La ordenanza de ruidos y el Pepou del casco viejo llevan dos años parados “en el cajón”

El plazo que daban al Concello para aprobarlo vencía el 31 de diciembre | Si no hay prórroga podría asumir la Xunta la concesión de las licencias

El casco viejo de Ourense, desde los tejados.

El casco viejo de Ourense, desde los tejados. / Iñaki Osorio

Redacción

El 31 de diciembre del pasado año, remató el plazo dado por la Xunta de Galicia, para que el Concello tuviera aprobado en tiempo y forma el Pepou, el nuevo plan de protección del casco histórico de Ourense, toda vez que el Peri actual aún en vigor data de hace casi 28 años y resulta totalmente obsoleto para las necesidades urbanísticas actuales y no contempla normas de edificación y los cambios legislativos en materia de urbanismo que se aprobaron en los últimos años.

Desde la oposición creen que la Xunta ha concedido una prórroga al Concello, pero no hay constancia oficial. De no ser así el propio Gobierno autonómico podría decidir dirigir el mismo la concesión de licencias de obras en el casco histórico.

Sonia Ogando, que fuera concejala de Urbanismo del Concello de Ourense hasta la ruptura del bipartito con el actual Gobierno local que preside Gonzalo Pérez Jácome, recordó tras la celebración la pasada semana de la junta de área en el Ayuntamiento que, pese a la falta de respuesta del Gobierno local, existe “una urgencia de sacar adelante la ordenanza de ruidos porque es transversal para aprobar también el Pepou” .

La concejala y ahora portavoz del grupo municipal del PP denunció que “lleva más de dos años en el mismo cajón” lo que muestra “una parálisis más en la que tiene sumergida el alcalde nuestra ciudad”, señaló.

De hecho, la aprobación de la ordenanza de ruidos y la de veladores, debe de ser transversales a la de la aprobación del Pepou, porque son temas que afectan de forma directa, como es el ruido del ocio nocturno y la ubicación de terraza, en especial en zona de vinos, que afectan al casco histórico.

Todo el trabajo adelantado hace dos años desde las concejalías que entonces gestionaba el PP, tanto en lo relativo al Pepou que estaba pendiente de la cartografía como de ruidos, no avanzó. Tampoco se han aprobado ordenanzas como la de limpieza, y no se sacó adelante la de veladores.