La invasión de las zonas peatonales de Vilagarcía va a más

Una furgoneta de reparto estacionada entre los taxis y sobre la peatonal plaza de Galicia, ayer.

Una furgoneta de reparto estacionada entre los taxis y sobre la peatonal plaza de Galicia, ayer. / M. Méndez

Manuel Méndez

Manuel Méndez

FARO DE VIGO lleva días denunciando la caótica situación que se vive en las zonas peatonales del centro urbano de Vilagarcía. Y todo a causa del constante ir y venir de vehículos que incumplen sistemáticamente las normas de circulación, un día tras otro.

Pues bien, la escasa presencia policial en la zona hace que el descontrol no deje de aumentar. Tanto es así, que cada día que pasa parecen más los conductores que se saltan a la torera las prohibiciones.

Ayer, sin ir más lejos, podían verse furgonetas estacionadas en la plaza de Galicia mientras sus conductores se ausentaban para entregar paquetes en diferentes puntos de la ciudad.

La calle Arzobispo Lago, de circulación restringida, ayer.

La calle Arzobispo Lago, de circulación restringida, ayer. / M. Méndez

Una de ellas, así como el coche de un autopatrono que lo dejó estacionado y se fue, incluso entorpecía la labor de los taxistas que tienen su parada entre la plaza de Galicia y Conde Vallellano, llegando a provocar un atasco que causó retenciones puntuales en la calle Arzobispo Lago.

Al igual que se observó durante toda la jornada tanto la ausencia de policías patrullando como la entrada y salida incesante de furgonetas de reparto que, como de costumbre, avanzan por calles como Conde Vallellano, Castelao y Padre Feijóo para acceder tanto a la citada plaza de Galicia como a Rey Daviña.

Una furgoneta que accedió a la plaza para estacionar y repartir paquetes, ayer.

Una furgoneta que accedió a la plaza para estacionar y repartir paquetes, ayer. / M. Méndez

Cabe insistir en que se trata de vehículos que incumplen los horarios establecidos de carga y descarga.

Y tampoco usan las zonas de estacionamiento habilitadas, sino que se adentran en las zonas peatonales en cualquier momento del día y sin importarles la cantidad de gente que pueda estar caminando por esas zonas. O incluso jugando, en el caso de los niños.

Una furgoneta estacionada sobre la plaza de Galicia, entorpeciendo el paso a los peatones.

Una furgoneta estacionada sobre la plaza de Galicia, entorpeciendo el paso a los peatones. / M. Méndez

En lugar de respetar los horarios y aparcar donde deben hacerlo, los conductores de reparto que protagonizan este descontrol viario lo que buscan es llegar con los vehículos hasta la puerta en la que entregar el paquete de turno, por muy pequeño que éste sea.

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