Los bateeiros gallegos volvieron a exigir ayer acceso libre a toda la costa para recoger la semilla o cría de mejillón que necesitan para encordar los viveros flotantes.
Como siempre, una parte del sector, representada por entidades históricas como Opmega, Amegrove o Socomgal, intenta lograrlo de forma pacífica y dialogada, de ahí que en los últimos días consiguiera la apertura de zonas de cría que estaban cerradas.
La otra parte del sector intenta presionar a la Xunta y aprovechar la proximidad de las elecciones municipales para lograr su objetivo.
Caravana de protesta
Estos últimos bateeiros son los que convocaron para ayer una jornada de paro de todo el sector, la cual se hizo acompañar de una nueva caravana de protesta, a modo de movilización, en Santiago de Compostela.
Fue allí donde, recordando viejos tiempos, cuando en otros conflictos anteriores hicieron lo mismo en aquello que popularmente se dio en llamar el día de “santa valla”, los manifestantes zarandearon las vallas de San Caetano, lanzando todo tipo de consignas, insultos y alguna que otra amenaza contra dirigentes políticos y medios de comunicación.
Amenazas
A lo que hay que sumar las proferidas en calles, puertos y redes sociales, las cuales también llegan a enfrentar a unos bateeiros con otros, puesto que no todos respetaron que algunos no quisieran secundar este paro.
La tensión generada y la histórica fragmentación organizativa del sector bateeiro, que ahora parece más preocupante que nunca, hicieron el resto, de ahí que ciertos productores se envalentonaran entre la multitud y el anonimato de las redes sociales para dedicarse a amenazar a propios y extraños.
Gasóleo en el mejillón
Los hubo incluso dirigiéndose a sus compañeros de trabajo para decirles que les iban a lanzar gasóleo sobre su mejillón para estropeárselo, que es una práctica ya empleada en otros conflictos a lo largo de la historia.

Y todo, hay que insistir, porque algunos de los manifestantes no toleran que otros prefieran la vía del diálogo.
Al margen de estas actitudes, puede decirse que fueron alrededor de un centenar de manifestantes los que se pasearon por Santiago en sus vehículos, a una velocidad intencionadamente baja, para sembrar el caos circulatorio.
Con remolques y lanchas
Lo consiguieron, dado que no solo llevaban sus coches, sino también algunos remolques, lo cual agravaba el embotellamiento.
Más aún teniendo en cuenta que el tráfico suele complicarse cuando llueve tanto como ayer, y que, asimismo, algunos bateeiros acudieron con las planeadoras que suelen emplear para acudir a las zonas habituales de recolección.

Con ayuda de botes de humo y megáfonos, haciendo sonar bocinas y el claxon de sus coches y agitando las vallas con violencia, los manifestantes desafiaron a la lluvia en defensa de una causa con la que absolutamente todos en el sector están de acuerdo, como es el acceso a la cría.
Amegrove y Opmega
Incluidas las organizaciones Amegrove, Socomgal y Opmega, pues aunque no arropen las protestas y no apoyaran el paro de ayer, sí negocian con la Consellería do Mar la apertura de zonas de mejilla.
Un paro, dicho sea de paso, acompañado de un aviso de temporal en la costa, lo cual hizo que muchos bateeiros no salieran a trabajar.
No porque secundaran la huelga, sino porque las condiciones meteorológicas lo desaconsejaban.
Algo de lo que ya alertaban el martes las históricas organizaciones antes aludidas, ya que al decir que estaban dispuestas a mantener la vía del diálogo siempre que sea posible, también resaltaban que “una decisión de tanto calado” como un paro del sector “debería estar respaldada por una convocatoria firmada y rigurosa”.
Convocatoria anónima
Y no ser promovida “de forma anónima y coincidiendo con un aviso de temporal” que obligaba a la mayor parte de productores “a no salir al mar debido a las condiciones meteorológicas”.
Estas entidades, cabe recordar, se desmarcaron tanto del paro de ayer como de las demás medidas de presión anunciadas con anterioridad por la Plataforma en Defensa da Cría, cuya composición no se conoce oficialmente y que, por cierto, esta vez tenía especial interés en insistir en que no había convocado la protesta de Santiago, aclarando también que, simplemente, estaba allí como participante.
Aclaración con la que, en cierto modo, daban validez a lo dicho por Socomgal, Amegrove y Opmega cuando, también el martes, lamentaron que se convocara el paro “de forma anónima y por mensaje de whatsapp”.