Opinión | El pataleo

Xavi y el poder de Deco

Xavi se marcha sin hacer ruido, sin rajar de Laporta, al que comprende y quiere. Ambos se tienen cariño, mucho cariño. Disfrutaron juntos del gran Barça del sextete, en el que casi todo eran alabanzas, y ahora han compartido algunas alegrías y muchas frustraciones en este club en crisis, en el que casi todo son críticas y problemas. Xavi sabe que en el club había gente que no le quería, que calentaba la oreja al presidente para echarle, que medraba para cerrar su capítulo lo más pronto posible. No es el caso de Rafa Yuste, por cierto, quien ha sido su principal apoyo hasta el final y que no ha podido evitar su caída. Lo decía Quique Sánchez Flores el otro día: el Barça trata mal a sus leyendas. Messi, Koeman y ahora Xavi. Seguramente tiene razón, demasiadas urgencias, miedo a la reacción de la afición, resultados que no acompañan y un Madrid que puede conquistar la quince. Florentino tiene atado a Mbappe y el Barça, con graves problemas para fichar. La afición está decepcionada, abatida y casi adormecida por la nebulosa que envuelve al club y el esplendor del eterno rival. Una masa social que empieza a poner en duda la gestión de la directiva, que no muestra tener un proyecto claro y que recurre en exceso a la improvisación. Y que, para colmo, también pierde a sus principales ejecutivos.

Mateu y Jordi

Muchos hombres fuertes han abandonado a Laporta desde su llegada a la presidencia. Mateu Alemany y Jordi Cruyff también se marcharon y dejaron lo deportivo en manos de Deco, que decide mucho, seguramente demasiado. Mateu y Jordi eran claves en esta etapa de Laporta. Sabían de fútbol y cómo gestionar un club. Lástima su adiós. El portugués hace y deshace, de momento, sin acierto. Con todo esto, no resulta fácil ilusionar a los culés para que vayan a Montjuic a animar a los suyos, la verdad. Llega ahora un alemán serio, trabajador y que sabe lo que es ganar un sextete. Flick tiene mucho trabajo por delante, pero hay mimbres para levantar un club que tiene que estar más arriba, que tiene que plantar cara al Madrid de verdad, que necesita hacerlo porque su historia se lo exige. Ojalá sea un acierto su fichaje. Ojalá.