La conversión del monasterio de Oia en hotel generará más de 30 empleos

Los propietarios reclaman a las administraciones celeridad en los permisos para empezar cuanto antes las obras

Recreación de la recepción del futuro hotel del monasterio de Oia.

Recreación de la recepción del futuro hotel del monasterio de Oia. / Cedida

Kaleido (antes Vasco Gallega) lleva ya veinte años como propietaria del Real Monasterio de Oia, dos décadas muy intensas en las que por primera vez se abrió el cenobio al público tras varias reformas con medidas urgentes para la protección, la consolidación y apuntalamiento de fachadas y cubiertas.

Pero ahora empieza ya otra etapa, muy ilusionante, con una inversión estimada de treinta millones de euros para convertir el Monasterio en un hotel, que incluirá también un restaurante, y en una referencia en el ámbito cultural. Esta actuación marcará un antes y un después en la historia de esta construcción, y desde Kaleido se espera que las diferentes administraciones que deben dar el visto bueno al proyecto “permitan, por fin, iniciar las obras definitivas en breve plazo”.

“Es emocionante pensar que después de veinte años de trabajo por y para el Monasterio, estamos a punto de presenciar el nacimiento de una nueva etapa, tras tres siglos desde el último resurgimiento. Deseamos tener los informes y la licencia que nos permitan iniciar de inmediato unas obras que serán un hito histórico para todos nosotros”, apunta Xoán Martínez, director del Monasterio, tras la presentación de la última Memoria de Sostenibilidad.

En dicha memoria, precisamente, se refleja que el proyecto de hotel y restaurante generarán más de treinta puestos de trabajo en una construcción que contará con 76 habitaciones, un museo, 40.000 metros cuadrados de espacios exteriores y recuperará la huerta monacal. En la memoria se refleja precisamente la aspiración de que 2024 sea un momento histórico: “adecuar el Monasterio a la realidad que vivimos en el siglo XXI, aprovechar la última tecnología y los grandes avances en innovación para ser dignos herederos del trabajo iniciado por los maestros constructores de la Orden del Císter, conocidos por aplicar la innovación en la construcción de sus abadías”. “Un uso histórico recuperado como alojamiento de personas, en un diálogo continuo con el mar que constituye el fondo permanente de un patrimonio único”, añaden.

Escenario de eventos culturales

El pasado año 2023 estuvo marcado, en el interior del cenobio, por una vibrante dinamización cultural. Fue un año lleno de eventos propios y también con importantes colaboraciones, desde las tradicionales visitas guiadas hasta eventos como un festival de música antigua. Destaca también iniciativas de incursión cultural más allá del muro del Monasterio.

Por ejemplo, la proyección del documental Un mosteiro, un fogar en el museo MARCO de Vigo, o el préstamo de uno de los grafitos de cuando el cenobio fue cárcel y que viajó a Madrid para ser expuesto en la muestra El tragaluz democrático, organizada por el Gobierno de España en la sala Arquería de Nuevos Ministerios dedicada al arte contemporáneo.

Y como es habitual año tras año, se llevaron a cabo diversas intervenciones puntuales en cubiertas y muros con el objetivo de asegurar el correcto mantenimiento y cuidado del monumento.

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