Aquello que desde el verano pronosticaban los bateeiros gallegos, de lo que advertían una y otra vez a través de FARO DE VIGO, diciendo que la campaña del mejillón iba a ser corta este año, se ha cumplido a rajatabla.
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Tanto es así que con el mejillón comercial agotado, en algunos viveros flotantes desde hace meses, hay productores que ya despachan “mejillón nuevo”, entre cuatro y cinco meses antes de lo previsto.
¿Qué quiere decir esto? Pues que, aunque sea más pequeño de lo deseable, es tan alta la demanda nacional e internacional de producto que se está comercializando ya el que tenía que permanecer en las cuerdas hasta primavera, para empezar a sacarse de las bateas en abril o mayo.
¿Y a qué se debe esta situación? Pues una de las causas fundamentales que aducen es la escasez de mejilla o semilla de molusco registrada el año pasado.
Circunstancia que tiene mucho que ver con las dificultades para conseguirla que se derivaron de las restricciones por pandemia en 2020 y del enfrentamiento con los percebeiros.
Deficiente fijación en las cuerdas
Todo esto, unido a una baja calidad de esa cría, que por la contaminación, los parásitos u otros motivos desconocidos derivó en una deficiente fijación de la misma a las cuerdas, hizo que se generara menos mejillón del que desearían el sector y sus clientes.
“Y esto nos volverá a pasar el año que viene y los siguientes si la Xunta y las cofradías siguen limitándonos las zonas de recolección de cría”, advierten los acuicultores antes de alegar que “esto justifica la manifestación del jueves” exigiendo a la Xunta “que rectifique y no entregue nuestra mejilla a las cofradías”.
La "guerra de la mejilla", casi "cuestión de Estado"
Si a los problemas con esa cría se les suma que la demanda de producto no deja de crecer, y que algunos de los principales competidores internacionales del “oro negro” gallego han pasado momentos muy complicados, es fácil de entender por qué se agotó tan rápido el mejillón de este año y se empieza a colocar ya en el mercado el “nuevo”, tal y como se comprobó ayer en diferentes puertos gallegos.
Esto nos volverá a pasar el año que viene y los siguientes si la Xunta y las cofradías siguen limitándonos las zonas de recolección de cría
Al hilo de esto, tampoco hay que perder de vista la situación de crisis generada a nivel mundial con el colapso de contenedores y la escasez de existencias procedentes del mercado asiático, ya que propició un descenso de las importaciones de mejillón de Chile u otras latitudes, con el consiguiente aumento de la demanda del gallego.
Por si no fuera suficiente, la elevada mortandad de molusco registrada en Turquía el verano pasado –a causa de la ola de calor– también abrió muchas puertas al mejillón de batea.
Clientes a los que no importa el tamaño
“Es cierto que el mejillón que tendríamos que sacar en marzo, abril o mayo, y que estamos sacando ahora, es más pequeño”, explicaban ayer diversos bateeiros y comercializadores.
“Pero tenemos que hacerlo porque hay tanta demanda que a muchos clientes no les importa el tamaño y nos piden que los atendamos, sea como sea”, añadían ayer.
Lo hacían mientras se descargaban ingentes cantidades de molusco en los muelles de las Rías Baixas.
En definitiva, que no dejan de llegar pedidos de las depuradoras de Galicia, Cataluña y otras regiones de España que, junto a los clientes italianos y franceses, copan el mercado de fresco.
La actividad en Arousa
Las descargas fueron ayer especialmente intensas en Arousa. Sobre todo en muelles como Vilaxoán, Vilanova y A Illa, donde se descargó tanto producto para fresco (sacos destinados a depuradoras italianas) como “barcadas”, es decir, el mejillón que llega a granel en la cubierta de los barcos –unos 15.000 kilos en cada uno– con destino a la industria, en este caso cocederos y conserveras, como Nidal y Dardo, entre otras firmas.
