La maleza desluce uno de los iconos de Ourense

La Xunta no tiene programada ninguna limpieza en la Ponte Vella, tras retirar en años anteriores la vegetación “que podía suponer un problema y afectar a la estabilidad” | Las mejoras previstas, en la acera vallada y en la humanización de las Caldas

El aspecto del Puente Romano de Ourense, con abundante vegetación en sus sillares. // IÑAKI OSORIO

El aspecto del Puente Romano de Ourense, con abundante vegetación en sus sillares. // IÑAKI OSORIO / J. Fraiz

Javier Fraiz

Javier Fraiz

Las malas hierbas proliferan en la Ponte Vella de Ourense, el primer paso construido para salvar el escollo del río Miño, un monumento histórico-artístico –desde 1961– cuyo origen se remonta a la época romana. El puente es un icono de Ourense –aparece en el escudo de la ciudad– por el que discurre el Camino Mozárabe-Vía de la Plata, en la ruta de peregrinación a Santiago de Compostela.

La vegetación que se erradica en la infraestructura siempre acaba por volver. Serían necesarios trabajos periódicos de limpieza para mantener sin tacha la estética de este Bien de Interés Cultural, uno de los emblemas de la capital. En respuesta a una consulta de este periódico, la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade indica que “neste exercicio non está programada unha limpeza dos paramentos da Ponte Romana, tendo en conta o seu estado actual e que en anos anteriores se teñen realizado actuacións profundas que permitiron eliminar aquela vexetación que podía supoñer un problema e afectar á estabilidade de pezas de sillería”.

El aspecto del Puente Romano, con abundante vegetación en sus sillares.   | // IÑAKI OSORIO

Maleza en los miradores. | // IÑAKI OSORIO / J. Fraiz

Expropiaciones para la acera; las obras, tras el verano

Sin embargo, la administración autonómica prevé una intervención “para mellorar o seu aspecto”. La Xunta se refiere a la intervención en la acera que sigue vallada desde 2018 en el final de la Avenida das Caldas, en el barrio de A Ponte. La mejora está incluida en la ejecución de un eje de movilidad sostenible desde la estación intermodal hasta Expourense, por la senda del Río Barbaña desde los Remedios.

El proyecto contempla una estructura metálica en voladizo como paso para los peatones. Está en marcha el proceso de expropiaciones. “Concretamente, o acto de levantamento de actas previas á ocupación xa foi realizado 13 de xuño, e a formalización das actas de ocupación está fixado para o día 31 de xullo. A previsión é iniciar as obras despois do verán”, explican desde Infraestruturas.

Además, la humanización de la Avenida de las Caldas hasta un punto muy próximo a la Ponte Vella, una intervención prevista en el diseño del nuevo eje de movilidad en Ourense, “contribuirá a mellorar a súa contorna máis inmediata”, añade la Xunta.

La acera del final de las Caldas está vallada desde 2018.   | // IÑAKI OSORIO

La acera del final de las Caldas está vallada desde 2018. | // IÑAKI OSORIO / J. Fraiz

Pasarela tras derribar la acera

Cinco años lleva vallada la acera del final de la Avenida de las Caldas, en el margen derecho del Miño, en el umbral de uno de los monumentos más fotografiados de Ourense, paso diario de ciudadanos, turistas y peregrinos. La solución para este lugar, que da acceso a un edificio de viviendas y a una farmacia, está incluida entre las obras para crear una senda peatonal que mejore la movilidad de los peatones y los ciclistas entre el norte y el sur de la ciudad.

La intervención prevé la demolición de la acera existente y la construcción de una estructura metálica a modo de pasarela para dar servicio al inmueble y a los locales. Según el proyecto, quedará un hueco entre esta nueva estructura –a la que se accederá desde la acera del final de As Caldas que no se vea afectada por la demolición– y el puente.

El proyecto parte de la base de que el aspecto exterior de la acera y de la envolvente al Parque do Ribeiriño “presentan un estado de conservación pésimo”. Bajo el forjado, que fue utilizado como soporte, hay un entramado de redes de servicios urbanos “que se han ido disponiendo a lo largo del tiempo sin previsión alguna” .

El documento de la Xunta constata que “el deficiente estado de conservación del forjado, así como de las diferentes redes urbanas que discurren bajo el mismo, hacen que no sea posible su uso en condiciones de seguridad, y aconseja acometer los trabajos de rehabilitación y sustitución”.

El vallado, que permanece en el extremo de la Avenida de las Caldas desde mediados de 2018, es preventivo, con el objetivo de evitar cualquier ocupación de la acera que entrañe un riesgo. Bajo el forjado, en el espacio residual, se llevó a cabo un “denso” apuntalamiento. “Con objeto de dar solución a la problemática” –señala el proyecto por el que se rige la Xunta para construir la senda peatonal–, se adoptará una solución para consolidar la acera, situada en el margen derecho del estribo norte del puente.

Según la documentación relativa a este proyecto, se realizarán los siguientes trabajos: demolición y retirada de la estructura existente; movimiento de tierras necesario para la ejecución de las cimentaciones para la nueva estructura; “se diseñará una estructura metálica que independice el acceso a los portales y negocios existentes; y, además, “se realizará una recuperación y restauración del estribo derecho, y se ampliará el pretil hasta su ubicación original”.

El aspecto del puente Romano desde la bajada al Parque Ribeiriño, en el barrio de A Ponte.

El aspecto del puente Romano desde la bajada al Parque Ribeiriño, en el barrio de A Ponte. / INAKI OSORIO

Desde la estación a Expourense

El eje de movilidad sostenible que recorrerá Ourense tendrá una longitud de 5,1 kilómetros y requerirá una inversión de 8,4 millones de euros, en tres subtramos de la ciudad. El trecho de 600 metros entre la estación intermodal y el final de la Avenida de las Caldas contará con un itinerario para peatones y ciclistas. La inversión en este punto alcanzará el millón y medio.

El segundo trecho, de 3,5 kilómetros por la senda del Barbaña –se mejorará la conectividad del paseo fluvial actual–, costará 4,2 millones de euros. El objetivo es poner en marcha un eje desde el pabellón de los Remedios hasta Expourense. Un tercer proyecto hará posible una senda de acceso al complejo hospitalario de Ourense, con un itinerario de un kilómetro de longitud y un presupuesto para las obras de 1,7 millones de euros.

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