El conflicto en las rocas entre bateeiros y percebeiros por la mejilla | Antonio Basanta Director xeral de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnolóxica

“Es fundamental reducir la presión en las rocas y la dependencia de su cría”

“Una inmensa mayoría de bateeiros y cofradías está a favor de trabajar para solucionar el problema y evitar la crispación”

Antonio Basanta, el número 2 de la Consellería do Mar. | // NOÉ PARGA

Antonio Basanta, el número 2 de la Consellería do Mar. | // NOÉ PARGA / Manuel Méndez

Manuel Méndez

Manuel Méndez

El director xeral de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnolóxica, Antonio Basanta, lleva buena parte del peso en la negociación con agrupaciones de bateeiros y cofradías de pescadores para regular la recolección de la semilla o cría que los mejilloneros precisan para encordar sus bateas. Es un viejo conflicto que, en ocasiones, desencadena lo que se ha dado en llamar “guerra de la mejilla”, que a estas alturas vuelve a calentarse y amenaza con desencadenar importantes medidas de presión. Y es que no todos los mejilloneros están de acuerdo con la limitación de zonas ni se sienten satisfechos con las que recientemente les prometió la Consellería do Mar.

–Todo parece abocado a nuevas medidas de presión. ¿Cómo se frena o evita otra “guerra de la mejilla”?

–No me gusta llamarle “guerra de la mejilla” porque los términos bélicos hay que reservarlos para cuestiones más graves. En el mar siempre hay roces, y compatibilizar los usos es complicado, pero debemos entendernos todos.

–Ese es un discurso en pro de la unidad de las gentes del mar que hasta ahora no dio resultado.

–Hay una parte muy mayoritaria de los dos sectores que está por la labor de afianzar las conexiones que los unen y hacer una buena extracción de los dos recursos (mejilla y percebe) sin perjudicarse los unos a los otros. Lo que quieren ambos es trabajar, sacar el máximo rendimiento a su oficio, vivir tranquilos y convivir en armonía con vecinos, amigos e incluso familiares. Debemos evitar la crispación y avanzar en la convivencia pacífica, siendo empáticos y solidarios los unos con los otros, pensado en el bien común por encima del beneficio personal.

–Eso suena bien, pero la realidad es que se está preparando movilizaciones.

–Estamos en un país democrático y respetamos cualquier tipo de manifestación en la que se exprese libremente una opinión. Lo que es cierto es que la Consellería do Mar está trabajando en un análisis exhaustivo de todas las zonas con presencia de mejilla, especialmente aquellas que estaban sometidas a una extracción exclusiva de percebe, para aquilatar y acomodar la disposición de semilla en la mayor medida posible.

"Nos vamos a matar", claman los bateeiros que recogen mejilla

Manuel Méndez

Con esa revisión se da cumplimiento al que era un compromiso de la Consellería y que es fruto, no solo de un análisis de las zonas, para ver su evolución natural, sino también de una justificación técnica realizada con todo el rigor del mundo.

De hecho, concuerda también con una sentencia que indica que este tipo de decisiones hay que tomarlas desde una situación de equilibrio y ponderación.

Lo que quieren ambos es trabajar, sacar el máximo rendimiento a su oficio, vivir tranquilos y convivir en armonía con vecinos, amigos e incluso familiares

Antonio Basanta

Es lo que estamos haciendo en 12 kilómetros que hemos decidido abrir en el ámbito de cinco cofradías. Pero es que, a mayores, se abren de forma genérica 120 kilómetros de estructuras portuarias donde tenemos constatada la existencia de semilla.

–Es lo que ofrecieron al sector hace unos días, pero no parece suficiente y ni siquiera entró en vigor todavía. ¡Los ánimos están muy caldeados!

–Pues hemos tomado esa decisión con el propósito de conseguir una mayor disposición de mejilla y que, a medio y largo plazo, no tengamos que depender tanto de la naturaleza o de las condiciones meteorológicas y naturales del recurso.

Es decir, pretendemos asegurar la base de un conglomerado productivo y de transformación muy importante para Galicia.

