Corren tiempos de chapa y pintura para la flota

El mal tiempo retrasó la puesta a punto de los barcos, que ahora ya no se detendrá

La carga de trabajo en ños astilleros está garantizada hasta septiembre

En algunos ya hay varias semanas de lista de espera

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Aunque también los barcos de recreo, las embarcaciones tradicionales y las lanchas fueraborda requieren de una importante puesta a punto, en la actual época del año la actividad en los astilleros se centra en la reparación, acondicionamiento y/o mantenimiento de los barcos de pesca, marisqueo y acuicultura.

Es una labor imprescindible para garantizar la navegabilidad y, sobre todo, la seguridad a bordo. Una acción que suele comenzar entre marzo y abril, a medida que los armadores cambian de aparejos o el tiempo mejora.

Momento en el que se disponen a remolcar desde el puerto de O Corgo (O Grove), hacia Astilleros Garrido, al barco auxiliar de acuicultura “Hermanos Rey”, de 13,5 metros de eslora.   | //  M. MÉNDEZ

Uno de los trabajadores de los astilleros de O Grove, que como sucede en los demás puertos están a tope en esta época. / FdV

Pero este año esta puesta a punto ha experimentado un considerable retraso a causa de la sucesión de temporales vivida durante todo el otoño y buena parte del invierno.

De ahí que sea ahora cuando se multiplican los esfuerzos en los varaderos y/o carpinterías de ribera, que en muchos casos ya no dejarán de actuar sobre las embarcaciones hasta septiembre.

También las bateas

Se trata de “curarlas” después del complicado invierno y prepararlas a conciencia para el siguiente, tal y como se hace en las últimas semanas con las bateas.

En este caso hay que destacar que son muchos los productores de mejillón que aprovechan el momento actual, cuando el producto tiene bajo rendimiento y los pedidos son escasos, para reparar sus embarcaciones auxiliares de acuicultura.

Al igual que pueden verse barcos en el dique seco dedicados habitualmente a la captura de especies como el centollo, cuya campaña está ya agonizando.

El hecho de haber finalizado la pésima costera de la “xarda” o que el pulpo esté en veda todo el mes –y el que viene– también animaron a algunos armadores a sacar el barco del agua, ya sea para rascar y pintar el casco, renovar elementos mecánicos y eléctricos, superar inspecciones o afrontar cualquier otro tipo de actuación.

Dicho de otro modo, que a medida que se agota un recurso, en víspera de una campaña de pesca determinada, cuando la productividad baja y, sobre todo, cuando el tiempo mejora, es cuando la flota se somete a las tareas de “chapa y pintura”, como sucede de una forma llamativamente intensa desde hace días.

Tanto, que hay astilleros en rías como la de Arousa que tienen varias semanas de lista de espera –puede que incluso meses– y en los cuales no hay espacio para un solo barco más.

Mar-industria

Lugares de varada y reparación en los que ha aumentado de forma notable la contratación de personal y que, no cabe duda, son pieza fundamental en ese motor económico de la ría, y de toda Galicia, que es el sector mar-industria.

“Efectivamente, estamos en pleno apogeo; puede decirse que ha comenzado la temporada de la reparación y puesta a punto de los barcos, tanto de pesca como auxiliares de acuicultura”, indica José Garrido.

Es el máximo responsable de Astilleros Garrido, una de las firmas más importantes de Galicia dentro de su sector, en la que se oferta “un amplio abanico de servicios de mantenimiento de casco, cubierta, interiores o jarcia”.

Especializada en embarcaciones de madera, aunque capaz de desarrollar trabajos de reparación y mantenimiento de barcos de fibra de vidrio, acero, madera laminada y otros materiales, esta histórica y popular empresa es una de las que actualmente tienen mayor carga de trabajo.

Lista de espera

“El tiempo revuelto que hemos tenido retrasó la campaña hasta ahora, cuando los pedidos se multiplican y ya tenemos lista de espera”, añade el conocido empresario grovense.

En sus instalaciones, situadas a escasos metros de la lonja y el puerto pesquero de O Corgo, pueden coincidir al mismo tiempo una docena de embarcaciones de mediana y gran eslora para ser sometidas a tareas de mantenimiento, además de otras consideradas pequeñas, tanto de pesca profesional como de recreo.

“No tenemos capacidad para más, por eso vamos a ir desarrollando la campaña de puesta a punto sin parar desde ahora hasta el mes de septiembre”, argumenta Pepe Garrido.

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