La cena de Nochebuena, por encima de las nubes

La almeja japónica en la plaza de Moaña escaló hasta los 18 euros por kilo

La bancada de “A Machotiña”, ayer en la plaza de Cangas, con una muestra del marisco que tiene a la venta en estas fechas navideñas.

La bancada de “A Machotiña”, ayer en la plaza de Cangas, con una muestra del marisco que tiene a la venta en estas fechas navideñas. / Santos Álvarez

Las plazas de abastos afrontan las dos jornadas previas a la cena de Nochebuena y la comida de Navidad. Esta semana la imagen que ofrecían era casi desangelada, con pocos clientes y sin apenas movimiento. Todo indica que entre hoy y mañana la situación será bien diferente, pero los rezagados que no hayan congelado previamente o que esperen al último momento se van a encontrar con precios disparados y sin existencias en algunas especies.

Quedan apenas dos días para la cena de Nochebuena y la posterior comida de Navidad. Lo normal es que durante esta semana las plazas de abastos estuviesen a rebosar de actividad, con las familias apurando las compras de pescado, marisco y carne para estas fechas tan señaladas. Sin embargo la imagen es bien distinta, tal como reconocen en mercados como los de Cangas y Bueu. “A esta hora de la mañana esto tenía que estar lleno y ya ves lo que hay”, decía una pescantina canguesa poco antes de las 10.00 horas mostrando un mercado sin apenas gente. Entre hoy y mañana se espera el gran aluvión de compradores, que se van a encontrar con precios más caros, en algunos casos incluso por encima de las nubes, y con poca oferta en algunos productos.

A la imagen un tanto desangelada de los mercados de abastos durante esta semana contribuyen varios factores. El más importante es que cada vez son más las personas que realizan sus compras con antelación para congelar el pescado o marisco. “Los que no compraron antes ahora van a esperar hasta el viernes y el sábado porque ya no les compensa congelar”, coinciden desde diferentes puestos de Cangas y Bueu.

¿Y qué se van a encontrar? Quizás sería mejor preguntar qué es lo no van a encontrar. La centolla de la ría escasea. Tanto marineros como vendedores coinciden que no hay grandes capturas debido a que el mar sigue en calma y con temperaturas muy frías, lo que provoca que esta especie apenas se mueva. Una situación muy similar a la de la nécora.

En la lonja canguesa la centolla esta semana se cotizó a 45 euros el kilo, lo que significa que ese mismo marisco llega a un precio de venta al público de al menos 50 euros el kilo. “Mira, yo la que tengo viene de la costa de Portugal y la estoy vendiendo a unos 22 euros. Ahora mismo hay poca de la ría y se vende a 50 o 55 euros el kilo. Este año vendí mucha centolla gallega a 15 euros para congelar, pero fue antes del puente de diciembre”, cuenta la responsable del puesto de venta de A Machotiña, en Cangas.

Colas, ayer, para adquirir pescado en la plaza de abastos de Moaña.   | //  SANTOS ÁLVAREZ

Colas, ayer, para adquirir pescado en la plaza de abastos de Moaña. | // SANTOS ÁLVAREZ / david garcía/Fran g.sas

A grandes rasgos las impresiones son coincidentes en la mayoría de los puestos consultados, que reconocen que para hoy y mañana tienen muchos encargos de clientes habituales. “El problema es que no sé si habrá mercancía para atender a esas peticiones”, señala Belén, desde Mariscos Ventosinos. Esta semana se pudo ver de nuevo el percebe después de que el mar permitiese a los percebeiros salir a trabajar al islote de Agoeiro y a la Costa da Vela. “Se vende a un precio de entre 85 y 120 euros, en función del tamaño. Pero si me preguntases hace un mes a lo mejor iría más caro porque en aquel momento no había producto por culpa del mal tiempo y de las borrascas”, explica. Y si lo que se busca es un bogavante el desembolso puede rondar tranquilamente los 70 euros.

En el caso de los pescados la situación es similar. “El pescado está muy caro, sobre todo especies como el coruxo, rodaballo y lenguado. De la ría y de incluso de la costa de Portugal hay muy poco y lo que viene llega desde Países Bajos o Dinamarca. El coruxo anda a 33 euros el kilo; el rodaballo a 40 cuando lo normal es que estuviese a 18 o 20; y el lenguado a 25 o 26 euros y su precio habitual es de 16 o 17 euros kilo”, cuentan desde Peixes Meleira. “Es normal que la gente no se anime, al final una cena te sale por un buen pico y es solo un día”, subraya su responsable.

Desde su puesto Charo Portas ofrece una visión similar. “La cosa está mal: no hay mucho pescado y la gente tampoco tiene para gastar. Hoy [por ayer] en la lonja la merluza subió un disparate: estaba a más de 11 euros, sin contar impuestos. Si compro a ese precio luego la tengo que vender a 15 o 16 euros el kilo y lo normal sería andar entre los 6 y 10 euros”, pone como ejemplo.

Una pescantina de Cangas muestra un ejemplar de pez ballesta o “peixe porco”.   | //  S.ÁLVAREZ

Una pescantina de Cangas muestra un ejemplar de pez ballesta o “peixe porco”. / Santos Álvarez

Por eso hay comerciantes, como Alberto “Peixe”, que defienden la necesidad de que el Gobierno rebaje el IVA de los productos del mar. “La alimentación está cara, los barcos también tienen el combustible caro. El bolsillo de la gente se resiente y había que bajar estos impuestos”, argumenta.