Estamos superando los 130 kilómetros puestos a disposición del sector bateeiro, una cifra que supera por sí misma la superficie reservada para la explotación exclusiva del percebe

–¿Y eso se consigue diciendo a los bateeiros que recojan mejilla en zona portuaria? ¿Cree que en los muelles hay suficiente cría?

–No en todos, al igual que no la hay en todos los puntos de la costa. Pero sí se encuentra en muchos de los puertos, y lo tenemos evaluado. Son 120 kilómetros medidos con un equipo cartográfico y por personas con una amplia experiencia en este sentido. Además en el cálculo no se incluyen espacios portuarios como los pantalanes u otras estructuras similares situadas ría adentro, aunque también son susceptibles de ser autorizables y de disponer de mejilla.

Con lo cual, estamos superando los 130 kilómetros puestos a disposición del sector bateeiro, una cifra que supera por sí misma la superficie reservada para la explotación exclusiva del percebe. Estamos ante un esfuerzo de las Autoridades Portuarias, de la Administración gallega y, por qué no decirlo, de las cofradías de pescadores y de los propios productores de mejillón, pues muchos ven necesario someter estas cuestiones al consenso y al entendimiento frente al camino de la crispación.

–Si es así, ¿por qué no se hizo antes? La campaña de cría iba a comenzar en diciembre y se pospuso hasta el 9 de enero. Quizás ahora esas medidas lleguen tarde.

–No lo creo. Llevamos tiempo trabajando en las medidas técnicas a aplicar a medio y largo plazo. Y ahora se analizan otras y algunas se refuerzan o adecuan para lograr mejores objetivos. Pero esta apertura, que se iba a realizar antes, se hace mediante una adaptación de planes del percebe a través de una acción de la propia Consellería de forma proactiva. Y dentro de ese plan hay una contrapropuesta de las cofradías que mejora algunas zonas y no reduce el volumen de mejilla disponible.

El director xeral de Acuicultura.

El director xeral de Acuicultura. / FdV

Con lo cual, todo lo que sirva para disponer de mejilla es positivo, aunque requiera de unas semanas para contar con todos los informes técnicos y estar bien sustentado. Cualquier bateeiro, si estuviese en mi lugar, creo que habría elegido esta solución, aunque tardase un poco más, para disponer de mayor número de zonas. Que sea un poco antes o después es indiferente si la solución que tenemos es mejor. .

–¿Ya está, no hay posibilidad de conseguir nuevas zonas de cría? Los bateeiros quieren otras diferentes y las cofradías no parecen dispuestas a ceder más...

–Todo está sometido a una necesidad de ambas partes, que son conscientes de que es preciso el entendimiento y el aprovechamiento sostenible de ambos recursos.

A partir de ahí, lo que se necesita, como con cualquier medida, es hacer un seguimiento de las existencias, de la disposición en la que se encuentran las piedras, de la presencia y volumen de cría, de la necesidad de explotación y de que sea compatible.

Así se juegan la vida los bateeiros cuando recogen mejilla en el litoral atlántico

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Todo ello debe tratarse con el máximo rigor, ponderación y equilibrio. Esa es la línea de trabajo que vamos a seguir, porque cualquier Administración seria, y más cuando estamos gestionando recursos marinos, que no son estáticos, debe analizar todas estas cuestiones. Hay que analizar seriamente estos aspectos y no es cuestión de que hayamos llegado a un límite o no, sino de que haya entendimiento entre las partes.

–Para eso también es necesario que las cofradías cedan... No es solo cuestión de pedir a los bateeiros que se conformen.

–Y los consensos son muy difíciles de alcanzar... Pero debo decir que detrás de todo esto hay un trabajo intenso en conjunto, tanto con las cofradías como con el sector bateeiro, en el que creo que una inmensa mayoría está a favor de trabajar proactivamente y sacar lo mejor para solucionar el problema de fondo, pues la mayor o menor disponibilidad de zonas de cría puede ser un síntoma, pero la enfermedad es otra.

Cualquier bateeiro, si estuviese en mi lugar, creo que habría elegido esta solución, aunque tardase un poco más, para disponer de mayor número de zonas

Y debo añadir que entre las cofradías también hay una voluntad mayoritaria en favor del entendimiento, porque consideran que esto no es un “quítate tú para ponerme yo” y saben que tenemos que convivir.

