Bueu remata la obra de la biblioteca este año para convertirla en el eje de su plan cultural

“Queremos que sea un centro dinamizador de actividades y no se limite al préstamo de libros”, afirma Carmen García E El concello gestiona ya el equipamiento del inmueble

Aspecto exterior actual de la biblioteca municipal Torrente Ballester de Bueu. |   // GONZALO NÚÑEZ

Aspecto exterior actual de la biblioteca municipal Torrente Ballester de Bueu. | // GONZALO NÚÑEZ / César Collarte

Después de dos adjudicaciones, una paralización de los trabajos por la aparición de amianto y un proyecto modificado, la ampliación de la biblioteca Torrente Ballester de Bueu es prácticamente un hecho. El Concello de Bueu ha confirmado que las obras finalizarán este mismo año, cumpliendo con los plazos fijados por las administraciones y ha expresado su intención de convertir el edificio en uno de los ejes básicos para su plan cultural de los próximos ejercicios. Así lo ha manifestado la concejala de Cultura, Carmen García, quien ha anunciado que su departamento trabaja ya en la dotación de equipamiento del inmueble, así como en su futura programación.

“Nuestra idea es que la biblioteca sea un referente como centro cultural y dinamizador de actividades, y no se limite al simple préstamo de libros”, afirma la edil buenense, apuntando a la actual tendencia para este tipo de espacios. De este modo, se apostará obviamente por programar iniciativas diversas para el fomento de la lectura en todas las franjas de edad (como cuentacuentos, clubes de lectura o presentaciones de libros), pero también se hará hueco a exposiciones, charlas y otro tipo de eventos.

Este plan se extenderá al resto de la red de bibliotecas y en él también se contempla el apartado del personal. El actual bibliotecario se jubilará a lo largo de 2024 y el gobierno buenense prevé solventar la situación con una bolsa de sustitución a la espera de poder cubrir legalmente esa plaza. Pero la idea también es la de cubrir el próximo año la plaza de animador sociocultural, vacante desde la marcha de Xabier Framil hace cinco años, y petición de los colectivos desde entonces.

La biblioteca buenense ya está prácticamente rematada en su exterior.

La biblioteca buenense ya está prácticamente rematada en su exterior. / Gonzalo Núñez

El nuevo espacio cuenta con una superficie total de 1.000 metros cuadrados, de los cuales 883 son útiles, distribuidos en tres plantas. En el semisótano (con casi 350 metros cuadrados de superficie útil) se ubica el archivo municipal (en dos salas), así como el despacho del archivero, pero también una sala de conferencias de 159 metros cuadrados con equipamiento audiovisual para albergar presentaciones de libros y actos diversos. En la planta baja –con 281,75 metros cuadrados útiles– habrá una zona de archivo con estanterías, el despacho del bibliotecario y dos salas. Una se orienta al público infantil, “pero estará diseñada como una zona de juegos, para hacerla más dinámica”, explica García. La otra será un aula polivalente equipada con ordenadores y otro material, y que se utilizará para la impartición de formaciones, cursos, etcétera.

Dos salas de estudio

La planta alta del edificio es la zona de estudio, con casi 231 metros cuadrados distribuidos en dos salas de 75,40 y 74,45 metros cuadrados, respectivamente, además de otras estancias. A mayores hay una terraza de más de 70 metros cuadrados para el esparcimiento de los usuarios de la biblioteca. Más allá de los espacios, desde el concello se destaca la calidad de los mismos, con especial énfasis en el aislamiento acústico, pero también en una adecuada climatización.

Los trabajos en el interior de la biblioteca se han acelerado en las últimas semanas.

Los trabajos en el interior de la biblioteca se han acelerado en las últimas semanas. / Gonzalo Núñez

En cuanto al equipamiento, la adjudicación de la obra incluía ya la dotación de un total de 138 estanterías, y ahora habrá que adquirir el resto del mobiliario. Los primeros contactos al respecto ya se han producido, si bien por el momento no se ha cerrado ninguna operación y solo se ha perfilado el estilo. “Queremos una estética moderna, funcional, minimalista, en la línea de lo que queremos que sea esta biblioteca”, sentencia Carmen García, con un objetivo claro: “Unificar las zonas con un diseño común a todas ellas”.

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