El Concello de Vilagarcía pretende asumir la explotación directa del parking Xoán XXIII

El Concello de Vilagarcía pretende asumir la gestión directa del parking Xoán XXIII situado en pleno centro de la ciudad, bajo la casa consistorial. Hoy va a pleno la resolución de la concesión adjudicada el 24 de julio de 2002 a Proinsa (Promociones Inmobiliarias del Pisuerga S.A.), es decir, la extinción del contrato. Una vez esté superado este trámite que el Ayuntamiento debe llevar a cabo para cumplir una sentencia judicial, se procederá a la liquidación y posteriormente la explotación del aparcamiento subterráneo podría ser pública.

Así lo anunció ayer el alcalde, Alberto Varela, a preguntas de los periodistas en una visita a una obra de asfaltado en Aralde. “Estamos trabajando, estamos dando los pasos para posibilitar una gestión pública del parking, aunque queda por resolver la liquidación”, manifestó el regidor socialista.

El Concello rechaza las alegaciones de Proinsa y acepta las de varios usuarios del parking

En este sentido, todavía está por ver en qué condiciones se resolverá la relación contractual, pues los administradores concursales de Proinsa pedían 2,9 millones de euros, una cantidad que Ravella considera excesiva. De hecho, la administración local encargó en su día una tasación de las instalaciones que no alcanzaba los 600.000 euros.

Filtraciones de agua

Hay que tener en cuenta que una planta, concretamente el tercer sótano, se encuentra inutilizada debido a su mal estado, además de problemas de humedades y filtraciones de agua también en otros niveles. Precisamente el próximo lunes un técnico municipal visitará el inmueble para revisar si “cumple las condiciones de entrega establecidas en el pliego”. Detallará todas las deficiencias que presente el parking, así como la valoración de su reparación.

El informe se remitirá a la concesionaria (Proinsa) dos días después, con suficiente antelación a la reversión, que se efectuará a los quince días hábiles siguientes al de la notificación a la empresa del acuerdo plenario (de hoy) “con el requerimiento de que proceda a la corrección y reparación de las deficiencias advertidas para el cumplimiento de las obligaciones asumidas contractualmente antes de la fecha de la toma de posesión de las instalaciones”.

La intención de Varela es que el estacionamiento no deje de funcionar en ningún momento en medio de toda esta maraña burocrática: “Me comprometí con los trabajadores a no dejarlos tirados y que puedan seguir trabajando”, garantizó.

En cuanto al funcionamiento, una vez que la gestión sea municipal el propósito del gobierno local es que el parking esté operativo íntegramente, recuperando el tercer sótano.

Con respecto a los horarios, el primer edil se mostró cauto al considerar que “es un poco precipitado” abordar esta cuestión cuando todavía queda pendiente efectuar la liquidación.

242 plazas

El aparcamiento de Xoán XXIII cuenta con tres plantas subterráneas de 2.316 metros cuadrados cada una a excepción del sótano -3, que tiene 2.321,81.

En total existen 242 plazas distribuidas entre los tres niveles: 80 en la planta -1, otras tantas en la -2 y 82 en la -3. Para alcanzar los 9.269,81 metros cuadrados de superficie del inmueble hay que tener en cuenta los 2.316 metros de la plaza pública por la que se accede al parking.

En relación a las tarifas, el precio por minuto se sitúa en 0,0183 euros y el máximo por día de estancia en 13,15. En cuanto a los abonos, el de doce horas para quince días cuesta 43 euros y para treinta, 57; el de 24 horas para quince días 54 y el mensual, 72. En la tercera planta (-3) los precios son más baratos: 67 euros el abono mensual de 24 horas. Los funcionarios pueden estacionar por 36 euros al mes (24 horas).

Fallos judiciales

El Concello y Proinsa firmaron en 2002 el contrato para la explotación del estacionamiento por un periodo de 50 años. Pero la empresa entró en concurso voluntario de acreedores en 2010. Unos años después solicitó por primera vez la resolución del contrato, pero se encontró siempre con la negativa del Concello. Los hechos se precipitaron en 2019, cuando Proinsa entró en fase de liquidación y al no obtener respuesta por parte de Ravella la sociedad acudió a los tribunales.

Proinsa ganó el pleito en el juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Pontevedra, pero el Ayuntamiento recurrió tanto en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) como en casación en el Tribunal Supremo. Perdió en ambas instancias, viéndose obligado a abonar unos 1.000 euros en concepto de costas por el recurso en A Coruña y casi 2.500 por el presentado ante el Supremo.

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