Los magostos anuncian la Navidad en Ourense

La fiesta etnográfica provincial, de exaltación del otoño con gastronomía local y convivencia social, es a los ourensanos lo que Mariah Carey es al mundo | La lluvia respetó las celebraciones durante todo el día, a pesar de las previsiones meteorológicas

Varias personas asando costilla y chorizos en Montealegre.

Varias personas asando costilla y chorizos en Montealegre. / Iñaki Osorio

“Llevamos más de 30 años viniendo a esta carballeira del Montealegre para celebrar el magosto”, dice María Pérez mientras le da la vuelta a una tira de costilla y deja la tarea del asado en manos de otros compañeros en una celebración tradicional que es sinónimo de diversión, socialización, exaltación de la cultura y una promoción de la gastronomía ourensana.

La celebración provincial se dejó sentir por todos los rincones de la geografía ourensana con familiares, amistades, asociaciones vecinales, colectivos sociales y estuvo marcada por dos factores concretos. El primero, como casi siempre, es la meteorología. Las lluvias respetaron toda la jornada y unos salieron contentos y otros frustrados. Los que subieron o realizaron la celebración al aire libre los disfrutaron como siempre y los que no lo hicieron por las previsiones de lluvia sentenciaron que “había que haberlo hecho”.

La segunda es el alza de precios en las materias primas, principalmente los alimentos, para la celebración de la fiesta. El magosto más caro se dejó sentir en muchos grupos y asociaciones donde los precios se incrementaron en comparación con los años anteriores.

María Pérez así lo ratifica diciendo que “todos los años pagábamos 10 euros, pero este año como las cosas subieron tanto pedimos 15 euros para organizarlo todo y que nos diera para todos”. La ourensana explica la historia de una quedada que nació con la Asociación Auriense a finales de los 80 y con la convocatoria de múltiples colectivos culturales, sociales y ecologistas de Ourense.

Un grupo de participantes en el magosto de A Galleira.

Un grupo de participantes en el magosto de A Galleira. / Iñaki Osorio

El relevo pasó a otras generaciones y también a otras asociaciones, pero el sentimiento y el compromiso por el magosto continúa siendo inquebrantable. María comenta que “yo vine ya aquí embarazada a hacer el magosto y ahora es mi hija, de 27 años, la que ayuda a organizarlo, así que mira si hay relevo. Es lo más bonito que tiene esta tradición que te une con diferentes personas en una jornada donde se baila, se canta y se conoce a mucha gente”. Precisamente en este sentido, ayer no solo había acento gallego y acento castellano, sino que también se dejaba notar el inglés o el francés entre los asistentes.

Y María añade que “en este magosto cabe todas las personas y también aquellas que tengan reivindicaciones legítimas y justas”. En la carballeira había niños y niñas corriendo, mientras los mayores preparaban las cosas y los más mayores disfrutaban de una temperatura agradable con una charla y vaso en mano.

Los primeros magostos se llamaban “Magosto de Auriense”, pero ahora, con la organización por parte de la Asociación A Galleira, se denomina “Magosto de sempre”. Mantiene la misma idiosincrasia a pesar del nombre, pero ahora ya no se convoca a las asociaciones, está tan consolidado que es necesario organizarlo con semanas de antelación, mediante carteles en bares para que los interesados se apunten y paguen.

La experiencia es una virtud para la organización del magosto, pero también se adaptan a las nuevas diversidades gastronómicas. María dice que “además del churrasco, el criollo y el chorizo tradicional, también nos adaptamos a los veganos con chorizos veganos, bicas veganas y empanadas veganas” y fomentan la cultura gallega con música en directo y bailes tradicionales.

La Asociación Vecinal As Curuxeiras también celebró su tradicional magosto.

La Asociación Vecinal As Curuxeiras también celebró su tradicional magosto. / Iñaki Osorio

Porco espeto y castañas

La capital también tuvo un protagonismo destacado durante la tarde de ayer donde el Concello dispuso de carpas por si llovía y de puestos para la adquisición de castañas completamente gratuitos, así como bollos preñados con bebida a 1 euros, crepes gigantes y porco espeto por cinco euros cada cosa.

Los vecinos de la capital, familiares y otros ourensanos se acercaron hasta los diferentes puntos dispuestos para pasar la rápida y disfrutar de la música de Brañas Folk desde las 19.00 horas, para después pasar a los bailes con la Orquesta La Misión y terminar la noche al ritmo de la música comercial con una sesión dj.

Un gran reclamo para centenares de personas que buscaron en la programación municipal una alternativa a los tradicionales magostos familiares.

El bollo preñado fue un reclamo para centenares de personas en la Plaza Mayor.

El bollo preñado fue un reclamo para centenares de personas en la Plaza Mayor. / Iñaki Osorio

Cita religiosa

La agenda del día también tenía marcado un evento institucional y religioso donde todos los grupos representados en la Diputación de Ourense y el Concello de Ourense, excepto el BNG, así como representantes de la Xunta de Galicia y diputados y senadores ourensanos participaron en una procesión desde la Casa Consistorial hasta la Catedral de Ourense, donde el obispo de Ourense, Leonardo Lemos, ofició y presidió una misa en honor al patrón de Ourense San Martín de Tours.

En su homilía el obispo, oró que “siguiendo el ejemplo de San Martiño, que fue llamado el ‘santo de la compasión’ y a lo que nos atrevemos a llamar ‘pacificador de la sociedad’ encontramos la elocuencia de su mensaje que hoy desea dirigir a todos los hombres y mujeres de nuestra sociedad para recordarnos que nada se puede hacer en favor de la paz si los sentimientos de hostilidad, desprecio y desconfianza y los odios raciales e ideologías obstinadas, dividen y enfrentan entre sí a los hombres. Es preciso que todos convirtamos nuestro corazón y abramos nuestros ojos al mundo entero, pensando en aquello que podríamos realizar en favor del auténtico progreso del género humano si todos nos habíamos unido en proyectos de paz y de justicia”. Hizo referencia a los procesos bélicos que está viviendo actualmente el mundo e invitó a la sociedad a buscar la paz como un medio para el futuro social.

En el acto religioso el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, hizo una ofrenda a San Martiño leyendo un texto que, entre otras cosas, decía lo siguiente “te pedimos que nos ayudes a alcanzar esa vocación de servicio a los demás de la que tú hiciste gala durante tu misión en el mundo. Petición que te rogamos tengas en cuenta aplicada especialmente a los gobernantes y servidores públicos de nuestra ciudad, de nuestro país y del mundo entero”.

Y finalizó diciendo que “que esta celebración contribuya a tu mayor veneración en todo el mundo en los tiempos presentes y futuros, y nosotros y nuestros descendientes podamos seguir celebrando este, tu día, por siglos y siglos, como ya son muchos los siglos que esta ciudad de Ourense lleva haciendo”.

REpartidores de Castañas en la Plaza Mayor de Ourense.

REpartidores de Castañas en la Plaza Mayor de Ourense. / Iñaki Osorio

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