Incluso para su propia sorpresa, ya que todos temen que tarde o temprano acabe sucediendo, mejilloneros y percebeiros completaron otra campaña de recolección de mejilla (semilla) sin que se produjeran incidentes graves que hubiera que lamentar.
Aunque sí se repitieron los enfrentamientos verbales, amenazas, sabotajes y demás situaciones de tensión habituales, las cuales forman parte ya de la historia de estos dos colectivos. Dos sectores que saben que esa tensión se repetirá en la próxima campaña y en todas las demás, si antes no se sientan las bases para regular la extracción de la cría del mejillón en los bancos naturales donde crece el percebe.
Por eso las cofradías devuelven la “guerra de la mejilla” a la primera línea de actualidad exigiendo una nueva reunión con la Consellería de Mar, que finalmente está siendo criticada por unos y otros.
Dicen ser una treintena de cofradías
Parece que son una treintena de pósitos los que, representados por la Federación Gallega de Cofradías, sospechan que la Administración y los mejilloneros podrían estar manejando el borrador de un documento mediante el que regular el abastecimiento de las bateas con semilla de molusco procedente de las rocas del litoral.
Pero ese supuesto borrador, que estaría en manos de la Comisión do Mexillón, no habría sido entregado a las cofradías en las que se agrupan los percebeiros enfrentados a los bateeiros.
Se sienten ninguneados
Es por ello que se sienten ninguneados e, indignados, dicen rechazar cualquier propuesta que no les sea consultada previamente, de ahí que reclamen la reunión urgente con Mar y hagan extensiva su solicitud a la de Medio Ambiente, “tratando de buscar una solución definitiva a un conflicto que ya dura demasiado tiempo”.
Cuando lo hacen insisten en que “la convivencia es posible”. Pero también en que solo será así “si se respeta la protección de los recursos y el futuro de ambos sectores”.
Empeñadas en que los bateeiros causan estragos en las rocas donde crece el percebe al extraer la mejilla, lo cual los primeros niegan rotundamente, las cofradías vuelven a la carga para decir que la Consellería do Mar “no está trabajando en la resolución de las posibles diferencias existentes, de ahí que la indignación vaya en aumento a medida que pasan los meses y sigue sin haber solución a este conflicto enquistado desde hace años”.
En definitiva, que la Federación Galega de Confrarías vuelve a posicionarse en defensa de “una explotación racional de los recursos” basada en “un control exhaustivo por los dos sectores”. Algo en lo que todos están de acuerdo pero que nadie parece capaz de concretar.
