Una orden judicial de desalojo logra eliminar el asentamiento chabolista de Otero Pedrayo

Los terrenos próximos a Ponte do Couto aparecieron este sábado despejados de infraviviendas y chatarra para satisfacción de Vaipolorío, que llevaba años reclamando su saneamiento

Queda un contenedor cargado de material y pendiente de ser retirado

Queda un contenedor cargado de material y pendiente de ser retirado / Gustavo Santos

Desde hace años, todos los peregrinos que acceden a la ciudad por el camino portugués y acuden al albergue de la calle Otero Pedrayo, encuentran, como primera visión de la ciudad, una acumulación de chatarra, vehículos viejos e infraviviendas a orillas del río de Os Gafos. Se trata del poblado chabolista ubicado en O Marco cuya erradicación se había planteado en varias ocasiones el Concello. Pero desde este sábado, esa negativa visión ha quedado anulada, al menos en parte.

Los terrenos próximos a Ponte do Couto aparecieron libres de infraviviendas, caravanas y chatarra. Al parecer el propietario de los terrenos (se trata de una propiedad privada) acudió al juzgado para lograr el desalojo de la zona y la medida causó finalmente el efecto deseado. Al menos así lo apuntaban, a pie de finca, algunos testigos de lo ocurrido, compañeros de los desalojados: “Vinieron del juzgado y no les quedó más remedio que marcharse”, indican, si bien desconocen su lugar de destino.

Contaban con un retrete junto al río en Ponte do Couto.  |  // G. SANTOS

Gonzalo Sancho, este domingo en la zona desalojada / Gustavo Santos

En el pasado hubo algún intento, muy tímido, de erradicar esas chabolas y rehabilitar el histórico Ponte do Couto, pero nunca se pasó de las buenas intenciones. De hecho, la asociación Vaipolorío, que se encarga de la limpieza y defensa de Os Gafos desde hace años, ha reclamado en numerosas ocasiones poner coto a la proliferación de chabolas en el entorno del río.

En julio de 2008 el gobierno local llegó a anunciar la marcha de un plan para tratar de identificar a todos los ocupantes del asentamiento chabolista de O Marco con el fin de lograr la erradicación de ese poblado y realojar a todos sus habitantes. Incluso se apuntó que funcionarios municipales y agentes de la Policía Local trabajaron en la identificación de todos los moradores, que se dedican en una práctica mayoría a la recogida de chatarra. Nunca hubo constancia policial de actividades ilícitas. También se trató de aclarar la propiedad de los terrenos que ocupan, y si llegaron a levantar sus infraviviendas con algún tipo de consentimiento del dueño.

Restos del desalojo

Restos del desalojo / Gustavo Santos

Pero aquel intento no cuajó y prosiguieron las quejas de Vaipolorío, con escritos de denuncia ante el Concello de Pontevedra, la Consellería de Medio Ambiente, Servicio de Patrimonio y Augas de Galicia por esta situación. Recordaban que el puente do Couto forma parte de la vía romana XIX. Señalaban en su denuncia que en estos asentamientos se almacena chatarra, electrodomésticos, plásticos, cartones, etc y decían que “año tras año, podemos comprobar como ciertos materiales depositados cerca del río son llevados por las riadas”.

Hacían mención, además, al impacto ambiental al señalar al respecto que “es bien sabido que las baterías eléctricas, frigoríficos, lavadoras, etc llevan aceites y otros compuestos químicos que en contacto con el agua del río son altamente tóxicos para los seres vivos”.

El poblado tenía un retrete conectado al río de Os Gafos junto l Ponte do  outo

El poblado tenía un retrete conectado al río de Os Gafos junto l Ponte do outo / Gustavo Santos

El presidente de Vaipolorío, Gonzalo Sancho, se mostraba eufórico por el estado que presentan ya esos terrenos, en cuyo acceso se ha colocado una barrera para impedir el paso de nuevos inquilinos. Sancho llegó a traspasar la barrera para realizar una “okupación” simbólica que permita recuperar la zona.