La Soledad de María reina sobre la borrasca “Nelson”

La procesión, íntegramente compuesta por mujeres, desafía al mal tiempo y completa un recorrido

Las costaleras de la Hermandad de los Dolores en la “levantada” en el Eirado do Señal.

GONZALO NÚÑEZ

Las previsiones no eran nada halagüeñas. Tampoco lo son para hoy. Pero aún bajo un cielo encapotado y con la amenaza de la lluvia la Hermandad de los Dolores y la Soledad de Cangas fue capaz de salir y celebrar la procesión de la Soledad de María. Una de las procesiones más especiales de la Semana Santa canguesa porque está compuesta únicamente por mujeres. Hoy es Jueves Santo y será el turno de la marcha de la Santa Cena, que incluye el espectacular paso “Última Cena del Señor”, realizado a finales del siglo XIX por el escultor Ignacio Cerviño, autor también del Cruceiro do Hío.

“Esta levantada se la vamos a dedicar a todas esas madres que sufren en soledad por sus hijos. Y también nos vamos a acordar de todas esas compañeras a las que su salud no les permite salir con nosotras”. Con esta dedicatoria tan especial pronunciada por la presidenta de la Hermandad de los Dolores y la Soledad, Sheila Lorenzo, y con un emotivo y sentido aplauso concluyó ayer la procesión de la Soledad de María en Cangas. El cielo brindó una tregua y la borrasca “Nelson”, que tiene en jaque a todas las cofradías de la Semana Santa, permitió la marcha por las calles del casco histórico cangués. Un recorrido un poco más corto de lo habitual, precisamente por esa amenaza meteorológica y para evitar que la procesión quedase demasiado expuesta al viento.

El tiempo mantuvo la incertidumbre hasta el último momento. Poco antes de que la imagen de la Soledad saliese de la excolegiata la lluvia parecía inminente, pero finalmente se quedó en un amago. Así, pasadas las ocho de la tarde pudo arrancar una de las procesiones más especiales de la Semana Santa de Cangas, formada exclusivamente por mujeres: desde las penitentes a las 16 costaleras que cargaban sobre sus hombros el paso de la Soledad. La Venerable Hermandad de los Dolores se fundó en 1748 y la talla con la que ayer procesionó es la más antigua de cuantas conserva, con una datación que se remonta al siglo XVII.

La procesión recorre en silencio la Rúa do Sol.

La procesión recorre en silencio la Rúa do Sol. / Gonzalo Núñez

La procesión bajó un primer tramo por la Rúa Real para luego girar a la izquierda y recorrer las calles Benigno Soage y Sol en dirección al Eirado do Señal. Un recorrido en silencio, sin siquiera ningún acompañamiento musical y solo roto por el rítmico sonido de las forquetas de las costaleras al golpear el suelo. La Soledad de María tiene más peculiaridades dentro de la Semana Santa de Cangas, cuyas procesiones intentan seguir el orden cronológico de la Pasión de Cristo. La excepción es precisamente la de la Soledad, que se adelanta y avanza lo que está por venir según el relato de la tradición cristiana.

Las "levantadas"

Al llegar al Eirado do Señal la cruz procesional y las penitentes se hacen a un lado y las mujeres que portan el paso de la Soledad se orientan de espaldas al mar para proceder a la primera “levantada”. Integrantes de la hermandad recogen sus forquetas y a la orden de “arriba” que pronuncia la guía proceden a levantar a pulso la imagen. Un esfuerzo posteriormente recompensando por los aplausos del público que acompaña la procesión.

El principio de la procesión, bajando por la Rúa Real y con la excolegiata de fondo.

El principio de la procesión, bajando por la Rúa Real y con la excolegiata de fondo. / Gonzalo Núñez

Tras esta primera “levantada” se emprendió el regreso hacia la iglesia, un trayecto que habitualmente discurre por el Paseo de Eugenio Sequeiros. Ayer se modificó este trazado para que la procesión se recogiese antes debido a esa amenaza de lluvia y para resguardarse del viento. Así, la vuelta se hizo siguiendo exactamente el mismo camino previo. Al filo de las nueve de la noche la marcha llegaba a su punto de destino, momento en el que se realizó la segunda “levantada”, con la dedicatoria a las madres y a las compañeras de la hermandad que no pueden procesionar. Un gesto nuevamente seguido de aplausos y vítores de “campeonas” hacia las costaleras.

Hoy le toca el turno a la procesión de la Santa Cena, bajo la organización de la Cofradía de la Misericordia y Gremio de Mareantes (anterior a 1584 y refundada en 1709). A las 18.00 horas será la misa solemne en la excolegiata de Cangas y, si el tiempo lo permite, el recorrido procesional comenzará a las 20.00 horas. Una marcha que incluye los pasos de la “Última Cena del Señor”, del escultor Ignacio Cerviño; la Virgen de los Dolores, en anda de gala y bajo palio; “Jesús de la Salud en su Flagelación”, el “Cristo del Perdón” y la “Oración de Jesús en el huerto de los olivos”. Al igual que ayer, la salida de esta procesión estará a expensas de lo que decidan el cielo y la borrascosa meteorología de esta Semana Santa.

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