Rafinha Alcántara ha decidido pasar a la acción y tensar la cuerda con el Barcelona para forzar su salida del club azulgrana, que planea hacer caja con el brasileño vendiéndolo en este mercado por los 16 millones estipulados en su cláusula de rescisión. El hijo de Mazinho está molesto con el Barça por su intransigencia de no rebajar un céntimo su precio de venta, a pesar de la profunda devaluación sufrida por el mercado como consecuencia de la pandemia, y amenaza con cumplir el año que le resta de contrato, si la entidad que preside Josep María Bartoméu no atenúa sus exigencias.

Rafinha es consciente de que ninguno de los clubes que ha mostrado interés en ficharlo va a poner sobre la mesa la cantidad que el Barcelona exige y no cree razonable que se les pida el pago íntegro de una cláusula que, en la actual situación, difícilmente van a abordar.

Pero al brasileño le molesta especialmente el doble rasero del club catalán con respecto a la situación de otros compañeros. Rafinha no entiende, en concreto, que Barcelona haya dado facilidades para salir a otros jugadores que no entran en los planes de Ronald Koeman y se muestre intransigente con él, negándole la posibilidad de fichar por los equipos que le han presentado ofertas.Favorece los intereses del Celta

La decisión de Rafinha de pasar a la acción favorece, sobre el papel, los intereses del Celta, que no pierde la esperanza de abordar la contratación del brasileño, si se pone a tiro en los últimos días de mercado. Con el paso de los días, la necesidad de aligerar plantilla será más acuciante para el Barcelona, que va a precisar desprenderse de los jugadores a los que Koeman ha puesto en la casilla de salida.

No es una operación nada fácil para club vigués, que debe aguardar a los últimos días de mercado con la esperanza de que la de que el Barcelona afloje y la propuesta del Celta sea la más atractiva para el jugador. Los lazos familiares de Rafinha con el club y la ciudad siguen siendo la mejor baza que disponen en la Calle del Príncipe para que su regreso sea una realidad.

La entidad que preside Carlos Mouriño está dispuesta a hacer un esfuerzo para hacerse con los servicios de Rafinha. El presidente del Celta y prometió que el club haría lo posible por ponerlos ambos a las órdenes de Óscar García, pero también precisó que tendrían que darse las condiciones necesarias para que la operación pudiese llevarse a cabo.