Una decena de monumentos víctimas del abandono

La Constitución establece, en el artículo 46, la obligación de los poderes públicos de garantizar la conservación de los bienes históricos, culturales y artísticos de España. La asociación Hispania Nostra, nacida en 2007, conciencia contra el abandono del patrimonio y va actualizando, gracias a la participación social, una lista roja con los lugares de importancia que se encuentran “en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores”.

En Ourense forman parte de esa relación diez monumentos cuya historia permite recorrer el pasado, entre los siglos IX y XVIII. Hay torres de las edades Media y Moderna, monasterios, una casa rectoral y un convento en el listado de patrimonio en peligro. Varios de los bienes están catalogados como BIC o inventariados, pero la protección administrativa no basta para garantizar su protección. En el resto de Galicia están identificados otros 25 monumentos en riesgo en A Coruña, 15 en Pontevedra y 10 en Lugo.

En junio de 2022 se produjo la última incorporación a la lista roja en Ourense. La casa parroquial de Dadín (O Irixo), muestra del barroco rural del siglo XVIII, se encuentra “en estado de abandono y de ruina, abocada a su desaparición completa”, advierte Hispania Nostra en su web.

Siete a la lista roja desde 2019

Siete de estos diez monumentos en peligro han sido incluidos en la relación desde el año 2019. Tres son torres. La de Torán (Taboadela), del siglo XV, es un monumento histórico-artístico y un Bien de Interés Cultural (BIC). Su estado de conservación es “pésimo”, tras haberse visto afectada por la sustracción de sillares de piedra y la proliferación de la maleza, además del daño de la erosión y el tiempo.

La del Olivar (Puga, Toén), datada en los siglos XV y XVI, estuvo habitada hasta mediados del XX y carece de protección específica. Entre las ruinas quedan pocos restos de la construcción primitiva, que además están “muy deteriorados”.

En Cartelle se encuentra la torre de Sande, conocida por los vecinos como O Castelo. Un vestigio de la Edad Media, datado entre los siglos XII y XV. Catalogada como BIC, se encuentra en un mal estado de conservación. Siguen en pie parte de sus muros, “aunque con importantes grietas que hacen peligrar su estabilidad”, señala Hispania Nostra.

Hay cuatro monasterios de Ourense en peligro de desaparición. El de Lobás (O Carballiño), un bien inventariado, permaneció activo entre lo siglos XI y XIII, con monjas benedictinas. Las alas del convento “presentan un estado de ruina general”, señala la asociación.

El monasterio de Santa María de Melón, un BIC, data del siglo XII. También sufre abandono. La maleza hace mella y hay capitales, fragmentos de columnas o motivos ornamentales diseminados por la zona.

En Palmés, el monasterio de Naves, fundado en el siglo IX y operativo hasta el XIX, sigue en ruinas y afectado por la vegetación. Catalogado por la Xunta, está desde 2011 en la lista del patrimonio en peligro.

Fue incluido en el año 2007 el monasterio –y, después, abadía– de San Paio, en Abeleda (A Teixeira). Sufre un “dramático proceso de ruina”, lamenta Hispania Nostra. Data de los siglos XII al XIV y no está protegido. Ha sido víctima de expolio de retablos y alguna columna.

La relación de patrimonio de Ourense en riesgo de desaparición se completa con la casa rectoral de San Xoán de Barrán, en el municipio de Piñor, con origen en el XVIII. Pese a la belleza de su patrio y balaustrada, se encuentra en “completo abandono”, avisa la asociación.

En 2008 se incluyó en la lista roja el convento del Bon Xesús de Trandeiras (Xinzo de Limia), fundado en el siglo XVI. En la iglesia, bien conservada, se mantiene el culto pero el monasterio está abandonado.

Suscríbete para seguir leyendo