Un río (Gafos) que desborda vida

Vaipolorío recuerda que un cauce lleno supone múltiples ventajas medioambientales

La lluvia y el volumen del Gafos provocaron desprendimientos de tierra a lo largo de su paseo. // R. VÁZQUEZ

La lluvia y el volumen del Gafos provocaron desprendimientos de tierra a lo largo de su paseo. // R. VÁZQUEZ / Ana López

El río Tomeza, más conocido como Gafos en la zona urbana de Pontevedra, ha experimentado cinco crecidas importantes en los dos últimos meses con resultado de lleno absoluto, e incluso desbordamiento en algunos puntos. La última de ellas tuvo lugar el pasado 1 de enero, para estrenar el año nuevo, pero a ella le precedieron las del 23 de octubre, 23 de noviembre y 20 y 24 de diciembre.

La asociación Vaipolorío, nacida en su día por la necesidad de recuperar el río Gafos ante su deterioro medioambiental, recuerda aquel refrán popular que dice que “O mal tempo no seu tempo é bo tempo”, así como el dicho popular que asegura que “Para que sea bo ano o río ten que botar sete veces fora”.

Gonzalo Sancho, presidente del colectivo, valora positivamente estas crecidas e incluso los desbordamientos: “Nuestra experiencia nos dice que siempre es algo bueno”.

Y lo afirma desde diferentes puntos de vista, tanto desde el ecológico como desde el uso humano del cauce del río.

"Nuestros ancestros no eran tontos y sabían dónde se podía construir y dónde no. Ahora parece que falta el sentido común y esa sapiencia, que era algo empírico”

Gonzalo Sancho

— Presidente Vaipolorío

“Para la agricultura desde siempre que los ríos echasen por fuera era algo bueno, porque viene muy para las fincas, a donde llegan minerales y sedimentos que otra forma no llegarían. Y desde el punto de vista ecológico, por supuesto. Además, las especies ya están adaptadas a esto. Como siempre, el que no lo está es el ser humano”, resume.

En este sentido, recuerda que el río Tomeza, o Gafos, es de muy fácil recorrido desde el nudo del Pino. “Nuestros ancestros no eran tontos y sabían dónde se podía construir y dónde no. Ahora parece que falta el sentido común y esa sapiencia, que era algo empírico”, señala.

Por otro lado, respecto a los árboles que suelen caer en el lecho del río, indica que “hay estudiosos que dicen que durante un tiempo son buenos, porque se crían especies durante su descomposición que sirve para alimentar a los peces”. “Es un proceso natural que hubo toda la vida”.

Los nidos, a partir de febrero

En cuanto a la posibilidad de que las aves se vean afectadas por las intensas lluvias y que los nidos puedan ser alcanzados por las crecidas del río, Gonzalo Sancho subraya que a estas alturas del año todavía no los hay. “En febrero comienza el mirlo, que es el más madrugador. Al final, todo tiene su lógica y todo es un proceso natural del que hay que aprender”, considera el presidente de Vaipolorío.

“La naturaleza es sabia, y esa es la reflexión que tenemos que hacer”, concluye.

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El río Gafos nace en el Mato da Xestiña, en Figueirido, en el concello de Vilaboa. Después de recorrer 10.830 metros, atravesando también el de Pontevedra, vierte sus aguas junto con las del río Lerez en la ría, en el barrio pontevedrés de As Corbaceiras.

Tiene varios afluentes, entre los que destacan el arroyo de Antigüidá, río Miñoto o Filgueira y Ponte Bala, por su margen izquierda; y río de Bois, río do Barco, río Pombal y Pintos, por la margen derecha.

El curso principal del río puede cruzarse por medio de un total de 16 puentes. Además de eso, en el barrio de Campolongo, el río fluye a través de un tramo de canalización subterránea de 525 metros de longitud, siendo su destape uno de los proyectos más inminentes del Concello de Pontevedra.

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