La Diputación pone en marcha la inspección de residuos, con 1.540 controles anuales en la comarca

El objetivo es fomentar la separación en origen y aumentar el reciclaje | El plan provincial cuenta con 15 concellos adheridos

La recogida de los contenedores marrones de un local de hostelería de O Morrazo.

La recogida de los contenedores marrones de un local de hostelería de O Morrazo. / M.M.

La Diputación está a punto de poner en marcha el Servizo de Vixilancia, Inspección e Control da Xestión dos Residuos Municipais (Sevic), cuyo objetivo es fomentar la separación en origen de la basura, aumentar la reutilización y alcanzar un reciclaje de alta calidad. Todo para poder cumplir con Ley 7/2022 de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, que obliga a los concellos a ejercer esa labor de supervisión y control. En previsión de su falta de medios y recursos, la propia ley permite a los ayuntamientos que encomienden esta tarea a las diputaciones, una alternativa a la que se acogió la Mancomunidade do Morrazo. Desde la Diputación de Pontevedra acaban de remitir el plan de actuación para el periodo 2024/25, que incluye hasta 1.539 inspecciones anuales repartidas entre Cangas, Moaña y Bueu.

Estos controles abarcarán establecimientos, entidades o empresas generadoras de residuos, lo que incluye locales del sel sector de la hostelería; supermercados y tiendas de alimentación; comercio en general; centros educativos o edificios públicos, entre otros. El plan establece que la prioridad a la hora de actuar en cada uno de los concellos vendrá determinada por el porcentaje de separación en las distintas fracciones: biorresiduos, papel y cartón, vidrio y envases. “Los ayuntamientos con una menor ratio de separación de residuos serán prioritarios a la hora de realizar este servicio”, se afirma en el plan bianual.

El Sevic cuenta con 15 ayuntamientos adheridos, entre los que figuran los tres de O Morrazo a través de la Mancomunidade. Las inspecciones pueden ser de dos tipos: programadas, que son aquellas previstas con antelación y en base a los criterios de prioridad, y las no programadas, que son aquellas que surgen “como consecuencia de circunstancias o acontecimientos no previsibles”. Estas últimas pueden venir derivadas por denuncias presentadas por los propios concellos si detectan el incumplimiento de las obligaciones por parte de un productor o gestor de residuos, cuando se tenga conocimiento de incidentes o bien dentro del seguimiento a establecimientos en los que se hayan detectado incumplimientos dentro de las visitas programadas.

Visitas en función de la población

El número máximo de visitas que se realizará en cada municipio viene determinado en función de la población. Así, según el anexo del plan provincial Cangas es el concello en el que se realizarán más inspecciones: 640 programadas y 71 no programadas, hasta llegar a las 711. Moaña será el segundo, con 461 programadas y 51 no programadas, que hacen un total de 512. Finalmente, Bueu será el sexto con más inspecciones, con 284 programadas y 32 no programadas, que suman 316 (le superan Gondomar, Tomiño y Baiona).

Estos controles se realizarán con personal funcionario adscrito al Sevic de la Diputación, cuyos integrantes tendrán la consideración de agentes de la autoridad y los hechos que constaten y que recojan en sus actas de inspección “gozarán de presunción de certeza a efectos probotarios”. Durante esas visitas se comprobará si el establecimiento está adherido al sistema de recogida municipal o si cuenta con los servicios de una entidad gestora autorizada; la cantidad y calidad de la separación de los residuos; si dispone de contenerización adaptada tanto en tipo como cantidad según su producción y tipo de fracción; y las medidas de precaución para el almacenamiento de los residuos a la espera de su gestión.

El resultado de esas inspecciones deberá plasmarse en un acta, en la que se pueden incluir medios gráficos, y que debe concluir si se “cumplen satisfactoriamente” los parámetros exigidos. En caso de que no sea así, se instará a los responsables a adoptar las medidas necesarias y se les concederá un plazo. “En el caso de no solucionar las deficiencias encontradas durante la inspección en ese plazo señalado, se propondrá al Concello [o a la Mancomunidade] que incoe expediente sancionador al productor de residuos”, recoge en su articulado el plan de inspección de la Diputación.

Una reunión de la junta de gobierno de la Mancomunidade do Morrazo.

Una reunión de la junta de gobierno de la Mancomunidade do Morrazo. / Gonzalo Núñez

Campañas semanales rotatorias en cada concello, que comenzarán antes del verano

Los controles se realizarán a través de campañas semanales rotatorias en cada uno de los quince municipios adheridos al Sevic. El plan diseñado por la Diputación prevé empezar antes del verano y se estima que, teniendo en cuenta el número de concellos que forman parte del plan y los medios disponibles, se podrían realizar inspecciones en todos los municipios aproximadamente cada mes. La intención inicial era que este plan de vigilancia comenzase en 2022, pero finalmente los controles se van a demorar casi hasta mediados de este año 2024.

La Mancomunidade do Morrazo fue de los primeros entes en adherirse al Sevic, lo que en los primeros años le servirá para beneficiarse de importantes bonificaciones. El coste previsto de este servicio en O Morrazo es de 174.500 euros anuales. Durante este primer año la Mancomunidade estará exenta de abonar este canon. En 2025 la bonificación será del 70% y a partir de 2026 la exención será del 35%.

Estas últimas exenciones tendrían que ser respectivamente del 60% y del 25%, pero como la Mancomunidade adoptó el acuerdo de unirse al plan provincial antes del 31 de julio de 2022 cuenta con un descuento adicional del 10%.

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