Giráldez releva a Rafa Benítez

El Celta encomienda al emergente técnico del filial la salvación del primer equipo tras despedir al reputado preparador madrileño “por no obtener los resultados esperados”

Claudio Giráldez, durante un partido del Celta Fortuna en Balaídos

Claudio Giráldez, durante un partido del Celta Fortuna en Balaídos / Marta G. Brea

Claudio Giráldez ha sido el elegido por el Celta para relevar a Rafa Benítez en los últimos diez partidos del campeonato. El entrenador del Fortuna, un técnico sin experiencia en el fútbol profesional, sustituirá en el tramo final de la temporada al reputado entrenador madrileño, quien a mediodía de ayer fue despedido de forma sorpresiva “por no haber obtenido los resultados esperados”. La aventura de Benítez, técnico con rango de estrella contratado para dar un impulso al club en el año de su centenario, concluyó de forma abrupta cuando menos se esperaba, tras encajar en el Santiago Bernabéu seguramente la única derrota que se daba por amortizada. La falta de resultados, la incapacidad para reconducir la situación y la pérdida de confianza de un sector del vestuario disconforme con sus planteamientos han acabado por agotar el hasta ahora ilimitado crédito de la presidenta, Marián Mouriño, responsable de su contratación y principal valedora, quien en una reciente entrevista con este diario se había comprometido a mantenerlo en el cargo “hasta que la situación fuese insostenible”.

La sorpresa saltaba a mediodía. “Rafa Benítez y su cuerpo técnico se desvinculan del Cellta tras ocho meses de entrega absoluta y plena dedicación, pero en los que el equipo no ha obtenido los resultados esperados. El club quiere expresarle a Benítez y a sus ayudantes su más sincero agradecimiento por la implicación, honestidad y profesionalidad que mostraron desde su llegada y el incansable trabajo realizado. El Celta quiere desearles además mucha suerte y éxito en el futuro”, anunciaba el Celta en su página web sin ofrecer mayores detalles. Unas horas más tarde, el club hacía oficial que Claudio Giráldez, el técnico del filial, toma desde hoy las riendas del equipo hasta final de temporada. El porriñés concluye contrato el próximo 30 de junio, con lo que su continuidad más allá de esta fecha está pendiente de que se concrete su renovación. Alfredo Álvarez, Fredi, técnico del Celta C Gran Peña, se hará cargo del filial hasta final de temporada.

La cuestión deportiva (malos resultados, errores de planteamiento y de interpretación de los partidos, falta de autocrítica…) ha pesado más que la cuestión económica en la destitución de Benítez, pese al enorme quebranto económico que el despido del entrenador mejor pagado de la historia del Celta supondrá para las arcas del club. “No dormiría tranquila [si no pudiese despedirlo por su alto contrato]. Ya vería cómo liberaríamos los recursos para poderle pagar”, afirmó la mandataria celeste en la citada entrevista con FARO. El despido del técnico incidirá, en todo caso, en el límite salarial de la próxima temporada.

La destitución de Benítez obliga, en buena medida, a Marián Mouriño a reiniciar el proyecto deportivo que arrancó cuando sustituyó a su padre al frente de la entidad el pasado verano. La presidenta del Celta realizó un esfuerzo económico mayúsculo para contratar al laureado técnico madrileño y le dio plenos poderes para dar un impulso a la parcela deportiva, con el objetivo de dar al equipo la estabilidad que le había faltado en las últimas temporadas. Mouriño lo ascendió a lo más alto del organigrama (junto al también defenestrado Luis Campos) e invirtió 40 millones en fichajes para mejorar el plantel con futbolistas de su gusto, apurando al máximo el límite salarial para incorporar en enero pasado a los jugadores del perfil que él requería que no se pudieron contratar en verano.

24 puntos

Semejante esfuerzo económico no tuvo, sin embargo, correspondencia en el terreno de juego. Rafa Benítez deja el Celta tras haber logrado apenas 24 puntos en 28 jornadas de Liga, la segunda peor puntuación desde el regreso del equipo a Primera División. En estos 28 partidos, el equipo se ha mostrado incapaz de poner distancia con los puestos de descenso, que ha ocupado durante casi la mitad del curso. La falta de resultados, la decepción de la afición (que finalmente se ha trasladado al club) por el pobre juego desplegado y la falta de ambición mostrada por el equipo han acabado por vencer la resistencia de Marián Mouriño a un despido que desde hace tiempo le exigía de forma mayoritaria la hinchada y que la pobre imagen mostrada por el equipo en el Bernabéu ha acelerado, convenciendo a la presidenta de que la situación de Benítez era (como la condición que ella misma había impuesto para destituirlo) “insostenible”.

El Celta encomienda ahora la salvación a un técnico joven y emergente, pero sin experiencia en el fútbol profesional cuya breve trayectoria contrasta con el imponente currículo Benítez. El mayor aval de Giráldez (en cuyo ascenso ha pesado sin duda la cuestión económica) ha sido el brillante papel que el preparador louriñés, un hombre de club, ha desempeñado en las dos últimas temporadas con el filial, labor que no ha pasado inadvertida fuera de la ciudad. Se da de este modo una oportunidad a un entrenador que ha acreditado un formidable trabajo con la cantera y que goza de gran predicamento entre la decepcionada hinchada celeste. La decisión de encomendar la salvación del equipo ha Giráldez ha generado gran ilusión entre el celtismo, que apoyará sin fisuras al porriñés en los diez partidos que restan por disputarse.

Claudio Giráldez dirigirá esta mañana su primer entrenamiento con la plantilla profesional del Celta, que ayer descansó. La sesión dará comienzo, como estaba ya previsto, a las 11.00 horas en las instalaciones de Afouteza. Tras la sesión preparatoria, a las 13.30 horas, Giráldez será presentado de forma oficial como nuevo entrenador del Celta por el director de fútbol, Marco Garcés.

Una anhelada oportunidad

Claudio Giráldez (Porriño, 1988) ve por fin cumplido su sueño de entrenar al primer equipo del Celta, su club del alma, al que llega avalado por dos brillantes temporadas al frente al filial celeste. Formado (al igual que Rafa Benítez) como futbolista en la cantera del Real Madrid, el nuevo preparador céltico defendió sobre el verde los colores del Atlético de Madrid B, el Pontevedra, el Ourense, el Coruxo y el Porriño antes de incorporase en 2019 como técnico a las categorías inferiores del Celta, primero como entrenador de base y posteriormente, tras un año de tránsito en el Gran Peña, del Juvenil A. En las dos últimas campañas ha dirigido con notable éxito al filial celeste, clasificándolo con un equipo el pasado curso para el play-off de ascenso. En la actual temporada el Fortuna es quinto, tras 27 jornadas, con un equipo muy joven, pero talentoso al que Giráldez ha dotado de una personalidad inconfundible. Sobrino y ahijado del recientemente fallecido Pepe Lemos, que defendió los colores celestes en los años 80, lleva el Celta en la sangre.