Fútbol - Primera Federación

El Arenteiro da la sorpresa ante el Dépor en Riazor

La intervención de Rivas facilitó el gol de Romay,que salvó un punto en el descuento

Marquitos abraza a Diego Rivas tras el duelo. |  // CARLOS PARDELLAS-LCO

Marquitos abraza a Diego Rivas tras el duelo. | // CARLOS PARDELLAS-LCO / l.G.

L.G.

Enmudecido. Así quedo el líder de la Primera Federación, el Deportivo de A Coruña, cuando su rival en la tarde de ayer, el Club Deportivo Arenteiro, cumplió el pronostico de su entrenador, Javi Rey, y se dio “una alegría” en Riazor. Era el minuto 94, el ultimo del añadido, y el conjunto de O Carballiño perdía por la mínima cuando apareció un saque de esquina que supuso el empate y el jarro de agua fría para los anfitriones.

Por el principio. El Club Deportivo Arenteiro salió como había pedido el mister, sin complejos, con ambición y valiente ante 28.293 personas, el máximo aforo que a puesto sus ojos a la vez sobre el conjunto ourensano. No importó y no se sintió presionado. Salía a jugar de tú a tú, sin nada que perder, con la permanencia matemática ya asegurada. Y se notó.

La primera jugada con clara intencionalidad partió de la bota de un jugador que fue interés del Dépor en el mercado de invierno: Luis Chacón. Corrió, amenazó, lanzó y se marchó alto, pero sirvió de aviso. Sin embargo, estaban en casa del líder y este controlaba bien la manija del juego y poco se hizo derogar, en una jugada que parecía dispuesta a salir por linea de fondo, rescató el esférico Lucas Pérez, dio pase atrás a Mella y el canterano metió la bota enviando al fondo de la red donde se estrenaba Diego Rivas, el entrenador de porteros de los verdes y, ayer, su guardameta.

El partido se crecía en ritmo de la parroquia local, el capitán sacaba una falta que Barbero mandaba alta para tranquilidad de los visitantes, pero durante poco tiempo porque el mismo bajó poco después un pase de Lucas, colocó el esférico y disparó a la meta, donde esta vez Rivas salvó los papeles.

Yeremay también quiso protagonismo y apretó a la defensa de O Carballiño, pero Ger despejó su intento, al igual que Marino Illescas poco después. En el otro área, Iván Ramos quiso poner el empate, pero su disparo se marchó desviado y ya antes de la pausa, dos intentos de Lucas Pérez que no terminaron en puerto, una por no hallar rematador y otra porque Álvaro Ramón estaba preparado para impedirlo.

Tras el paso por vestuarios el Arenteiro subió marchas, Manin no llegó por poco a un centro tras una falta, pero en la siguiente jugada Parreño tuvo que sacar los guantes para frenar un lanzamiento. A continuación asustó Cardero, que se salvó de Martínez regateó a otro defensor y, ajustado al palo, mandó el balón. Parreño intervino y libró. Como también salvó un ácido disparo de Vicente Esquerdo.

Y entonces, en los mejores minutos de un Arenteiro que jugaba a lo grande, llegó el tanto. Local. Un zapatazo desde fuera del área de Diego Villares ponía el doloroso 2-0.

Pero nadie bajó los brazos. Chacón armó la pierna y consiguió un córner que, aunque supo a poco en el instante, fue mucho al segundo siguiente. Desde la esquina recibió el balón el de Pontedeume ,que envió por encima de Parreño poniendo el 2-1, recortando distancia con media hora por delante.

Tiempo de sobra para que la acción no parase. Diego Rivas tuvo que poner el guante para frenar un tiro de Mella que iba directo a la escuadra y después Lucas Perez amagó con un gol olímpico que no fue tal. No bajaba el ritmo y entraron los cambios, entre ellos Romay.

El jugador con pasado blanquiazul fue el ejecutor del empate. En el ultimo minuto de duelo a balón parado en el área recibió un Diego Rivas que ya había abandonado su meta y presionaba con el resto del Arenteiro. Pasó a Romay y este, delante de Parreño, silenció Riazor. 2-2.