Las bolas de plástico agravan un problema mayor

Decenas de personas tratan de limpiar las playas arousanas

Muchos se sorprenden al toparse tantos desperdicios en la arena

Aparecen más cadáveres de delfines, frailecillos, alcatraces y gaviotas

Manuel Méndez

Manuel Méndez

La sociedad se ha movilizado para recoger los ‘pellets' que llegan desde hace días a la costa gallega. El vertido procedente del mercante polaco “Tocano” ha dado lugar a una nueva marea de solidaridad, reuniéndose en las playas centenares de ciudadanos de toda Galicia dispuestos a arrimar el hombro.

Muchos de ellos sorprendidos, e incluso podría decirse que escandalizados, al constatar que esas minúsculas bolas plásticas son solo una parte de un problema que afecta desde hace mucho a la costa gallega, al Atlántico y al conjunto de los mares del mundo: la basura marina.

Y es que junto a los pellets de resina, que no suponen una amenaza directa para la población –aunque sí pueden ser ingeridos por aves, mamíferos marinos, peces y tortugas–, muchos están descubriendo ahora ingentes cantidades de residuos de todo tipo, sobre todo relacionados con la acción del ser humano.

“Hay casi más bastoncillos de plástico que bolas de resina”, decía irónicamente uno de los voluntarios desplazados a la playa grovense de O Carreiro.

“Lo que hay es una enorme cantidad de aparejos y todo tipo de restos procedentes de la pesca, el marisqueo y la acuicultura que están esparcidos por todo el litoral”, exclamaba un hombre que paseaba por A Lanzada y aprovechaba para ir recogiendo esos desperdicios a medida que avanzaba.

Junto a ellos, todo tipo de envases, metales y vidrios, así como multitud de animales muertos, siendo abundantes los restos de delfines comunes y mulares, gaviotas, alcatraces, frailecillos y otras aves pelágicas cuyos cuerpos putrefactos están esparcidos por todo el litoral.

Los hay que llevan semanas tirados en la orilla, mientras que otros, ayer cubiertos de carroñeros, llegaron a la costa empujados por las corrientes hace solo unos días.

Deberíamos reflexionar sobre lo que estamos haciendo al medio ambiente, ya que toda esta basura marina está aquí por nuestra culpa”, reflexionaba una de las mujeres que ayer limpiaban la costa.

Voluntarios limpian las playas gallegas de bolas de plástico

Manuel Méndez / Julio Santos Álvarez / Edgar Melchor

“Claro que estas bolas son un problema, pero también lo son esas dos botellas de lejía y esos botes de refrescos que están ahí tirados”, sentenciaba al señalar un montón de basura que ella y otros participantes en esta tarea solidaria habían recogido y acumulado previamente en la orilla.

Todo ello, tanto la basura marina como los animales muertos, escupidos a tierra firme por el Atlántico para dejar en evidencia el alto grado de contaminación existente en el océano, la costa y las rías gallegas, como en tantas ocasiones anteriores se explicó en FARO DE VIGO.

Ahora, ante la necesidad de frenar el avance los 'pellets' de resina, este viejo problema sale nuevamente a relucir, especialmente en localidades como O Grove, donde la solidaridad desatada en torno a la llegada de esas bolas resulta notable, aunque también insuficiente.

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Se necesitan muchas más manos porque esto está plagado de bolas de plástico y son casi imposibles de recoger”, argumentaba uno de los voluntarios consultados ayer a pie de playa.

Uno de los muchos que dedicaron el domingo a recorrer la costa en busca de estas bolas y no dudaron en agacharse a recogerlas, algunos con sus manos y otros con rudimentarios medios, ya inventados o de invención propia, como escobas, polveros, rastrillos adaptados para la ocasión, coladores de cocina e incluso palas de juguete, de esas que usan los niños cuando se entretienen durante sus baños estivales.

Un “trabajo duro y desagradecido, ya que recogemos los 'pellets' y vuelven a aparecer cuando sube de nuevo la marea”, decían algunos.

Hombres y mujeres, sobre todo de entre 20 y 40 años, que ayer recorrían, inspeccionaban y/o limpiaban, playas tan emblemáticas de O Grove como A Lanzada y Raeiros.

Al igual que Sobre do Pozo, la popular playa de Os Franceses, Mexilloeira y O Carreiro, a los pies del yacimiento arqueológico de Adro Vello.

El mayor número de personas dispuestas a sacrificarse para frenar el avance de los elementos plásticos se encontraba en Area Grande, donde también se había acumulado la mayor cantidad de ‘pellets'.

Casi todos acudieron respondiendo a los llamamientos realizados por diferentes colectivos, como la asociación Amigos da Dorna Meca, y personas a título individual que quisieron movilizar a los demás a través de las redes sociales.

Al igual que se hará nuevamente hoy, con convocatorias tanto en O Grove como en A Illa, los dos municipios de Arousa Sur (O Salnés) más afectados por este episodio.

También hay convocatorias en Cambados, Vilanova y en la orilla norte de la ría (Barbanza), igualmente castigada por este episodio.

Islas Atlánticas de Galicia

Sobre todo en el entorno del Parque Natural de Corrubedo e Lagoas de Carregal e Vixán y en su emblemática y popular isla de Sálvora, que preside la entrada a la ría arousana y, consecuentemente, está permanentemente expuesta a los episodios contaminantes que puedan producirse.

Precisamente la riqueza del Parque Nacional Islas Atlánticas, del que forma parte Sálvora, la del Parque Natural de Corrubedo y la del Complejo Ons-O Grove, hace que aumente la preocupación no solo por la llegada de las bolas plásticas, sino por la gran cantidad de basura marina que reciben a diario, y desde hace mucho tiempo, esos y demás espacios naturales de la ría.