Desde hace unas semanas todo parece haberse relajado en torno a la “guerra de la mejilla”, que es como se presenta el histórico enfrentamiento entre bateeiros y percebeiros a causa de la recolección de la semilla o cría que los primeros necesitan para encordar sus viveros y lograr el mejillón comercial, al cabo de ocho, diez o doce meses.
Pero que no se hable de ello no significa que el conflicto esté solventado, ni mucho menos. De ahí que ayer volviera a retomarse en el Parlamento el debate sobre este asunto y las consecuencias que puede llegar a tener si se avivan los enfrentamientos en las piedras.
La conclusión que puede extraerse es que el PP, de acuerdo con lo planteado por la Consellería do Mar y la que es la postura oficial de la Xunta, aboga de nuevo por el diálogo y la mano tendida como arma con la que combatir y frenar el avance de esa “guerra de la mejilla”.
El mismo ofrecimiento, cabe recordar, repetido hasta la saciedad por la conselleira Rosa Quintana, tanto antes como después de que su departamento estableciera zonas de exclusión para el mejillón.
Es decir, cuando reservó zonas exclusivas para el percebe y puso en manos de los percebeiros y su rasqueta la opción de recolectar ellos mismos la cría de mejillón para hacer negocio vendiéndola a los bateeiros.
La Consellería do Mar siempre apostó por ese diálogo, de ahí que lleve meses trabajando para alcanzar acuerdos y realizando distintas propuestas a los bateeiros
Y eso es, a la postre, lo que encendió los ánimos de unos acuicultores que se siente discriminados frente a las cofradías.
En base a todo esto, el PP gallego abogó ayer en el pleno del Parlamento por “buscar un acuerdo entre mejilloneros y percebeiros a partir de la oferta de mano tendida y disposición al diálogo”.
Para escenificarlo, lo que hace el grupo conservador es instar al Gobierno de Galicia “a retomar de inmediato y no cesar las reuniones” del grupo de trabajo constituido en su momento entre la propia Administración y los representantes de mejilloneros y percebeiros, insistiendo en esas reuniones “hasta acordar una normativa que regule la extracción de la mejilla de acuerdo con los intereses de ambos sectores”.
Fue la diputada Teresa Egerique, portavoz parlamentaria del PP para asuntos marítimos, la encargada de defender este planteamiento, resaltando que “la Consellería do Mar siempre apostó por ese diálogo, de ahí que lleve meses trabajando para alcanzar acuerdos y realizando distintas propuestas a los bateeiros”.
“Convivencia equilibrada”
De lo que se trata es de encontrar una salida airosa a la crisis generada, aunque dejando claro que el establecimiento de las zonas de exclusión “busca garantizar la convivencia equilibrada y una adecuada protección de los intereses” de unos y otros.
En la intervención de Teresa Egerique no faltaron los reproches a BNG y PSdeG-PSOE, al entender que los grupos opositores tratan de hacer política con este asunto, incluso “cambiando su postura respecto” al mismo y “criticando ahora justamente lo mismo que nos pedían con anterioridad”.
Frente a esto, “nosotros siempre defendimos la revisión de la actividad extractiva de mejilla, de acuerdo con los dos sectores implicados y tratando de garantizar su compatibilidad y su histórico entendimiento”.
