“Al principio pensé que era una botella de Coca-Cola antigua y no un explosivo”

Jesús Costa localizó una vieja bomba, casi seguro de la Guerra Civil, en los acantilados de la playa de Portomouros, en Sanxenxo

Unas piedras llevaban a los agentes hasta la granada.

Unas piedras llevaban a los agentes hasta la granada. / FOTOS CEDIDAS POR J. COSTA

Jesús Costa paseaba el pasado martes por el rocoso litoral de la zona de Os Fornos, en Sanxenxo, cuando decidió acercarse hasta una cala de difícil acceso en el entorno de la playa de Portomouros. “Es una zona a la que tienes que ir a propósito, a las que se puede llegar con zodiac o piragüa, pero a la que es complicado llegar si no conoces la zona y tienes cuidado con la marea”, explicaba ayer el propio Jesús.

Su objetivo era acercarse a darse un baño y de paso “recoger algún souvenir, piedras o algo bonito para mi hija Goretti”. “Así que me acerqué a la zona y comencé a apartar algo de basura que se acumulaba en la zona, unas bolsas y una botella de plástico entre las rocas para que no volviese al mar”, explicó. De pronto, avistó entre las formaciones rocosas un objeto extraño: “Al principio pensé que se trataba de una botella de Coca-cola antigua”, explicó, pero cuando le iba a echar la mano y lo miró mucho mejor y de cerca se dio cuenta al momento de que había realizado un hallazgo, cuando menos, excepcional. 

Ante sus ojos, incrustado en las rocas, miraba una especie de proyectil o granada antigua. El artefacto estaba desgastado y oxidado por el paso del tiempo y el efecto del mar. “De inmediato llamé al 112 y ellos ya desplegaron todo un operativo enviando a la Guardia Civil, a la Policía Autonómica y a la Policía Local”. 

La granada hallada cerca de la playa de Portomouros. |  // CEDIDA J. COSTA

La granada hallada cerca de la playa de Portomouros. | // CEDIDA J. COSTA / Carlos García

Los primeros en llegar fueron las patrullas de Seguridad Ciudadana. Jesús Costa subió hasta el punto al que podían acceder al vehículo y les explicó el hallazgo. “¿Pero está usted seguro de que se trata de un explosivo?”, fue la respuesta de unos sorprendidos agentes. Fue entonces cuando volvió a bajar a la zona del hallazgo, tomó unas fotos del objeto y se las mostró a los guardias, que apenas tardaron unas milésimas de segundo en comprobar que, en efecto, se hallaban ante un artefacto explosivo. Jesús, para que pudieran llegar fácilmente al lugar, dejó marcada la ruta “con unos montoncitos de piedra, al estilo del cuento de Pulgarcito” que siguieron luego los artificieros de la Guardia Civil para llegar al punto en donde se encontraba la granada, al que tuvieron que acceder por mar. Una vez allí, lo desactivaron y retiraron.

Artefacto encontrado por un vecino en Sanxenxo.

Artefacto encontrado por un vecino en Sanxenxo.

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El origen del mismo es un misterio. Aunque Jesús Costa explicó que los agentes especulaban con el más que probable origen del artefacto en la Guerra Civil, probablemente munición que portaba la aviación por aquel entonces y que se pudo desprender en vuelo de alguna de las aeronaves.

En aquella época cabe recordar la presencia de hidroaviones que fueron usados como bombarderos con base en la Escuela Naval Militar.

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