A la hora de comparar el marisco autóctono con el de fuera se producen casos muy llamativos, como en la vieira. “La de aquí se vende a 3,50 euros la unidad, mientras que la francesa está a 10 euros el kilo. Para reunir un kilo de vieira gallega necesitan unas diez piezas y no todo el mundo se puede permitir ese gasto”, señala el propio Alberto “Peixe”.

Una vista de la plaza de abastos de Bueu, ayer por la mañana.   | //  SANTOS ÁLVAREZ

Una vista de la plaza de abastos de Bueu, ayer por la mañana. / SANTOS ÁLVAREZ

En la plaza de Bueu la centolla no llegaba a esos 50 euros el kilo –al menos de momento– y en la mayoría de los puestos parecen contar con existencias. “Hay material para vender, lo que no hay estos días es quien lo compre. El dinero se va enseguida a pesar de la doble paga [por la paga extra de diciembre]”, resume el responsable de Peixes e Mariscos Campos.

“La verdad es que la cosa está muy mal, todo muy parado. Creo que hubo mucha gente que ya compró para congelar y el resto va a esperar hasta el último día para coger algo fresco”, cuenta a su vez Marta, de Peixes e Mariscos Cartagena. La centolla, en función del puesto, se está comercializando a entre 30 y 38 euros el kilo. En algunos casos incluso más barata que antes del puente de diciembre, cuando se cotizó en algunos puestos a 40 euros. Sin embargo, lo más probable es que en estas dos jornadas que faltan antes de Nochebuena se pueda superar nuevamente ese precio de 40 euros.

Roberto con una pieza de ternera en su carnicería de la plaza de Cangas.   | //  SANTOS ÁLVAREZ

Roberto con una pieza de ternera en su carnicería de la plaza de Cangas. / SANTOS ÁLVAREZ

En Bueu uno de los mariscos que en los últimos días experimentó un alza más pronunciada es la cigala viva, que pasó de los 42 euros el kilo a situarse ya en el umbral de los 50 euros el kilo. Y luego hay otros como la nécora y el camarón de la ría que están literalmente desaparecidos. “No se ve nada”, afirman desde algunos puestos.

Una de las tradiciones más arraigadas en Galicia es la cena de Nochebuena con bacalao y coliflor. En la plaza de Bueu está el puesto de Salazones Paca. “La gente se está animando e incluso se nota que llevan hojas grandes y de más valor. La subida de un año para otro puede andar entorno a los dos euros: un lomo de bacalao bueno y gordito puede andar sobre los 15 euros, que es más o menos normal. Lo que subió una barbaridad es la cococha: de un año para otro cuesta nueve euros más, se pasó de 18 a 27 euros”, explica su responsable.

La almeja japónica escala a 18 euros el kilo en Moaña

En Moaña el movimiento ayer en la plaza de abastos era menor y no estaba operativo el tradicional puesto de venta de bacalao. Entre las pescantinas, explicaban que las vieiras de fuera se venden, como en Cangas, a 10 euros el kilo. “Es el mismo precio que la semana pasada. Mañana [por hoy] puede que suban un poco, hasta los 12 euros porque es cuando llegan los compradores de última hora para aprovechar el marisco más fresco, pero no creo que los precios escalen más”, explicaban desde uno de los puestos.

En el mercado moañés era muy difícil ayer encontrar centolla porque en la lonja el precio era muy alto. “La centolla grande y buena llega hasta los 50 euros el kilo. ¡Cualquiera se arriesga a traerla!”, apuntaba una placera.

En cuanto al pescado, el coruxo se vendía hace unos días a 22 euros el kilo “y ahora está a 26”, explicaba otra de las vendedoras. Mientras tanto, una compañera indicaba a las clientas el precio de la almeja japónica estaba a 18 euros “cuando hace poco la teníamos a unos 12 euros por kilo”. La centolla en este puesto se vendía ayer a 30 euros “unos cinco más que la semana pasada”.

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El menú de Nochebuena y Navidad no está compuesto únicamente por pescado y marisco, sino que también hay hueco para la carne. En algunas carnicerías, como la de Roberto en la plaza de Cangas, señalan que hay carnes como la de ternera que apenas experimentan cambios y se mantienen estables. Pero hay otras como la de cordero que pegan un subidón. “Lo normal es que esté sobre los 15 euros y ahora mismo está en los casi 20 euros. Para que te hagas una idea: hubo años en los que vendí hasta 20 o 21 corderos para Nochebuena y este año no llevó ni cinco”, ejemplifica este carnicero cangués. Y hay otras carnes, como la de cabrito, que directamente son “inviables”.

Las ventas en las lonjas tampoco son las normales. Por ejemplo, en la de Cangas estas navidades la navaja se cotizó a un precio máximo de algo más de 22 euros, cuando en ocasiones anteriores superaba los 30 euros. Lo mismo ocurre con el erizo, que en estas fechas rebasa ampliamente los 20 euros el kilo. “Ayer lo vendimos a 15 euros y lo vendimos bien”, afirman.

Hay especies que sí están disparadas, como la centolla o la almeja babosa, que se acerca a los 50 euros el kilo. Y luego está el percebe. “El lunes es verdad que el producto de Agoeira llegó a los 250 euros el kilo, pero en el resto de la semana los precios ya no fueron los de otros años, sino que estuvieron por debajo”, concluyen desde la lonja canguesa.

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