Algunas con el sello de calidad de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Mexillón de Galicia, de ahí el producto fuera controlado por personal contratado por su Consello Regulador.
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Al igual que se sigue trabajando a un ritmo alto –en función de las disponibilidades de materia prima– con el mercado de industria (cocederos y conserveras).
Están “vaciando las proas”
Tanto para atender la imparable demanda de mejillón como para prevenir, ante las dificultades que temen encontrar este año para conseguir semilla, muchos productores están “vaciando las proas” de sus bateas.
Esto significa que están despachando el mejillón del año que viene situado en las cuerdas ubicadas en la proa de los viveros flotantes, que es el que recibe más alimento y, en consecuencia, crece antes.
De este modo ganan espacio para colgar las cuerdas de cría.
De ahí que las descargas de molusco no cesen y sea preciso recurrir al que, en buena lógica, pertenecería a la campaña de 2022.
El borrador del plan de gestión 2022-2024 demuestra que habrá zonas de cría exclusivas para las cofradías
La “guerra de la mejilla” se desata desde el momento en que los mejilloneros acusan a la Xunta y algunas cofradías de limitar su derecho histórico y legítimo a extraer cría, semilla o mejilla, dejando esa posibilidad en manos de los percebeiros o mariscadores para que puedan recolectarla ellos mismos y después vendérsela a los bateeiros.
Suprimir la veda podría suavizar la "guerra de la mejilla"
“Si no quisieran hacer negocio con la mejilla no pasaría esto”, lamentan los acuicultores. Y ahora tienen un argumento más que, según dicen, avala esa teoría.
Una vez analizado, los bateeiros sostienen que “confirma las sospechas de que se intenta dar a las cofradías la exclusividad en la explotación de la costa gallega”.
Lo creen así porque en ese documento de sesenta páginas se incluyen las zonas de exclusión para la captura de mejilla que han desatado la polémica y provocan la convocatoria de una manifestación en la que esperan reunir a más de 10.000 personas en A Illa, este jueves.
Y no solo se hacen constar zonas en las que se prohibe extraer cría de mejillón, sino que se fijan zonas específicas para que esa semilla sea recolectada por los mariscadores y/o socios de los pósitos con permiso de explotación marisquera para recursos específicos.
Los bateeiros calientan motores: "Si no reunimos a 10.000 personas estamos condenados a desaparecer”
Dicho de otro modo, que se autoriza a percebeiros, navalleiros y colectivos similares a recoger la cría para su posterior venta a los bateeiros.
El citado borrador explica, literalmente: “En el caso del percebe, la explotación se realizará en el marco de planes de gestión dentro de un ámbito territorial y con la posibilidad, establecida en el artículo 13.2 del Decreto 153/2019, de 21 de noviembre, de que los planes puedan reservar zonas de extracción para la semilla de mejillón. Esta medida reguladora de la actividad marisquera tiene por objeto la protección y conservación del percebe en zonas concretas del ámbito del plan, ante la realidad de la coexistencia de percebe y semilla de mejillón en los bancos naturales”.
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Esto supondrá que dentro del plan de gestión puede haber zonas en las que se puedan extraer las dos especies, llamadas Zonas de Reserva para Extracción de Semilla de Mejillón (ZEM), y otras en las que solo se podrá extraer percebe, llamadas ZEP.
Si se toma como ejemplo la cofradía de O Grove, puede decirse que en ella se brinda a sus socios la posibilidad de extraer mejilla desde Punta Area Grande a las piedras de playa Castiñeira, a excepción del islote Pombeiro y en Pombeiriño, y también desde la playa de A Barrosa hasta Punta Lama y en Portomouro.
A su vez, a la cofradía de A Guarda se le conceden las ZEM en lugares como Santo da Cabra, Pedra do Juan, el tramo de A Vela a Fontequente, el de Os Saltiño a Homiños, Monteferro Sur, Lourido y desde Pedra dos Homes a la playa de Barcelos.