En la mayoría de puertos conviven profesionales de las cofradías y del sector bateeiro y en eso tenemos que incidir, en esa capacidad de entendimiento que dos sectores maduros tienen y que se va a reforzar más.

Antonio Basanta Fernández, director xeral de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnolóxica.

Antonio Basanta Fernández, director xeral de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnolóxica. / FdV

–De todos modos, y como le apuntaba anteriormente, han prometido nuevas zonas a los acuicultores, pero aún no pueden trabajar en ellas.

–Estamos ultimando los trámites administrativos, que son reglados y no podemos obviar, pero van a estar disponibles de forma inminente, en los próximos días.

En el caso de las Autoridades Portuarias deberán contar además con su autorización. En las próximas mareas vivas (secas) deberían estar estas zonas habilitadas y libres para poder trabajar.

La mayor o menor disponibilidad de zonas de cría puede ser un síntoma, pero la enfermedad es otra

–¿Será así de sencillo? Se dirá a los bateeiros que pueden ir a recoger mejilla a un puerto concreto y ya está?

–Aquí hay dos cuestiones a tener en cuenta: la propia solicitud de la autorización y que esa solicitud se amolde a unos espacios en los que se pueda realizar la actividad de forma compatible con el resto de operativas portuarias y con seguridad.

Muchas veces hay maniobras de salida o entrada de buques y ahí tenemos que ver que las propias Autoridades Portuarias y Portos de Galicia compatibilicen unas cuestiones con otras. Pero hay buena disposición para que se pueda extraer toda la mejilla disponible.

Nuestros competidores no están en la batea de al lado sino en el exterior, en un mercado globalizado, para lo que la cohesión es fundamental para triunfar en un mercado muy dinámico

–¿Y esta vez se facilitarán a los bateeiros planos detallados y claros? Hace unas semanas se quejaban de que eran confusos e invitaban al enfrentamiento en las piedras con los percebeiros.

–Al sector bateeiro le facilitamos la situación en la que quedan las zonas de extracción de mejilla y de percebe, pero además, todo eso aparecerá en las correspondientes resoluciones, pues las adaptaciones de los planes de gestión del percebe se trasladan a ellas.

Así se realiza el encordado mecánico de la mejilla

Manuel Méndez

Lo que está marcado en un documento oficial con unos puntos y coordenadas debe respetarse por ambas partes. En los dos casos, la voluntad de entendimiento que veo debería evitar los enfrentamientos. Son dos sectores que buscan ganarse el pan de la mejor forma posible sin molestar a los demás, y así debe ser.

–Pero también son dos sectores enfrentados. Tanto, que los bateeiros decían hace semanas en FARO DE VIGO que se sienten perseguidos y vigilados como si fueran narcotraficantes. ¿Van a estar aún más vigilados en los muelles?

–No creo que vaya a haber más control, pero que exista un seguimiento tampoco es malo en sí mismo. Cuando un sector dice sentirse perseguido debemos hacer un doble análisis: el control propiamente dicho no es malo, incluso afianza a quien lo hace bien (la mayoría de las actas de inspección al sector bateeiro concluyen sin ningún tipo de infracción), pero ese control no debe dificultar la actividad diaria. Certificar que se están haciendo bien las cosas debe ser entendido como algo positivo; algo a poner en valor.

“Estamos estudiando cómo afectan el cambio climático y el ciclo de cultivo”

–Decía usted que el problema que se plantea a la hora de establecer zonas de cría puede ser un síntoma, pero que la enfermedad es otra. Parece que se refiere a la escasez y debilidad de la mejilla en el litoral gallego...

–Es algo que estamos investigando. De hecho, desde distintos estamentos científicos tenemos dos líneas de trabajo importantes, una de ellas para determinar cómo afecta el cultivo de lacasito (mejillón pequeño), ya que por un lado supone que se necesita mayor volumen de mejilla, ya que es producto que se saca antes de las cuerdas (se reduce el ciclo de cultivo), y al mismo tiempo se recorta el ciclo vital de desove de esos individuos que son extraídos con anterioridad a como se hacía hace años.

Antonio Basanta Fernández, director xeral de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnolóxica, en la sede del Intecmar.

