Babet y Aline, la combinación perfecta para anegar la comarca
La primera borrasca tamponó los desagües y la segunda agravó las inundaciones
Las borrascas Babet y Aline parecen haberse coordinado a la perfección para causar importantes daños materiales a su paso por la comarca de O Salnés y los municipios del Ullán.
Utilizando un símil futbolístico, podría decirse que el primer temporal puso un “centro envenenado” que el segundo se encargó de rematar con fuerza, provocando la caída de postes y árboles –incluso sobre parques infantiles–, inundaciones, desprendimientos desde las fachadas de edificios y otros muchos problemas.
El problema de ramas, tierra y hojas
Lo que hizo el primer temporal del otoño, entre el lunes y el martes, fue provocar con sus fuertes vientos no solo esos primeros desprendimientos de árboles y postes, sino también, y sobre todo, ramas y hojas.
Ese material, unido a la tierra y las piedras arrastradas por las escorrentías, se encargó de taponar por completo los desagües, afectando a las redes de recogida de pluviales y al saneamiento en buena parte de los municipios.
Y acto seguido, con los desagües obstruidos, apareció en escena Aline, que con más viento y, sobre todo, con precipitaciones aún más intensas, consiguió agravar los problemas que ya había causado Babet.
Pleamar
Por si esta combinación de factores no fuera suficiente, las dos tormentas se aliaron también con las mareas, de ahí inundaciones tan importantes como las registradas en Cambados y O Grove entre el martes y ayer.
Unas inundaciones que las torrenciales lluvias se encargaron de alimentar, especialmente cuando se alcanzaba la pleamar.
A lo que se sumaron los desprendimientos de taludes y la caída de más árboles y postes del tendido eléctrico y telefónico, tanto en esas localidades como en Vilagarcía y algunas más.
O Grove
En el caso de O Grove resultaron especialmente graves la caída del tendido sobre la carretera A Lanzada-San Vicente, a la altura de Raeiros, y la de un pino que se desplomó encima del parque infantil y deportivo de O Sineiro.
En este municipio las mayores inundaciones se vivieron en O Corgo, mientras que en Cambados se centraron en la Praza do Concello, avenida de Castrelo, avenida de Vilagarcía, parking de Casa Rosita, Ribeira de Fefiñáns, río da Ucha, Corbillón y en la carretera PO-300, desde los semáforos hasta la rotonda de Vilariño.
¿Y Vilagarcía?
Curiosamente, donde no se registraron los problemas de costumbre fue en Vilagarcía, donde la plaza de Galicia se salvó esta vez de las inundaciones, a pesar de que las padece cada vez que llueve con cierta intensidad.
Que esta vez no fuera así puede deberse a que quizás haya funcionado la humanización llevada a cabo en la calle anexa de Arzobispo Lago, que este otoño se estrena con los temporales.
Está por ver cómo pasa el invierno, pero su nuevo diseño fue concebido no solo para embellecer la ciudad, sino también para ayudar a combatir esas inundaciones, de ahí que la ausencia de las mismas esta vez pueda ser un buen indicio.
Protección Civil
Al tiempo que atendían tanto los citados como otros muchos contratiempos acaecidos en los últimos días, los efectivos de Protección Civil y de los Servicios de Emergencias de la comarca se afanaron en desatascar cunetas, registros de alcantarillado y todo tipo de desagües o canalizaciones, intentado en todo momento que el nivel del agua descendiera.
Así lo comunicaron desde Valga, O Grove y Cambados, donde el Servicio de Emergencias dice haber realizado un considerable trabajo de “retirada de contenedores, colocación de alcantarillas y limpieza de arquetas”.
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