Fútbol - Segunda Federación

El ascenso pone el broche de oro en Oira

El Ourense CF venció por 2-0 al Real Oviedo Vetusta y rubricó su pase directo a Primera Federación

Jerin y Marqueta levantando la Copa de campeones de Segunda Federación, el trofeo del ascenso, ante sus compañeros. |  // ALAN PÉREZ

Jerin y Marqueta levantando la Copa de campeones de Segunda Federación, el trofeo del ascenso, ante sus compañeros. | // ALAN PÉREZ / l.G.

L.G.

El Ourense CF completó ayer un objetivo que ni siquiera existía al principio de la temporada, los pontinos lograron proclamarse campeones del Grupo I de la Segunda Federación, imponiéndose a equipos como el Pontevedra y el Zamora y ascendiendo por la vía rápida a la Primera Federación, la cota más alta del equipo en su trayectoria. 

El conjunto dirigido por Rubén Domínguez consiguió así poner el broche de oro a una temporada que no pudo dejar mejores números para el club: 20 victorias y 10 empates a falta de un último encuentro, el que ya no necesita clasificatoriamente el Ourense CF pero en el que aún seguirá dando la cara para no deslucir su casillero. 70 puntos con 50 goles a favor y tan solo 19 en contra; ese es el balance de un equipo que ayer en el Municipal de Oira dio un paso más en su historia deportiva venciendo al Real Oviedo Vetusta por 2-0 y, con ello, sumando a sus vitrinas su primer trofeo a nivel nacional.

El Municipal de Oira ha sido el escenario protagonista de las conquistas del club. Las obras de O Couto obligaron a jugar sobre el césped artificial a orillas del Miño y ha sido el amuleto del club que ayer hizo un llamamiento a una afición que no falló para presenciar todo un espectáculo, que ya preveía ascenso con el primer gol apenas consumido el quinto minuto de juego.

Así, con ambiente de fiesta en las bancadas, salieron los jugadores al campo. Vítores, pitidos y gritos para animar a un equipo al que le daban las cuentas. Solo dependía de si mismo. Enfrente un conjunto que, ya con el descenso consumado, se había desplazado hasta la ciudad de madrugada y despertó de golpe ante el asedio de la parroquia local.

Con el once azulón en un 3-4-3 empezó la acción en Oira con tanta intensidad que Lucas Laso vio la primera tarjeta al intentar evitar un ataque prometedor. Un intento que solo valió para la sanción, porque en la primera jugada el balón ya dio en el fondo de la red. Fue una incursión por banda de Fer Andrada que, desde el carril derecho, envió al corazón del área donde Gonzalo di Renzo cabeceó a placer ante un Lucas Laso y un Egboh que nada pudieron hacer.

El 1-0 dio paso a la euforia en el público, pero no a la tranquilidad en el terreno donde los jugadores querían más e incomodaban al conjunto carbayón con más llegadas de peligro. Así, un latigazo de Jerin desde el balcón del área era repelido por Egboh, pero con apuros y propiciando nuevos remates de Gabri Palmás y Alberto Gil, de los que se encaraban la defensa. Pero sin descanso, porque Gonzalo di Renzo en una jugada individual recorría gran distancia para aproximarse a la meta y asustar enviando el esférico al exterior de la red.

Con todo ello, todavía no se llegaba al cuarto de hora y fue entonces cuando Santi Miguélez probó fortuna para los suyos, pero no intimidó a Marqueta, quien acertó a sacar una mano para proteger el botín momentáneo. La tuvo también Andrada para los anfitriones en un centro que despejó la defensa asturiana, lo mismo que sucedió poco después en un intento de Jerin. Quiso cabecear un córner y en el salto se topó con Egboh, que lo golpeó en su salida, al no encontrar balón, pero el árbitro consideró que nada había pasado.

Gonzalo di Renzo, con un disparo suave que paró sin problemas el cancerbero del Oviedo Vetusta, y Alberto Gil con un disparo que se marchó alto pusieron el final de una primera parte cómoda para el Ourense CF.

Tras el paso por vestuarios el ritmo disminuyó y hubo que esperar diez minutos para ver una ocasión de puntuar, la que tuvo Álex Gil con un disparo que se le fue alto, pero que sirvió para avisar de lo que estaba por venir. En una salida de tres, Alberto Gil centró para Jerin y este, raso a la base del palo puso el tanto que aseguró el ascenso.

Los casi cuarenta minutos restantes tuvieron menos de fútbol y más de deseo del pitido final. Marqueta, ya alrededor del minuto 80, tuvo que hacer acto de presencia en un intento del Oviedo por sacar un gol de honor, pero no tuvo complicaciones. A mayores, un libre directo que Jerin buscó poner en la escuadra, donde se encontró con la mano de Egboh, pudo ampliar la renta, y ya para soñar con el colofón hubo una pena máxima.

El disparo fue de Manu, con la memoria del penalti que ascendió al Lugo hace más de una década. Aquí el balón no entró, pero no fue necesario, el ascenso estaba conseguido y, a falta de una visita al Real Avilés Industrial, el Ourense CF ya es de Primera Federación.