El proyecto de “long lines” previsto en Bueu apunta ahora a la ría de Muros-Noia

La Xunta confirma que ultima una “nueva ubicación con condiciones para desarrollar el proyecto”, pero no desvela el lugar | La inversión prevista es de 185.400 euros

Los grandes muertos de hormigón para sostener la estructura flotante, ayer, en el puerto de Bueu.

Los grandes muertos de hormigón para sostener la estructura flotante, ayer, en el puerto de Bueu. / Santos Álvarez

No es oficial, pero dentro del sector bateeiro se da por hecho. El proyecto de instalación de “long lines” para la captación de cría de mejillón que inicialmente estaba previsto en Bueu podría irse a la ría de Muros y Noia, en la provincia de A Coruña. La Consellería do Mar confirma que “en la actualidad se está ultimando una nueva ubicación que tiene condiciones para desarrollar el proyecto”. No obstante, desde el departamento autonómico subrayan que de momento “no es posible darla a conocer”.

A pesar de esa discreción, dentro del sector mejillonero están al tanto de las gestiones de la Consellería do Mar y dan por hecho que el lugar elegido es un punto dentro de la ría de Muros y Noia. Una decisión que parece que no ha sentado del todo bien a los bateeiros con viveros flotantes en esta zona, según apuntan algunas de las fuentes consultadas.

El proyecto que impulsa la Consellería do Mar cuenta con una inversión de 185.400 euros y prevé ocupar una superficie de lámina de agua de una hectárea, una cuadrícula de 100x100 metros. Se trata de un plan experimental para ensayar nuevas alternativas para captar la cría de mejillón para el sector bateeiro debido a los problemas para encontrar semilla en banco natural o en las rocas.

La propuesta que se planteaba en Bueu –en una cuadrícula en un polígono mejillonero delante de Lapamán– consistía en la instalación de seis “long line” o estructuras ligeras flotantes. Cada una de ellas cuenta con dos “líneas madre” paralelas en suspensión, de las que a su vez penden una serie de cuerdas que son las colectoras de la cría de mejillón. Es un diseño muy similar al del arte del palangre.

La adjudicación de este contrato, al que aspiraban dos empresas, se prolongó durante meses debido a un recurso presentado por una de ellas ante el Tribunal Administrativo de Contratación Pública de Galicia (TacGal). Finalmente los trabajos fueron encargados a J.J.Chicolino y todo estaba preparado para comenzar a principios del mes de agosto, incluyendo el traslado al puerto de Bueu de los grandes “muertos” de hormigón.

Esas obras nunca llegaron a empezar porque el sector mejillonero de la localidad se reunió en los días previos e hizo llegar a la Dirección Xeral de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnolóxica un escrito firmado por todos los bateeiros con bateas en la zona elegida, un documento en el que mostraban su frontal oposición al proyecto e instando su paralización. Los mejilloneros, además de argumentar la falta de información al respecto, aludían a que este sistema podía tener consecuencias sobre la cría y desarrollo del mejillón de sus bateas porque tendrían acceso a menos nutrientes.

La consellería paralizó los trabajos antes de su inminente comienzo e inicio una búsqueda de un emplazamiento alternativo. Una ubicación que podría situarse en la ría de Muros y Noia.

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