Las flores se suben a las paredes

El Stocolmo 2.0 inauguró con un taller una muestra de obras hechas con plantas prensadas

El taller que abrió la exposición de Laura M. Estévez en el Stocolmo 2.0, ayer.

El taller que abrió la exposición de Laura M. Estévez en el Stocolmo 2.0, ayer. / Iñaki Abella

Manuel Méndez

Manuel Méndez

La pontevedresa Laura Maquieira Estévez inauguró ayer su primera exposición.

Lo hizo acompañando la muestra de uno de los talleres de plantas prensadas con los que tanto éxito está teniendo en Irlanda, donde vive. Las usa para elaborar cuadros como los que cuelgan ya de las paredes de la cafetería vermutería Stocolmo 2.0.

Procedente de Irlanda, donde vive, y desplazada expresamente a Pontevedra, donde nació, para inaugurar en Vilagarcía su primera exposición, la joven Laura Maquieira Estévez demostró ayer que las flores “usadas” no tiene porque secarse o morir.

También pueden ser prensadas para elaborar obras de arte, marcapáginas, tarjetas y otros muchos objetos. Incluso es posible dar forma a las plantas ya tratadas para elaborar cuadros realmente llamativos, como se aprecia desde ayer en las paredes de la cafetería vermutería Stocolmo 2.0, en el corazón de la ciudad vilagarciana.

Las flores se suben a las paredes

Tres de los cuadros expuestos. / Iñaki Abella

Eso es lo que quiere transmitir Laura M. con las obras que expone y vende en el citado establecimiento.

Pero también lo que explicó a los alumnos que asistieron al taller de manualidades que organizó en el mismo establecimiento, como aperitivo de la exposición.

Una clase práctica que durante más de dos horas permitió a los asistentes descubrir algunos trucos con los que reutilizar ellas mismas las flores, incluidos los ramos de novia, para elaborar todo tipo de adornos.

La profesora, que entregó a los aprendices el material que necesitaban para esta innovadora clase, incluidas las flores, insistió durante su intervención en lo que había avanzado en la entrevista concedida a FARO DE VIGO unos días antes, haciendo hincapié en que esta actividad tiene mucho de innovador, y mucho más de relajante.

"Se trata de prensar flores, aunque con sumo cuidado y aplicando una serie de técnicas muy especiales", indica.

"Esto me permite, por ejemplo, recoger los ramos originales de novia que me entregan después de una boda aquellas mujeres que en lugar de tirarlos o dejar que se mueran desean preservarlos para siempre. Las novias, o alguno de los invitados me traen o envían el ramo, y yo prenso las flores para enmarcarlas y convertirlas en un cuadro que se puede hacer con fondo o en doble cristal, es decir, las flores puestas entre dos planchas acristaladas".

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