El Arenteiro y lo caprichoso que es el fútbol: la 'cláusula del miedo' y 'la ley del ex' silencian Riazor

El equipo de O Carballiño se vio obligado a jugar con el entrenador de porteros, y su intervención facilitó el gol de Romay, con pasado deportivista, logrando un punto para los suyos en el descuento

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Un compañero felicita a Diego Rivas por su gran actuación.

Un compañero felicita a Diego Rivas por su gran actuación. / Carlos Pardellas

M. C.

A falta de unas días para que se disputase el derbi entre el Deportivo de La Coruña y el Club Deportivo Arenteiro, el equipo visitante no tenía ningún portero disponible para ese choque. Dos de sus guardametas estaban lesionados y sobre el tercero, cedido por el propio club blanquiazul, debía aplicarse la famosa 'cláusula del miedo', que impide a un jugador, propiedad de otro equipo, a vestirse de corto ante la posibilidad de salir más perjudicado, al jugar con la camiseta de su rival.

En este caso, Pablo Brea, cedido por los blanquiazules al equipo de O Carballiño, tuvo que dejar su puesto bajo los palos a su propio preparador, Diego Rivas, a quién el Arenteiro se vio obligado a inscribir oficialmente para defender la portería de los ourensanos en Riazor.

"Vamos a proteger a Diego Rivas, estoy seguro de que hará un partidazo. El fútbol es muy caprichoso; igual nos da una alegría el domingo". Estas fueron las declaraciones en la previa del choque Deportivo-Arenteiro, del técnico del conjunto ourensano, Javi Rey, que vaticinó casi 48 antes lo que iba a suceder en Riazor.

Y es que las palabras del entrenador fueron casi un augurio que, a la postre, se materializaría sobre el terreno de juego. Además de la gran actuación de Rivas durante todo el encuentro, su intervención fue vital en el gol del empate que lograría el conjunto ourensano en el tiempo de descuento y que enmudeció a su rival y a la parroquia deportivista.

Era el minuto 94, el ultimo del añadido, y el conjunto de O Carballiño perdía por la mínima cuando se pitó un saque de esquina a favor del conjunto visitante. En el área, recibió un Diego Rivas que ya había abandonado su meta y presionaba con el resto del Arenteiro. Pasó a Romay y éste, frente a Parreño, silenció Riazor que vio como el electrónico mostraba el definitivo 2-2.

Romay, el ex

Pero la bofetada al líder de Primera Federación, que ahora se queda sin margen en su lucha por el ascenso, fue doble. Y es que ese gol del empate fue obra de un jugador con pasado deportivista, Manuel Romay. Se cumplía así la 'ley del ex', una norma no escrita que dicta que un futbolista marcará cuando se reencuentre con su antiguo equipo. Además, el de Malpica de Bergantiños, ex del Fabril, anotaba en Riazor su primer gol en las dos temporadas que lleva en la disciplina del club de O Carballiño. Cosas del fútbol.

"Si tú das, acabas recibiendo"

En el día después, uno de los grandes protagonistas del partido quiso dar las gracias por el apoyo en su perfil de la cuenta 'X'.

Diego Rivas publicó dos fotos en las que sale saludando a los aficionados del Arenteiro que acudieron a Riazor para ilustrar este post: "The Last Dance Recap (resumen del último baile). GRACIAS por las innumerables muestras de apoyo y cariño. Lo de ayer me reafirma en mis valores para afrontar el fútbol y la vida. Si tú das, acabas recibiendo. Sólo hay que saber esperar."