El fabuloso descubrimiento de un don

José Luis Vázquez Meijide empezó a pintar tras una lesión y ahora sus cuadros ya recorren Europa

El pintor vilagarciano en la cafetería A Perla donde también lucen algunos de sus cuadros.  | // IÑAKI ABELLA

El pintor vilagarciano en la cafetería A Perla donde también lucen algunos de sus cuadros. | // IÑAKI ABELLA / Diego Doval

Hacer de la vida un constante descubrimiento es una absoluta virtud. El convertir cualquier contratiempo en una oportunidad de demostrar una actitud de los más encomiable es lo que ha llevado a José Luis Vázquez Meijide a encontrar en la pintura un talento oculto, que quizá yacía dormido, como “Casi invisible” y que le ha llevado a iniciar “Un largo viaje”. Curiosamente los nombres que le ha dado a dos de sus cuadros y que ahora mismo se exponen en Alemania gracias a que la Galería Gaudí de Madrid ha puesto en valor aquello que empezó como un pasatiempo.

La relación de este vilagarciano, natural de Chantada, con la pintura no estuvo exenta de vaivenes. Aunque siempre en la parte de atrás de sus prioridades vitales, lo cierto es que el primer acercamiento surgió hace cerca de dos décadas. “Tenía 33 años y me apunté a un curso de pintura, pero solo duré cuatro meses. Empecé pintando bodegones y no me salía nada. Lo cierto es que me desanimé y lo dejé. Luego, muy de vez en cuando, pintaba algo en casa pero empezaba y lo dejaba. No tenía continuidad ninguna”.

Tras conocer al pintor coruñés Jorge Cabezas reconoce que su estilo se convirtió en una influencia en su actual habilidad sobre el lienzo

Siempre sin dejar de priorizar sus obligaciones familiares como padre, marido, hijo y hermano, y por supuesto, tampoco las profesionales como profesor de Educación Física en el instituto de A Illa, el gusto por la pintura siempre se mantuvo latente en su tiempo de ocio. Hace unos años, por medio de un familiar, conoció al pintor coruñés Jorge Cabezas y reconoce que su estilo se convirtió en una influencia en su actual habilidad sobre el lienzo.

Una de las creaciones de José Luis Vázquez Meijide.

Una de las creaciones de José Luis Vázquez Meijide. / Iñaki Abella

“Fui a comprarle unos cuadros en 2007 y, charlando con él, me sorprendió su estilo. Sobre todo su descaro, la actitud, espontaneidad y el colorido que imprime a cada cuadro. Le conté que había dejado de pintar después de lo mal que me fue en aquel primer curso y él fue el que me animó a seguir. Guardo mucha influencia suya, sobre todo de su filosofía autodidacta y de disfrutar de lo que estás haciendo”, apunta José Luis Vázquez.

Pero no sería hasta varios años después, cuando la pintura entró ya de manera irreversible a reclamar su espacio en las rutinas de ocio del vilagarciano. Una puerta que los pinceles y los lienzos derrumbaron cuando una lesión de rodilla limitó toda su incontinencia deportiva. Una filosofía de vida en la que al lado de su necesidad por correr, nadar o andar en bicicleta, también encontró su lugar un talento artístico que hasta ha sido reconocido ya por la mismísima Galería Gaudí de Madrid.

Su estilo tiene en el colorido y la improvisación algunas de sus señas de identidad.

Su estilo tiene en el colorido y la improvisación algunas de sus señas de identidad. / Iñaki Abella

“Me rompí la rodilla jugando a baloncesto hace poco más de dos años. Entonces tenía tanto tiempo libre y me podía mover tan poco, que retomé la pintura como un entretenimiento. Empecé poco a poco y ahora disfruto muchísimo pintando. Puedo estar cinco horas con mis cuadros y me da la sensación de que solo pasó un ratito. De momento le dedico muy poco tiempo, pero cuando lo hago me divierto muchísimo y eso también hace que se transmita mucha alegría en lo que pinto”, señala el vilagarciano.

Me gusta pintar imágenes reales y las fotos son la base sobre la que pinto. A partir de ahí voy improvisando. Al no tener preparación artística, entonces, cada vez que me enfrento a un cuadro lo hago con muchísima improvisación

José Luis Vázquez Meijide

— Pintor vilagarciano

Las fotografías sirven de inspiración para sus cuadros. Como él mismo explica, “me gusta pintar imágenes reales y las fotos son la base sobre la que pinto. A partir de ahí voy improvisando. Al no tener preparación artística, entonces, cada vez que me enfrento a un cuadro lo hago con muchísima improvisación. Un poco en la línea que utilizaba Jorge Cabezas”. Nombres como el de la saltadora de longitud Ana Peleteiro, jugadores de baloncesto, atletas o incluso alguien durmiendo la siesta en un banco en Cabo de Peñas... Esos son solo algunos de los hilos conductores de una producción de arte con sello de autor.

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No es el primer caso de una persona al que una lesión le acerca al conocimiento de otras habilidades que se convierten en talentos, pero lo cierto es que a José Luis Vázquez Meijide le sucedió. Deportista vocacional donde los haya, hace poco más de dos años se rompió la rodilla y encontró en la pintura una pasión que yacía dormida y a la que el tiempo y la inspiración despertaron de manera abrupta. Aquellos primeros bocetos han ido evolucionando hasta llegar a despertar el interés de la Galería Gaudí que ha expuesto ya algunos de sus cuadros en Alemania y Suecia.

Con un rincón propio para encontrar la inspiración, en los días que encuentra tiempo reconoce que “cada cuadro para mí es una aventura. Voy probando y descubriendo cosas. Salgo de los problemas que te presenta un cuadro de una manera muy particular y eso hace que mis cuadros sean muy reconocibles y creo que es una virtud. Utilizo vasos, platos, pinceles de maquillajes, secadores de pelo, jeringuillas para hacer manchas, cola, arena para dar textura...".

Dos de sus cuadros se exponen en Alemania

A medida que el número de creaciones iba aumentando, y animado por su esposa Fátima Rodríguez y su hijo Saúl, José Luis dio el paso de abrir una ventana a sus creaciones en internet. “La sorpresa fue poco después cuando recibí un correo de una curadora de arte. Era de la Galería Gaudí de Madrid. Me dijo que lo que hacía iba en la línea de la imagen de su galería y que si quería mandarle algunos cuadros. Me ofrecieron entrar en exposiciones colectivas y acepté ir a una a Estocolmo animado por la familia. La verdad es que fue una gran experiencia ver allí tus cuadros entre otros muchos de un nivel altísimo. Y ahora también tengo dos cuadros de acrílico sobre lienzo en Alemania”.

Y a la espera de poder exponer en la Sala Rivas Briones y también en Lugo, donde iba a mostrar por primera vez pero el COVID lo impidió, ya tiene claro cual será el título de esa primera exposición “Aberraciones”. Pero los que ya quieran conocer parte de su talento pueden hacerlo en la cafetería A Perla donde cuenta con una exposición permanente.

Autodefinido como deportista antes que pintor, lo cierto es que la carrera delante de un lienzo de José Luis Vázquez Meijide no ha hecho más que empezar y apunta a conseguir grandes marcas.