Ronald Koeman abrió ayer la puerta de salida del Barcelona a Rafinha Alcántara. El técnico holandés dejó al brasileño fuera de la convocatoria para el duelo de esta noche contra el Celta y le invitó a abandonar el plantel, aunque aclaró que el club no contempla una cesión, sino un traspaso. "Para los jugadores a los que no se les ve muchas posibilidades, es mejor buscar una salida. Es el caso de Rafinha, que ha estado fuera cedido, no puedes ir siempre cedido. El otro día estuvo en la lista; esta vez, no", señaló Koeman, que sí dijo contar con Ousmane Dembélé y Martin Braithwaite.

El preparador azulgrana tuvo palabras de elogio para el Celta, un rival que lleva más de un lustro atragantándosele al Barcelona en Balaídos. Koeman descartó hacer rotaciones "porque solo llevamos un partido y no hace falta" y avisó que será "un partido difícil" porque el cuadro vigués "es un buen equipo en el que hay muy buenos futbolistas técnicamente" y porque "en los últimos años el Barça no ha podido ganar en Balaídos".

El holandés admitió que no sabe si el Celta va a jugar "con 4-4-2 o con 5-3-2", y aprovechó para remarcar que el Barça no va a cambiar de estilo frecuentemente. "El equipo tiene mucha calidad, y tiene que mirarse más a sí mismo que al contrario", aseguró Koeman antes de matizar que "hay que respetar al rival, saber dónde puede hacerte daño, preparar muy bien los partidos, adaptarse a la situación, y saber qué tiene que hacer en cada momento".

Por otra parte, el entrenador del Barcelona, calificó de "positivo" e "importante" que Leo Messi, como capitán del equipo, haya pedido unidad en el barcelonismo y haya pasado página, o esa sea la voluntad, a las críticas hacia la junta directiva tras negarle su marcha y ver salir a su amigo Luis Suárez.

"No sé si después de las declaraciones de Leo tendré una vida tranquila como entrenador del Barcelona, siempre hay algo. Pero es muy importante y positivo que el capitán se muestre en ese sentido, que pida que haya unidad", manifestó.