Antonio Basanta Fernández, director xeral de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnolóxica, en la sede del Intecmar. / Noe Parga

–Es decir, que al sacar mejillón pequeño al mercado (lacasito) hay menos probabilidades de que desove y, por tanto, se reducen las larvas que se convierten en la necesaria mejilla. Es como sacrificar a la gallina antes de que ponga el huevo.

–De ahí la necesidad de evaluar todos los condicionantes relacionados con la mejilla y/o el crecimiento, teniendo en cuenta aspectos como las zonas o el desarrollo del mejillón según los años o épocas.

Los bateeiros acorralan a Rosa Quintana en su protesta por el conflicto de la mejilla

Manuel Méndez

Esa es una cuestión que estamos analizando que los expertos nos apuntan como importante, pero también el impacto de las condiciones oceanográficas en el medio.

Es evidente que el cambio climático es un hecho, que tenemos variaciones meteorológicas de mar y viento que pueden influir y que hay años pluviométricos fuertes, como sucedió el pasado invierno, que afectan a la salinidad. Hay que ver las consecuencias de todo eso, del afloramiento costero y de los cambios en la temperatura del agua.

–¿Cómo o quién estudia todo eso?

–Son factores que analizamos en dos proyectos. Uno con la Universidade de Santiago, con el fin de verificar cómo puede afectar la variación de los ciclos de cultivo, ya que en los últimos años la producción de mejillón de menor tamaño creció de forma importante.

Y otro, con medios propios y empresas tecnológicas, así como con la colaboración del propio sector, para ver cómo se produce la fijación de la mejilla en las cuerdas colectoras (las que se cuelgan de los viveros flotantes) y en otras estructuras (como las long-line en fase experimental).

De la conjunción de todos los datos podremos tener conclusiones o aproximaciones para adaptar el cultivo a las nuevas circunstancias o situaciones cambiantes. Eso nos debe dar seguridad a medio y largo plazo, y el sector se juega mucho en ello.

–Todo ello prestando especial atención a las long-line experimentales.

–Forman parte de las nuevas técnicas de captación de mejilla en el medio natural que estamos estudiando. Es el plan experimental que desarrollamos desde la instalación de long-lines en Bueu. A mayores, tenemos que flexibilizar la normativa para permitir una mejor adecuación a la época del año o a la situación del medio para la captación, tanto en lo referido a longitud de las cuerdas colectoras como al período y el número de las estructuras colectoras, que tanto pueden ser cuerdas como redes u otros artefactos.

Además de verificar la presencia de larvas de mejillón en el medio marino. Así podemos adaptar la colocación de los elementos colectores a la época óptima de fijación. Otra de las líneas es la producción artificial, en acuicultura, mediante hatcheries.

En este sentido, desarrollamos proyectos en el pasado y ahora estamos centrando los esfuerzos en reducir los costes, que es clave para que después el sector pueda replicar el sistema.

Es una forma de reforzar la capacidad de desove y de obtención de nueva semilla a través de métodos de acuicultura probados ya en otras especies.

Todo esto es fundamental para reducir la presión sobre las rocas, pero también la dependencia de las condiciones naturales en la producción de mejillón.

–¿Y mientras, qué hace el sector?

–Optimizar al máximo la explotación de mejilla. El sector tiene un conocimiento acumulado sobre el ciclo de producción que es importantísimo y debemos aprovechar. Pero también es necesario reforzar ese saber hacer en la práctica con los conocimientos que tiene un centro nacional de referencia en acuicultura y buceo como el Igafa (A Illa), que cuenta con magníficos profesionales con una capacidad de absorber conocimientos y reforzar los que posee el sector.

El Igafa tiene estructuras de experimentación que nos pueden ayudar a evitar que sea el propio sector el que tenga que dedicar su tiempo a hacer experimentos en este sentido.

Esa es otra línea de trabajo para aprovechar al máximo la mejilla y afianzar la colaboración entre el propio sector para evitar que se pierda semilla disponible.

Nuestros competidores no están en la batea de al lado sino en el exterior, en un mercado globalizado, para lo que la cohesión es fundamental para triunfar en un mercado muy dinámico.

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