Portos estudia alternativas para el nuevo pantalán de bateeiros sin necesidad de dragar en A Mosqueira

Portos de Galicia lleva desde abril de 2021 sin poder ejecutar dragados en los muelles de las Rías Baixas, debido a que el Ministerio de Transición Ecológica decretó el cierre del principal punto de vertidos autorizado hasta este momento para el sur de Galicia. Se trata de un área situada al oeste de la isla de Sálvora, que forma parte del Parque Nacional Illas Atlánticas. Esto le impide ejecutar el dragado del interior del muelle de A Mosqueira y por lo tanto hacer realidad la prometida instalación de un pantalán flotante con capacidad para más de 40 amarres.

La falta de un punto de vertido para dragados paraliza la ampliación de A Mosqueira

Ante la posibilidad de que la búsqueda de un nuevo punto de vertido de áridos se prolongue en el tiempo, desde Portos de Galicia explican que están valorando las posibilidades técnicas para instalar el pantalán sin necesidad de un dragado. Eso sí, todavía se encuentran en una fase previa de los estudios.

La demanda de más amarres para el sector mejillonero de Moaña es una petición histórica de este importante sector económico, pues desde hace años debe abarloar sus barcos mejilloneros en varias hileras, lo que ocasiona retrasos en la jornada laboral y además daños en los cascos los días de temporal.

De todas formas, la primera fase de la ampliación de A Mosqueira ya se ejecutó, con la instalación de un dique de abrigo flotante que limita el impacto de las obras e incluso permite amarres por la cara exterior.

El otro gran problema de esta dársena son los daños en un tramo de la estructura. Portos intenta repararla con una inversión de 384.291 euros pero el concurso público quedó desierto debido al alza de precios de los materiales de obra. En estos momentos Portos está revisando el proyecto para recalcular los parámetros y volver a sacarlo a licitación.

La razón de esta prohibición de verter en el entorno de Sálvora está en las quejas de una parte del sector pesquero de Arousa, por el volumen de áridos procedentes del dragado del río Lérez en la entrada a la ciudad de Pontevedra y las presuntas consecuencias que tendría en la ría de Arousa.

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