Las cofradías de pescadores gallegas empiezan a dividirse entre partidarias y detractoras de los bateeiros.
Cierto es que las hay que apoyan la decisión de la Consellería do Mar de introducir zonas de exclusión y limitar la recolección de mejilla, cría o semilla de mejillón.
Pero también hay pósitos, sobre todo los que carecen de percebeiros en sus filas, que arropan a los mejilloneros y piden que se respete su “derecho histórico” a recoger la semilla que precisan para encordar sus cuerdas.
Esta división entre cofradías puede resultar determinante en la llamada “guerra de la mejilla”, que enfrenta a los bateeiros con los percebeiros y que, en la presente campaña, amenaza con alcanzar momentos de extrema tensión.
“Estamos esperando a que los bateeiros acudan a nosotros para exponernos sus argumentos y decirnos cómo quieren que los apoyemos, pero desde luego, vamos a respaldar su postura, ya que entendemos que son ellos los que tienen derecho a recoger la cría”, explican algunos de los patrones mayores.
“En nuestros pósitos tenemos socios que también son bateeiros y debemos respaldarlos”, añaden otros.
Alcalde de A Illa
Carlos Iglesias, el alcalde de A Illa, también abunda en esto diciendo que ha contactado tanto con los bateeiros como con las cofradías de su municipio “para remar todos a una, en la misma dirección”.
De este modo prepara la moción que elevará al pleno para exigir una rectificación a la Consellería do Mar y reclamar que se proteja a los bateeiros.
Moción que se prepara también para su debate en otros municipios costeros de las provincias de Pontevedra y A Coruña, en cuyos puertos siguen celebrándose reuniones casi a diario para planificar la estrategia de presión a ejercer.
Cada vez cobra más peso la posibilidad de organizar movilizaciones –incluso en Santiago de Compostela– para presionar a la Administración.
Aunque no todos opinan lo mismo y también hay cofradías y agrupaciones de mejilloneros que culpan a algunos dirigentes bateeiros “por no haber sabido o no haber querido negociar”.
Espetan que “se levantaron de la mesa de negociación y dieron plantón a los representantes de los percebeiros y de la Xunta en varias asociaciones, negándose a buscar entendimiento alguno”.
Esto hace que al igual que sucede con las cofradías, también existan discrepancias entre las entidades mejilloneras.