La veloz cama de "Os Rompecolchóns 2.0" consigue la victoria en la desternillante carrera de Meaño

Cuatro parejas compiten en la tradicional, pícara y alocada carrera de camas rodantes con la que Meaño celebra en las fiestas de la Inmaculada

A toda mecha con la cama a cuestas

Iñaki Abella

Tino Hermida

Tras un fin de semana especialmente lluvioso, la tarde de ayer se abrió con una racha de sol para poder disfrutar en Meaño de las camas rodantes en todo su esplendor, y que durante media hora coparon el centro de la localidad, cortada para ello al tráfico. Lo hicieron con una carrera desternillante donde las carcajadas estaban garantizadas de antemano. Y el público, a buena fe que respondió, repitiendo uno de esos llenos que acontece una vez al año en la parroquia con motivo de esta peculiar y a la vez difícil prueba, con motivo de las fiestas de la Inmaculada.

En la previa, tocaba la pertinente ITV de los jueces de la organización, para cotejar el ajuar de cama al completo (colchón, sábanas, almohada y colcha o edredón). Y añadido -esa era la atracción- el atuendo de los pilotos; unos, vestidos con pijama, otros con camisones de noche y, los más osados, con picardías y ligueros que atraían las miradas del público.

"Os Trincapeitos" abandonan por una avería

"Os Trincapeitos" abandonan por una avería / Iñaki Abella

En los boxes, bajo la zona arbolada en la plaza, las dudas en alguna escudería estaba en si sacar neumáticos de lluvia o seco, en aras a un mejor agarre en la curva del cruce da Feira y en la zona baja del circuito, donde se hacía necesario un giro de 180 grados, y que era una de las maniobras más complicadas.

Maniobras arriesgadas

Se precisaba osadía, desinhibición, fondo físico de los pilotos y destreza para manejar los vehículos. A última hora, la prueba quedó reducida a cuatro camas, toda vez que la “Miami Vice” (Dena) de los hermanos Alberto y Lucas Rial, cursó baja por lesión de uno de los pilotos.

Otros concursantes, en un momento complejo tras accidentarse su cama.

Otros concursantes, en un momento complejo tras accidentarse su cama. / Iñaki Abella

Ya en la carrera, “Os Trincapeitos” (Meaño) de Adrián Camiña y Cristian Brea, que defendían el título conseguido el primer año y que lograban el mejor tiempo en parrilla en la tanda de clasificación, quedó fuera a las primeras de cambio por avería mecánica.

La Xavineta también hizo una buena carrera

La Xavineta también hizo una buena carrera / Iñaki Abella

Habían forzado la cama para conseguir el mejor tiempo, lograron salir primeros en la arrancada, pero a los 300 metros y en giro fuerte de 180 grados la rueda cedió y se bloqueó quedando “out” a la primera de cambio.

Circuito con curvas y pronunciadas pendientes

Ello frustró el duelo que se anunciaba muy cerrado con “Rompecolchóns 2.0” de Dena. Así los pilotos de esta última cama, Óscar Fandiño en los mandos y Andrés Sueiro como lanzadera y responsable de la aerodinámica en bajada, ambos maratonianos, hicieron valer su fondo físico. La primera subida la enfilaban ya con una ventaja, que no hizo sino crecer en las cuatro vueltas, estando mismo a punto de doblar a sus rivales.

Humor inteligente

Segundo en meta, entró “A Xavineta” -nombre socarrón en alusión al técnico de Barcelona Xavi Hernández-, con los Pablo’s Padín y Vallejo en los mandos.

Y tercero, el más longevo en esta carrera, “O Falcon de Pinocho” (bautizado así en honor al avión del presidente Pedro Sánchez), con los hermanos Virgilio y José María Serantes Padín, el primero de ellos con quince participaciones consecutivas en esta carrera. Vencer, venció el buen humor.

Una fiesta con auténtico sabor a pueblo

Una carrera y una fiesta la meañesa con sabor a pueblo, no en vano el pistoletazo de salida, honor concedido por la Comisión de Fiestas organizadora a Manuel Crespo, por su implicación de siempre en todo cuanto evento se celebra en la parroquia. Luego, en la entrega de premios, el buen vino albariño fue destacado protagonista mientras que a los ganadores se les imponían sus coronas con hojas de camelia colgadas en sendos cuellos de los pilotos, en honor a un título que supone no más que la honrilla para los ganadores.

Eso sí, entre el público algunos mostraban su entusiasmo y hacían claro votos para atreverse el próximo año con este envite. Nada más acabar, y sobre el último, aplauso entraba la música discoteca de dj Paco Vulkano y a las 21.00 horas, el relevo se lo daba la orquesta Combo Dominicano, una de las mejores orquestas del panorama gallego y que logró un lleno en la Praza da Feira.

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