La "guerra de la mejilla" podría cobrarse los primeros cierres en junio

Hay empresarios que temen un desastre económico para Galicia

Montaje de una batea en O Cavadelo (Vilagarcía), ayer. |   //  M. MÉNDEZ

Montaje de una batea en O Cavadelo (Vilagarcía), ayer. | // M. MÉNDEZ

Manuel Méndez

Manuel Méndez

No solo la Asociación Gallega de Depuradores (Agade) o el Consello Regulador Mexillón de Galicia ponen el grito en el cielo por los “daños colaterales” derivados de la “guerra de la mejilla”.

También los astilleros, talleres encargados de la construcción y reparación de bateas, las cordelerías, cocederos, conserveras y firmas de servicios marítimos alertan de “la ruina que espera a Galicia” si no se resuelve el conflicto que enfrenta a bateeiros y cofradías.

Los primeros, cabe recordar, reclaman acceso a las zonas de cría en las que, históricamente, se abastecieron de mejilla para encordar sus bateas y preparar cada cosecha. Los pósitos, por su parte, tratan de impedirles o limitarles el paso, con la disculpa o justificación de proteger la producción de percebe.

Una bola de nieve

Fue esto lo que llevó a la Consellería do Mar a vedar algunas zonas del litoral atlántico, lo cual hizo que la histórica “guerra de la mejilla” estallara por completo y se enquistara como nunca, convirtiéndose en un conflicto que, como una gran bola de nieve, sigue creciendo a medida que avanza cuesta abajo y sin frenos hacia las elecciones.

Si no cambian las cosas, en junio tendremos que cerrar el taller, y no vamos a ser los únicos que lo perdamos todo

Álvaro Otero Dios

Y mientras esto sucede, prácticamente se ha alcanzado el ecuador de la campaña de recogida de cría sin que las bateas tengan la semilla suficiente para garantizar el siguiente ciclo de cultivo.

Pérdida de ingresos

¿Qué supone esto? Pues que sin cría no habrá mejillón, “y sin ingresos a la vista, los bateeiros cancelan los pedidos de viveros y de reparación de barcos”.

Hay tanta preocupación e incertidumbre por la escasez de cría que la gente está dando marcha atrás; incluso rechazando las subvenciones que tenían para construir o reparar bateas y barcos

Álvaro Otero

Así lo explican, por ejemplo, en la empresa Naval Arousa S.L., dedicada al montaje de viveros flotantes para dar servicio a los productores de todas las rías gallegas y que en 2019 se implantaba en la rampa de O Cavadelo (Vilagarcía).

Una firma administrada por el isleño Álvaro Otero Dios y el rianxeiro Ricardo Alcalde Ordóñez que ahora advierte de las “nefastas consecuencias” de la “guerra de la mejilla”.

Tanto es así que “si no cambian las cosas, en junio tendremos que cerrar el taller, y no vamos a ser los únicos que lo perdamos todo”, pronostica el propio Álvaro Otero Dios.

Mientras montaba ayer una batea que va a ser fondeada en aguas de A Illa, confirmaba que puede ser una de las últimas que construya, ya que “hay tanta preocupación e incertidumbre por la escasez de cría que la gente está dando marcha atrás; incluso rechazando las subvenciones que tenían para construir o reparar bateas y barcos”.

Se guardan los ahorros

Al parecer, “como los bateeiros no tienen claro que vayan a tener mejilla, temen quedarse sin mejillón el año que viene, de ahí que opten por no arriesgar y guardarse los ahorros que tienen”.

Esto explica, por ejemplo, “que a nosotros ya nos cancelaran tres pedidos que teníamos apalabrados, por lo que en junio se nos acaba la carga de trabajo de todo el año y tendremos que cerrar, ya que no podemos seguir soportando el pago de salarios, seguridad social, alquiler, electricidad y demás gastos”, detalla Álvaro Otero.

Antes de aclarar que cerrará la producción con catorce viveros construidos. “Pero no son suficientes, sino que necesito hacer seis u ocho más para que el negocio sea rentable, ya que los gastos son enormes”.

Entre 65.000 y 100.000 euros

Hay que tener en cuenta que una batea nueva puede costar ahora entre 65.000 y 100.000 euros (más IVA), dependiendo de todo tipo de aspectos relacionados con vigas, flotadores, cadenas, muertos y demás.

Los gastos de construcción de bateas pueden ser inasumibles muy pronto.

Los gastos de construcción de bateas pueden ser inasumibles muy pronto. / M. MENDEZ

Pero hay que pagar madera, luz, acero, electricidad y todo lo demás. Junto a los sueldos, “que me salen en unos 2.500 o 3.000 euros mensuales por hombre; y tengo dos en el taller y tres en el monte, junto a tres o cuatro trabajadores más en la empresa filial Servicios Marítimos Hércules”.

Puerto de Vilagarcía

Sin olvidar tampoco que “el alquiler de la rampa de O Cavadelo supone entre 12.000 y 18.000 euros anuales que debo pagar al Puerto de Vilagarcía solo para poner las vigas cuando hay que montar una batea”, apostilla Álvaro Otero.

Y eso sin contar “el alquiler de la nave que ocupa el taller e infinidad de gastos más”.

La empresa de montaje de bateas que opera en Vilagarcía teme el cierre.

La empresa de montaje de bateas que opera en Vilagarcía teme el cierre. / M. MENDEZ

En definitiva, que “así no hay quien aguante y es mejor cerrar; y todo porque se está dando prioridad al sector del percebe, que poco aporta a Galicia, mientras se perjudica una estructura financiera y social tan importante como la del mejillón, participada por productores, depuradores, cocederos, conserveras, talleres, astilleros, cordelerías y un largo etcétera de negocios”, sentencia el empresario isleño.

Proinsa se suma a los que prefieren dialogar y tampoco respalda el paro

En relación con la guerra de la mejilla, hay que recordar que hoy se desarrolla un paro en el sector bateeiro que es toda una incógnita, ya que las principales agrupaciones del sector, como Socomgal, Amegrove y Opmega descartaron arroparlo.

El trabajo en O Cavadelo, ayer.

El trabajo en O Cavadelo, ayer. / M. MENDEZ

Tampoco lo secunda Promotora Industrial Sadense (Proinsa), la entidad que preside María Dolores Fernández Vázquez y domina la producción en la ría de Ares-Betanzos.

“Aunque no tenemos aviso de ello, sé que se ha convocado ese paro, pero nosotros seguiremos trabajando con la esperanza de que el diálogo ayude a normalizar todo esto cuanto antes y podamos tener acceso a la mejilla para seguir produciendo el mejor mejillón del mundo”, indicó ayer la empresaria.

Seguir dialogando

“Todos debemos comprometernos a seguir dialogando y debemos hacerlo con quien nos diga la conselleira, ya que conoce bien al sector y siempre pudimos hablar con ella”, espeta.

De este modo Proinsa se suma a Rianosa, Amegrove, Socomgal, Opmega y demás entidades que prefieren dialogar para encontrar una salida al conflicto creado y descartan ejercer las medidas de presión que sí ha querido emprender otra parte del sector, participada por colectivos como la Federación de Arousa y Norte o la asociación Illa.

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