Un "nuevo" Gafos a cielo abierto con terrazas ajardinadas y revegetado

Los estudios técnicos avalan que se retire la losa que tapa el canal y se elimine la solera de hormigón en el lecho del cauce | La previsión es que las obras arranquen en octubre

Pasarela en el río Gafos bajo la rúa Estación.

Pasarela en el río Gafos bajo la rúa Estación. / Gustavo Santos

El estudio geológico, hidrogeológico y estructural del tramo enterado del Gafos y da vía libre para que el cauce sea destapado, propone una intervención que incluye espacios con socalcos, revegetación, retirada de losas y muros y un abanico de mejoras que darán paso a un nuevo espacio natural.

Se plantea una intervención por fases en tres tramos. El primero es el comprendido entre Alcalde Hevia e Iglesias Vilarelle, donde se destapará el río y los márgenes se readaptarán en un ángulo bajo o aterrazado.

En el segundo tramo, entre Iglesias Vilarelle y las inmediaciones del colegio de Campolongo, se dispone de más espacio y se intervendrá con muy poca pendiente o mediante taludes, que probablemente será la solución que se adopte.

Finalmente, en el tercer tramo, desde el Crespo Rivas hasta el final del tramo cubierto, el terreno no tiene consistencia para habilitar terrazas, de modo que se optará por una escollera revegetada.

“En todos los tramos se levanta la solera y parte del muro”, resumió César Mosquera, “las soluciones son la mínima intervención”.

El estudio deja claro que para transformar el Gafos es necesario eliminar la losa que tapa el canal, ya que “el valor ecológico del río se ve mermado por la falta de luz en el cauce, lo que provoca la pérdida de la flora y de la fauna en este tramo en particular”. También muestra que hay que retirar la solera de hormigón, que provoca que el cauce “se encuentre en uno de los mayores estados de desnaturalización, además de aumentar los riesgos generados por las avenidas del río”, ya que incrementa la velocidad del agua y se impide su infiltración en el terreno.

Eliminar la solera facilitará la renaturalización de las riberas, "poniendo en contacto el lecho del río con el entorno” y permitiendo la depuración de las aguas en relación con el subsuelo.

Los autores advierten que la eliminación de la solera del lecho del río Gafos “requiere una limpieza rigurosa de restos de hormigón y otros residuos, de forma que solo permanezca el suelo natural que fue tapado, así como el perfilado en el terreno de un nuevo canal natural excavado en el cauce”.

El estudio deja claro que es necesario eliminar la losa que tapa el canal, ya que “el valor ecológico del río se ve mermado por la falta de luz en el cauce, lo que provoca la pérdida de la flora y de la fauna en este tramo en particular”. También muestra que hay que retirar la solera de hormigón, que provoca que el cauce “se encuentre en uno de los mayores estados de desnaturalización"

Por lo que respecta a los muros, tras su eliminación total o parcial, los autores recomiendan la implantación de escolleras u otra técnica de bioingeniería en las orillas, en aquellas zonas donde el río pueda generar erosión, como las proximidades de los edificios.

Aunque los estudios técnicos avalan que se destape el río Gafos, la vuelta a su estado natural resulta “imposible”, en palabras del concejal de Obras Urbanas, César Mosquera, que presentó ayer la hoja de ruta para la renaturalización del cauce.

Ésta se realizará mediante la retirada de la actual solera que cubre el cauce. También se actuará sobre el lecho del río eliminando el hormigón que lo cubre, a fin de que pueda recuperar biodiversidad, y en los muros laterales. Éstos no se podrán derribar en su totalidad sino que serán sustituidos, según los tramos, por socalcos vegetales o ángulos más o menos bajos.

Se intervendrá sobre los 535 metros lineales actualmente cubiertos, aunque cabe la posibilidad de que alguna zona no pueda destaparse, y en general se buscará corregir una invención sobre el río realizada en los años 70 que fue “masiva e invasiva”, señaló César Mosquera.

Se estima que se rellenaron el río y sus inmediaciones con más de 100.000 toneladas de material. La estructura de hormigón pesa unas 20.000 toneladas y se retirará más o menos un tercio, entre la solera, los muros y la losa sobre el lecho del río

Se estima que se rellenaron el río y sus inmediaciones con más de 100.000 toneladas de material. La estructura de hormigón pesa unas 20.000 toneladas y se retirará más o menos un tercio, entre la solera, los muros y la losa sobre el lecho del río.

Una vez que el estudio técnico da el visto bueno para la intervención y que asegura que los edificios anexos al Gafos no correrían riesgos si el río cuenta con protección lateral, la Concellería de Obras Urbanas se propone contratar el proyecto que defina exactamente la intervención. En estos momentos se están redactando las bases para sacarlo a licitación y el autor dispondrá de tres meses para redactarlo.

Será el momento en que se defina dónde se situarán los pasos, los puentes, si hay sitios en los que se pueda acceder al cauce, los tramos con diferencias de cotas que necesitan algún tipo de protección como barandillas etc.

Los actuales colectores de saneamiento no se retirarán, ya que “sirven de protección para que los rellenos no se desplacen”. Modificarlos multiplicaría los costes y “sería ir a a otro proyecto totalmente distinto, con nuevas canalizaciones”, destacó el concejal.

La previsión más optimista es que el próximo mes de octubre podría iniciarse la obra, según los plazos que expuso el responsable de Obras Urbanas, dado que solo necesitará la autorización de Augas de Galicia, que César Mosquera estima que se conseguirá “sin problemas”.

“Volver al inicio es imposible”, señaló César Mosquera, ya que se realizaron “rellenos monstruosos” y lo que se pretende ahora es “renaturalizar, darle unas características que no serán las originales, pero sí unas condiciones para un funcionamiento mucho más natural”

El estudio geológico prueba que existió la famosa isla del Gafos que recordaban los vecinos y que también aparece en una cartografía de 1943. Años después se llevó a cabo esa intervención que “no solo encajonó el río sino que incluyó un relleno enorme”.

Un brazo del río desapareció y su posterior canalización, aunque tiene ángulos abruptos, fuerza pero respeta más o menos el trayecto inicial, que no se desvía “más de 5 o 7 metros del original”, explicó el concejal.

En este escenario, “volver al inicio es imposible”, ya que se realizaron “rellenos monstruosos” y lo que se pretende ahora es “renaturalizar, darle unas características que no serán las originales, pero sí unas condiciones para un funcionamiento mucho más natural”.

La idea general es “destapar y conectar lateralmente”. En los laterales del muro que encajona el río todo es relleno, “enorme, hasta la plaza de Galicia” y embalsa agua en una cota muy por encima del cauce, formado una especie de lago.

Si solo se destapase el río podrían vencer los muros. Además el relleno es de baja calidad y podría provocar un riego de inundaciones.

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