Oro líquido con sello pontevedrés

La marca Embruxo inaugura en el polígono de Barro una almazara desde la que conocer el proceso de elaboración de su aceite ecológico, procedente de aceitunas cultivadas en Galicia

Escolares que protagonizaron la pasada semana la primera visita a las instalaciones de Embruxo.   | // FDV

Escolares que protagonizaron la pasada semana la primera visita a las instalaciones de Embruxo. | // FDV / Susana Regueira

¿Cuántos quilos de aceitunas se necesitan para hacer un litro de aceite? Es una de las primeras preguntas que tuvo que responder Ana Gato, al frente de Aceites Embruxo, en la visita escolar que inauguró la pasada semana la almazara de esta marca en el polígono de Barro. Se trata, explican sus representantes, “de una empresa especial, buscamos mejorar nuestra salud y también la de los campos gallegos”, consolidándose como una referencia en la apuesta por un producto natural y de calidad, y desde estas instalaciones visibilizan su procesamiento artesano.

“Embruxo surgió porque estudié Nutrición y completé mi formación con estudios de Empresa”, explica Ana Gato, que aunque orientó su carrera profesional a otros sectores “siempre tuve la inquietud de la nutrición y tras cursar un máster empecé a investigar sobre productos que eran buenos para la salud”.

Su primera sorpresa: “que los aceites, que me parecían lo más interesante, estaban muy manipulados, de hecho la administración acaba de denunciar que más de 15 marcas comercializadas adulteraban, yo me di cuenta hace mucho tiempo de que eso pasaba”.

Su apuesta fue por “la mejor selección de materia prima, proveniente de cultivos sostenibles y en un proceso que todo es artesano, mientras que por ejemplo en Andalucía es masivamente industrializado, en nuestro caso el aceite no pierde calidad” durante el prensado y envasado, resume la responsable de Embruxo.

Se envasa bajo demanda, a fin de que el consumidor reciba el aceite siempre fresco; y hasta ese momento se almacena en unas cubas libres de oxígeno para garantizar que no se producen daños de oxidación ni por contacto con luz o el aire

El resultado es un aceite “con un sabor afrutado e intenso, dejando un amargor y picor equilibrado característico de una cosecha temprana, elegante, muy agradable al paladar y equilibrado. No tiene acidez, ni rasca”, presumen desde la almazara.

Las degustaciones y catas completan la visita a la almazara.   | // FDV

Las degustaciones y catas completan la visita a la almazara. | // FDV / Susana Regueira

Se envasa bajo demanda, a fin de que el consumidor lo reciba siempre fresco; y hasta ese momento se almacena en unas tubas libres de oxígeno para garantizar que no se producen daños de oxidación ni por contacto con luz o el aire.

Desde Embruxo recuerdan que lo que comercializan es “zumo de oliva” de extracción en frío y sin filtrar, de modo que el aceite “ lleva la pulpa de la aceituna, que es la que concentra los nutrientes”. Ana Gato explica que “los aceites que normalmente encontramos en los supermercados están filtrados, porque les da un aspecto bonito, no turbio, que gusta más a los clientes, pero a cambio de perder propiedades”.

La marca no solo comercializa el aceite sino que colabora activamente con los productores gallegos. Su responsable explican que “asesoramos a los agricultores en todo el proceso de plantación y aplicación de tratamientos fitosanitarios”, con el objetivo de asegurar el éxito de los cultivos. Tras la cosecha, se encarga del procesado de la aceituna y la comercialización del aceite.

Ana Gato explica que “los aceites que normalmente encontramos en los supermercados están filtrados, porque les da un aspecto bonito, no turbio, que gusta más a los clientes, pero a cambio de perder propiedades”

En estos momentos Embruxo trabaja con productores “con fincas en Vilaverde, Ourense, en Teis en Vigo, en Sobrado dos Monxes y en Tomiño”, explica Ana Gato. Asimismo, la empresa prevé firmar en breve un convenio “con la Comunidad de Montes de Lérez para realizar otra plantación”.

El plan de asesoramiento parte de un primer diagnóstico de la situación de los suelos. “Se analizan en la Estación Fitopatolóxica de Areeiro”, detalla Ana Gato, y a partir de ese diagnóstico “se determinan los nutrientes que faltan a cada finca, porque en Galicia lo normal suelen ser suelos ácidos que bloquean los nutrientes”. Los cultivadores también reciben “un cuadro con la inversión y la rentabilidad por años. La mayoría de ellos tiene fincas abandonadas y sin plantar que incluso les causan gastos y nosotros el garantizamos ingresos y durabilidad”.

Embruxo colabora con cultivadores de toda Galicia y en estos momentos cuenta con producciones en fincas en Vilaverde, Ourense, en Teis en Vigo, en Sobrado dos Monxes y en Tomiño. También prevé firmar un convenio con la Comunidad de Montes de Lérez

En sus instalaciones de Barro la empresa acaba de inaugurar “un centro experimental del olivo”, explica sus responsable, en donde se muestra mediante prensas, trituradoras etc como es el proceso artesanal de la elaboración del aceite. También se proyectan audiovisuales y hay juegos con aromas pero, sobre todo, a los más pequeños les entusiasman “las catas, y aprenden muy rápidamente a diferenciar y valorar” este oro líquido con sello pontevedrés.

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