causado una baja importante; la de Diego García. 

El portero de los carballiñeses se retiró del campo en los primeros minutos del encuentro cuando aún no se llegaba al cuarto de hora. El jugador se fue al suelo y el partido permaneció parado durante unos cinco minutos mientras el médico lo atendía entre los gritos y alaridos del arquero, que ya hacían presagiar lo peor y mas cuando terminaba trasladado en camilla ya sin poder apoyar el pie. 

La imagen era el ourensano negando con la cabeza habiendo tirado los guantes sobre el césped y agarrándose en la zona del tendón de Aquiles. En su lugar entró Pablo Brea. 

Del campo regresaron los verdes con un punto más pero un hombre menos porque el entrenador, Javi Rey, ya decía en el viaje de vuelta que todo parecía apuntar a una lesión en el tendón de Aquiles de la pierna izquierda. Como así lo confirmó el diagnóstico médico en la tarde de ayer cuando el equipo llegó a la ciudad de As Burgas, donde a última hora el portero se sometía a una operación que ya conoce puesto que en el año 2019 el meta, que por aquel entonces militaban el Ourense CF, ya se había roto el tendón de Aquiles.

La baja fue entonces sensible para los pontinos y ahora es sensible para el CD Arenteiro que por el momento pone bajo palos a Pablo Brea, pero se encuentra bajo mínimos en esa posición ya que Manu Figueiroa, el tercer portero, tiene un esguince que lo mantendrá apartado del terreno entre tres y cuatro semanas. “Habrá que tomar medidas”, deja caer un Javi Rey que por redes animaba a su jugador. “Nunca estarás solo, caminaremos juntos. Mucho ánimo, amigo”. 

A la lesión se sumó que todo el regreso fue un odisea para el equipo carballiñés, el autobús en el que se desplazaban se estropeó en Zaragoza de madrugada, donde tuvieron que permanecer horas hasta conseguir un reemplazo que los llevase a Madrid, desde donde volvieron a Ourense en tren. Todo un periplo que se ha visto compensado con dos días de descanso esta semana; ayer y hoy, antes de volver a preparar un partido con viaje largo porque toca visita a Cornellá.